Felipe Paredes fue premiado como mejor del básquetbol adaptado del Biobío. Al nacer le dieron nulas esperanzas por su columna, pero fue puntaje nacional, estudia Medicina y asegura que "el deporte cambia vidas".
“Pipe” siempre fue un niño especial. Con unas ganas gigantes de lograr cosas y una sonrisa que siempre pudo contra todo. Felipe Paredes nació con lipomielomeningocele, un defecto físico a la columna vertebral por el que le daban muy poca expectativa de vida. Hoy, con su mamá apostando todo por él y múltiples operaciones, el estudiante de Medicina de la UdeC fue premiado como Mejor Deportista del Biobío en Básquetbol Adaptado.
Tuvo una temporada muy movida y cuenta que “este 2025 fue muy bueno en lo deportivo, hubo hartos torneos en la Región y con mi club los ganamos casi todos. Fui nominado a los Juegos Parapanamericanos Juveniles y fue lindo volver a representar a Chile porque ya había ido a los anteriores”.
Con tan buen rendimiento que desde otros lados también le echaron el ojo. “Fui a Colombia a jugar un Interligas, donde un equipo peruano me llevó como refuerzo y fue una gran experiencia. Siento que este último tiempo mejoré mucho como jugador”.
¿Y cómo llegó a esta disciplina? El “Pipe” repasó que “llevo en esto desde los 13 años, ahora tengo 21. Antes del básquetbol yo no era nada cercano al deporte. Salía del colegio y llegaba básicamente a acostarme a la casa. Esto cambió mi vida por completo, mejoré mucho mi estilo de vida, conocí la disciplina del entrenamiento y me volví loco con esto, que es harta práctica”.
Se le ve orgulloso del camino recorrido y expresó que “con el tiempo mejoré hasta mi alimentación y ha sido un proceso bien largo, pero bonito. No sé en qué momento me di cuenta lo que había avanzado porque al principio recuerdo que no llegaba ni al aro, pero siempre quise mejorar día a día”.
Y así, casi sin proponérselo, empezaron a llegar las buenas. “Como a los 15 años me llamaron por primera vez a defender a Chile, pero no pude disfrutarlo porque justo llegó la pandemia y se paró todo. El 2023 ya vinieron los Juegos Panamericanos en Bogotá y primero estaba en una lista larga, pero no era la definitiva así que había que prepararse aún más para entrar entre los 12 finales”.
Y a puro trabajo lo consiguió. Apunta que “cuando me dijeron que ya estaba dentro me emocioné y me dieron más ganas de seguir esforzándome. Ese torneo fue bueno, pero el de ahora en nuestra casa y con nuestra gente fue especial, distinto y muy bonito”.
Entrando a la cancha, detalla que “acá existen dos posiciones que son la categoría alta y la baja. Yo soy baja y mi rol es hacer pantallas, soy rápido y ataco harto de contragolpe y bajo mucho a defender. En el básquetbol en sillas todos hacen un poco de todo, defiendes y atacas”.
Fue puntaje máximo de Matemáticas en la Paes 2022 y cuenta que “estoy estudiando Medicina en la UdeC y ha sido bien difícil compatibilizar el estudio y practicar deporte. Me he logrado organizar y la universidad también ha sido de gran ayuda. La vice no me puso problemas para viajar este año, que me ha tocado harto, y eso se agradece”.
¿Y qué tanto se ha avanzado en el deporte adaptado? Felipe analiza que “en el Biobío somos una excepción al resto de Chile porque acá sí existen muchos clubes de esta disciplina. Hay clubes en Concepción, Hualpén, Chiguayante,Coronel, Los Ángeles y Talcahuano”.
Agrega que “en esta zona se juega mucho básquetbol en silla y hacemos muchos torneos. Ya perdí la cuenta de cuantos jugamos este año y eso te va dando roce, sumado a la liga nacional, donde este año no se pudo seguir por un tema de financiamiento, pero hay competencia. Entrenamos en el gimnasio municipal y siento que acá los espacios sí son buenos, pero somos una excepción a nivel país. En Chile tenemos muy buenos jugadores”.