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Danitza Medina: en el tapete vuelve a ser ella misma como en ningún otro lugar

Desde los cuatro años practica gimnasia, un deporte que debió dejar cuando tenía 16 por una lesión. Lo retomó al ingresar a la UdeC, y ahora, con 20 años, está disfrutando otra vez de una disciplina que, sin dudas, es una parte fundamental de su vida.

Por: Ricardo Cárcamo 09 de Diciembre 2024
Fotografía: Cedida.

Para Danitza Medina, literalmente la gimnasia es su vida. Por eso, cuando tuve que retirarse a los 16 años, producto de una lesión en la cadera, se le cayó el mundo. Repercutió en su ánimo, en sus relaciones familiares. Y cuando pudo retomarla, aunque con ciertas restricciones, al ingresar a la UdeC en 2023 -va en segundo año de Antropología- fue como volver a vivir. “La gimnasia siempre me aterriza, me tranquiliza. Me permite dejar la mente en blanco”.

Oriunda de Punta Arenas, comenzó en el deporte a los 4 años, alentada por su mamá. “Ella hacía gimnasia como acles y me dijo que probara. Luego, el profesor a cargo, que tenía cierta trayectoria, me recomendó que dejara el colegio y me uniera a un club. Ahí empecé a competir y viajar”, recordó.

Todo iba bien hasta los 16 años, cuando apareció la lesión. “Yo no le daba importancia, me apasionaba tanto que me aguantaba. Entrenaba tres, cuatro veces a la semana, cuatro horas…Mi mamá me dijo que me retirara, y probé varios deportes, pero nunca fue lo mismo, no le agarré gusto a ninguno. Cuando volví, me dije ‘este es mi deporte’”.

De su lesión, dijo que “me había desgarrado y se me había inflamado la cadera, y la única manera de mejorar era dejar el alto rendimiento… Cuando a uno le gusta mucho un deporte, a veces omite las señales que le da el cuerpo. Fue muy chocante, no quería dejarlo. Mi mamá me vi con mucho dolor y me hizo retirarme. No sabía qué hacer cuando la dejé. Tenía mucho tiempo libre…Mi reacción fue un poco extremista, me enojé con mi mamá también, no veía que era por cuidarme, no lo entendía. Me afectó cómo sobrellevarlo al comienzo. Ahora cuando retomé el doctor me dijo que parara si me molestaba, y en la selección todos me apoyan para que vaya a mi ritmo”.

Superarse a sí misma

Danitza dijo de su regreso que “me costó retomar, tenía un poco de miedo y agradezco el recibimiento de mis compañeras, en especial de Antonia (Roa), la capitana, que nos motiva y ayuda a todas. Siento que nos unimos más, progresamos mucho en el conjunto, y en individual fui tercera, algo que no esperaba. Además, quedamos cuartas entre las universidades”.

Además, aseguró que no tuvo grandes problemas con su cadera. “Me molestó un poco cuando subo la intensidad. La verdad, siento que cuando no hacía deporte me dolía más…Creo que mi cuerpo necesita la gimnasia (ríe)”

Sobre cómo ha complementado el deporte con los estudios, afirmó que “el año pasado me costó mucho, como volví a la gimnasia dejé de lado un poco los estudios. Ahora lo estoy llevando mejor. Es súper importante tener una buena red de compañeros o amigos, y cuando era mechona, como no soy de acá, hacía trabajos con algunos compañeros y les decía que tenía entrenamiento me decían ‘falta’, no entendían lo relevante que era para mí, como sí pasa con el grupo de amigas que tengo ahora”.

¿Por qué Concepción? De esta decisión, contó que “la carrera de Antropología no está en Punta Arenas. Me iba a tomar un año, y postulé por postular. Como quedé, me dije porque no entrar altiro, mis papás me apoyaron. Fue un cambio drástico, mi familia es muy numerosa, la mayoría está en Punta Arenas, y en Concepción no conocía mucho. Al comienzo fue complicado, pero creo que me ayudó a crecer y volver a la gimnasia fue fundamental en eso, para mantenerme bien ocupada y no sentirme sola. Mi carrera y mi deporte me gustan, me apasionan y eso ayuda mucho”.

Consultada por sus metas en la gimnasia, aseguró que “en conjunto quedar en podio, podemos mejorar más. También ganar una copa como universidad, este año fuimos cuartas, y personalmente quiero ser primera o segunda, como este año fui tercera. Superarme a mí misma”.

Más allá que la gimnasia y el deporte consuman casi todo su tiempo, también tiene otros pasatiempos. “Me gusta leer, así conocí mi carrera. También conocer Conce, distintos lugares, acá el clima es mejor, y salir a correr con una amiga de la universidad, lo hacemos dos veces a la semana. Ella hizo mucho tiempo ballet, lo había dejado, y la convencí que volviera, como yo con la gimnasia”.

En todo este proceso, Danitza destaca lo importante del apoyo familiar. “Siempre lo he tenido, desde que comencé. Mis papás, mis hermanos, mis tíos. En Punta Arenas siempre iban con carteles, todos a apoyarme, y a este nacional me mandaron imágenes de que estaban todos viéndome. Y antes de ese torneo, mis papás vinieron mi sorpresa, mi mamá me hizo el vestuario y mi papá me forró mi aro. Y mi mamá, como ella sabe mucho del deporte me aconseja, me da opiniones, me corrige”.

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