
Representando al Liceo Anita Serrano, de Talcahuano, este pequeño de solo 13 años e hijo de venezolano, destaca a gran nivel en el torneo Adicpa, donde este año apunta al título.
Estaba destinado al deporte, aunque no necesariamente al básquetbol, disciplina donde definitivamente se siente a sus anchas. Su padre, venezolano arribado hace ocho años al país, dice que en su juventud hizo cuanto deporte se le puso por delante, destacando principalmente en el básquetbol, vóleibol y béisbol, donde fue seleccionado a nivel colegial y en Bachillerato.
Así las cosas, José Aray (13 años), no tenía por dónde hacerle el quite a la actividad física. La cuestión era qué deporte se ganaría su corazón. Cuando más pequeño, probó en el fútbol, donde integró las cadetes de Huachipato, destacando como un interesante mediocentro.
“Estuve ahí hasta los 11 años, pero pasó que por temas de trabajo, mis padres ya no pudieron llevarme más al club a entrenar”, cuenta el alumno de octavo básico del Liceo Bicentenario Anita Serrano, de Talcahuano.
¿Qué hacer con un niño inquieto, que lo único que quería era practicar deporte? Sus padres optaron por lo más práctico y lo inscribieron en un club de básquetbol que quedaba cerca del hogar. Si proponérselos, estaban dando un paso que cambiaría la vida del pequeño José.
“La verdad, me gustó de inmediato, empecé a practicarlo y desde ahí hasta ahora. No podría decir algo en específico que me atraiga de este deporte, porque me gusta todo”, reconoce el jugador que hoy luce como un eficaz alero, tanto en las filas de su colegio como también del CD Huachipato, donde volvió pero ahora haciendo de las suyas en el parquet.
Fanático de la figura de los Minnesota Timberwolves de la NBA, Anthony Edwards, y a nivel local de los jugadores de la UdeC, Sebastián Carrasco y Diego Silva, actualmente José Aray apunta alto en el torneo Adicpa junto a su selección del Liceo Bicentenario Anita Serrano.
“El equipo está bueno, yo creo que estamos incluso para llegar a la final. Tenemos un plantel parejo, con un buen base que la mueve harto, otro que va a los rebotes y lo que yo puedo entregar también”, asegura.
Solo el comienzo de una carrera que José espera lo lleve lejos y vaya en paralelo retribuyendo en algo su cariño al deporte. “Lo más importante de mi vida es el deporte, toda la semana hago deporte, si no estoy en Huachipato, estoy jugando o entrenando en el colegio. Si me preguntan, prefiero mil veces el deporte al celular, por ejemplo”, dice sobre su fanatismo por la actividad física.
“Mi sueño es seguir creciendo en el básquetbol, llegar a una liga profesional, la Liga 1 o la Liga 2 con Huachipato. Es mi gran meta, ya veremos si se puede”, sentencia.