
Campanil se quedó por cuarta vez, en las últimas cinco ediciones, con el máximo trofeo del baloncesto chileno. Un logro sustentado en varios aspectos, y que le permite consolidarse como el equipo más ganador en la historia de este deporte a nivel nacional.
“No hay dos juegos más. Hoy jugamos para campeón”. El entrenador escribió ese mensaje y todo el equipo firmó esa pizarra, con una frase que fue una declaración de intenciones. Y que no venía de esa previa del quinto juego, sino desde que salieron de Concepción. Se habían juramentado, en su última práctica antes del viaje a Quilpué, que no volverían a entrenar en la Casa del Deporte para preparar otro partido. Y cumplieron. El plantel de Basket UdeC regresó con otra copa para sus vitrinas. La cuarta de Liga Nacional, la octava de “torneos grandes” si se suman las cuatro Dimayor. Ocho títulos que hacen al Campanil el más ganador por lejos del baloncesto chileno.
Frente a Leones, un categórico 4-1 que comenzó con un 2-0 en casa y que cerró con autoridad en Quilpué. En la llave por el título, la UdeC confirmó que tiene el mejor plantel del básquetbol nacional. Y eso se sustenta especialmente en sus valores chilenos, pues más allá del innegable aporte de Stephen Maxwell, esta final no se ganaba sin Sebastián Carrasco, Diego Silva y Kevin Rubio. Y clave también fue el aporte de Diego Low, Carlos Milano y Nicolás Aguirre, que fueron el fiel reflejo de algo que el técnico Santiago Gómez apuntó como una de las claves: que cada jugador entendió su rol, lo que el equipo necesitaba de él para ganar.
Los auricielo levantaron su cuarto título de Liga Nacional en las últimas cinco ediciones, quedando en solitario como el equipo más ganador el certamen (compartía el primer lugar con Español de Talca, con tres). Además, desde 2019 en adelante suman diez torneos: a sus cuatro LNB se suman tres Supercopa, dos Copa Chile y una LNB Chile Centro. Un proceso sencillamente brillante.
En el camino a este campeonato, el factor ventaja de campo fue muy importante. Algo que la UdeC sustentó hace rato, con su buen rendimiento en Copa Chile que le dio una “cuenta de ahorro” que resultó vital. Así lo recordó el técnico Santiago Gómez.
“Por tema de formato del torneo, nos planteamos ganar la mayor cantidad de partidos posible en esa Copa Chile. Lo peleamos así, nos quedamos con los diez partidos que correspondían, y luego los playoffs con Osorno nos dolió mucho, nos pegó mucho realmente quedar eliminado en esa semifinal. Pero al final tuvimos un ahorro que fue muy importante, ese colchoncito nos sirvió para poder asegurar esa localía tan importante”, dijo Gómez.
El DT uruguayo ha tenido una larga carrera en Chile como asistente y como técnico principal tuvo algunas experiencias agridulces en la previa, en la propia UdeC donde ocupó el puesto unos meses en 2017 y en Español de Talca. En su primera temporada al mando del Campanil, en propiedad, logró el título.
“Es una satisfacción tremenda, una sensación increíble. Obviamente uno aspira a llegar lo más alto posible, pero en el deporte generalmente se pierde más de lo que se gana. Había muchos equipos que se prepararon y seguramente lucharon igual que nosotros, pero desde el primer entrenamiento nos propusimos estar acá, llegar a esta instancia y reinventarnos otra vez para volver a luchar. Así que agradecido, porque sé cuánto nos esforzamos en el día a día para llegar a esto”, comentó.
Sebastián Carrasco, el más valioso de las finales y el mejor jugador chileno de la temporada, también se refirió a este logro. “Para mí fue la temporada más importante de mi carrera, consagratoria, no solo por el nivel personal, sino que por lo grupal. Muy contento porque es un premio el esfuerzo que vengo haciendo hace tiempo y qué mejor que levantar esta copa, nuestro cuarto título con grandes amigos”.
¿Y su futuro? El seleccionado chileno aseguró que “quizás es un buen momento para buscar otros desafíos. Terminé mi carrera universitaria, no estoy amarrado a nada en estos momentos. Finalizo un contrato ahora en agosto, hay muchos pasos todavía por dar, conversar con mi agente, ver qué es lo que hay y de ahí decidir. Pero por el momento quiero olvidarme del básquetbol por un par de semanas, descansar y disfrutar, porque esto es un gran triunfo y no se vive todos los días”.