La llegada de Vicente Aravena al taekwondo fue un poco casual, casi sin quererlo. “Empecé el año pasado, en marzo y gracias a mi hermano mayor, que igual lo practica y fue seleccionado en la universidad. Me dijo que fuera a divertirme y quizás ser parte de la selección. Yo en ese momento no planeaba ser seleccionado, mi intención era tirar los pies (sic), aprender otro deporte y a defenderme. Pero ahora ya tengo sueños y metas”, dijo.

Desde ese momento, los tatami lo atraparon. “Mi trayectoria ha sido…No sé si decir divertida, pero sí curiosa. Empecé desde cero, hace un año, no sabía nada, ni patear ni moverme, y pude evolucionar muy rápido. Ha sido lindo, pude conocer gente, la profesora me ha motivado mucho. Fue lindo ser campeón regional el año pasado, este año quiero volver a serlo. En este periodo me he puesto a prueba mental y físicamente, y me conozco aún mejor. Sé mejor cuáles son mis capacidades y quiero seguir superándome como persona y como deportista”.

Actualmente, estudia Técnico en Automatización en la Universidad Federico Santa María y asegura que complementar su carrera con el deporte “no se me ha hecho complejo. Es más, creo que me ha ayudado en ambos ámbitos. Al principio cuesta buscar un equilibrio, porque en mi caso yo cuando me fascino con algo le doy y le doy, dejo muchas cosas de lado”.

En ese sentido, agregó que “llegó un punto en donde encontré el equilibrio en lo académico y en lo deportivo, y me ha ayudado mucho, sobre todo en poder llevar mis capacidades a tal punto de madurar mentalmente, comprender mejor mi cuerpo, cómo funciona, conocerme a mí de una forma mejor. Y eso ha sido de gran ayuda en los estudios, ya que al conocerme mejor, mis capacidades, puedo encontrar diferentes formas de estudio, cómo concentrarme mejor por ejemplo”.

Grandes sueños

Consultado por sus metas académicas y deportivas para la temporada, afirmó que “en lo personal, la verdad, como cualquier estudiante, pasar el semestre bien, sin sufrir, como corresponde, y llegar lo más lejos posible tanto en lo estudios como en lo deportivo. En el taekwondo, quizás una meta es llegar a la selección regional, y de forma más ambiciosa a una selección nacional, poder entrenar con ellos, combatir en un nacional, quizás un panamericano, un sudamericano, para mí la verdad sería maravilloso. Pero yo encuentro que la meta que tengo más cerca es poder llegar a la selección regional, y eso para mí sería increíble”.

Al respecto, agregó que “quizás empecé tarde, pero el esfuerzo está ahí, quiero entrenar constantemente, seguir disfrutando el proceso y se sigue conociendo gente que quizás en un futuro me van a abrir muchas puertas, y el conocimiento y las experiencias son impagables la verdad”.

En su tiempo libre, contó que “me pongo a estudiar competencias a nivel mundial, a los competidores de mi categoría, que es -58 y -63 kilos. Generalmente compito más en la primera, y me gusta ver las técnicas que se van implementando en el taekwondo actual: más pierna delantera, más rápido, y es más frenético. Y voy viendo esas técnicas, intentar implementarlas de a poco, buscar un estilo de pelea, buscar información y poder adaptarme a eso. Aparte de también estudiar, intentar cuidar mi alimentación. Igual me gusta investigar de todo: nutrición, taekwondo, de mi carrera, de mis metas personales, buscar el equilibrio”.

En cuanto a su futuro, Vicente indicó que “me veo terminando la carrera, sacando mi título. Y quiero seguir ligado al taekwondo, quizás se hace más complicado al momento de estar trabajando, pero desde que lo conocí me ha llenado mucho, me ha gustado, siento que ya es parte de mí y no lo dejaría por nada, intentaría buscar el equilibrio entre el trabajo y el taekwondo. Como dije antes, este deporte me ha ayudado harto. Si me dieran a elegir, ese día que empecé lo repetiría todas las veces posibles. Encuentro que ha sido una de las mejores decisiones que he podido tomar iniciarme en esta disciplina, porque he conocido gente y ha sido importante en mi desarrollo como persona no sólo a nivel deportivo”.