Vicepresidente aurinegro se refirió a cómo cubrirán la boleta de garantía, las deudas con el fútbol femenino, nuevos ingresos y si volverán a viajar el mismo día en los partidos de visita.
A mitad de práctica, en Las Golondrinas, llegó el vicepresidente de Fernández Vial, Adrián Glickman, para hablar con los jugadores y cuerpo técnico. La boleta de garantía cubrió los casi 20 millones de pesos que faltaban de los sueldos, aunque aún falta gente del staff y Fútbol Joven. Las aguas se calman de manera momentánea y por eso el argentino llegó a explicarles qué hacer de aquí en adelante.
El directivo comentó que “la recepción de ellos ha sido buena, lo que se vio hoy. El gran cambio que hemos hecho este mes es el de una comunicación abierta con el plantel y con el hincha. Contar qué está pasando y no cubrir el sol con la mano. Había hablado antes con parte del plantel y desde esa charla ahora pude verlos a todos y agradezco el compromiso que están mostrando pese a todo”.
Sobre la boleta de garantía, apuntó que “habíamos cubierto casi el 80 por ciento de los sueldos, lo que quedaba era una cifra bastante marginal, pero son compromisos que debían cumplirse. Hubo una acción rápida desde Sifup y Anfp para cobrar la boleta de garantía, que es un gran esfuerzo para los clubes de Segunda y, bueno, justamente para eso está. Ahora hay que completar la boleta y seguir compitiendo”.
Para ese ítem y lo que venga para el otro 15 ayudará mucho la negociación que sostuvieron con Universidad de Chile que significó cambiar para mañana el día del partido con General Velásquez. “El plazo final para cubrir la boleta es el 9 de mayo pero por suerte han respondido los aficionados, la compra de tickets, hay nuevos sponsors que se han sumado. Este es un club popular que atrae ese tipo de cosas y estamos confiados y tranquilos en completar la boleta. Estaremos bien para esa fecha”.
Contra San Joaquín esperaban 5 mil hinchas en tribunas y no se dio. Al respecto advirtió que “entendemos al hincha, los resultados no se están dando. Es algo diferente que una sociedad anónima transparente sus cosas y pida apoyo, aunque quizás es más parecido al viejo formato del fútbol. Estamos buscando algo mixto porque esta categoría es por diseño deficitaria y sí se necesita al hincha para construir un club equilibrado y así ocuparnos de lo importante y no correr constantemente detrás de lo urgente”.
Contra el SAU viajaron el mismo día y llegaron dos horas antes del partido. Glickman sostuvo que “esta es la nueva realidad porque lo más importante es cumplir los compromisos con el plantel y el staff. Lo hablamos con ellos y los jugadores lo entienden, existe empatía por el Fútbol Joven, trabajadores del club y el femenino. Son ahorros que nos permiten cumplir con nuestros compromisos”.
Terminado el entrenamiento tenían reunión agendada con el equipo femenino, líder y con campaña perfecta en el ascenso. Sobre ese tema, señaló que “estamos en deuda con el plantel femenino y hoy tenemos una reunión para transparentar esta situación y los tiempos estimados de pago. No es fácil comunicar eso”. La boleta de garantía no derivó un solo peso al equipo de Sebastián Ortiz, aunque Glickman explicó que así funciona desde las bases de la Anfp y no pasa por Vial. Situación nada fácil de asumir para las jugadoras.
¿Y qué opina de la campaña y la continuidad de Osvaldo Cataldo en el banco? El trasandino indicó que “hoy el desafío es ponernos al día, cumplir con todo el mundo y de esa manera ya hablar de resultados. Acá no hay nada que discutir sobre cómo se entrena y el compromiso, pero en el fútbol los números mandan. Ahora, para tomar decisiones uno tiene que estar al día. Es una manta corta, apelamos al sentido común y así hemos hablado con el cuerpo técnico para ponernos objetivos de aquí a final de año y evaluar esas metas”.
Se le ve mucho más optimista que hace una o dos semanas atrás y confiesa que “ante la injusticia tienes dos salidas: deprimirte y caerte o buscar el vaso medio lleno. Ese vaso lleno aquí en el club lo encuentro en la respuesta de la gente, el compromiso del plantel y el staff que con salarios atrasados sigue trabajando al cien, la gente de la vega mandándonos frutas para el entrenamiento. Este es un club popular y en todo este caos, del que somos una víctima más, ellos saben que venimos de un barrio humilde. Ángel (Gillard) vive en un barrio cerca del mío. Aposté a este sueño con diez amigos más, no hay millonarios y hay una situación que rompió toda planificación, pero veo mucha energía positiva alrededor”.