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Más extranjeros en Primera: ¿Subir el nivel, negocio o “tapar” más la cantera?

Hace unas semanas, los presidentes de la máxima división del fútbol chileno definieron, en estrecha votación, subir el número de cinco a seis, y todos pueden estar en cancha. Una medida que, como era de esperarse, causó gran revuelo, con duras críticas principalmente desde el Sifup. Un dato a considerar: en 2023, los foráneos que participaron del certamen completaron apenas un 55% de los minutos totales. Entrenadores y jugadores dieron su visión sobre el tema, y en su mayoría aseguran que la cantidad es muy alta, especialmente porque ahora no llegan jugadores con la misma categoría que en décadas pasadas.

Por: Ricardo Cárcamo 29 de Enero 2024
Fotografía: Raphael Sierra P.

De manera inesperada, en un consejo de presidentes realizado en diciembre pasado se pidió aumentar de cinco a seis el número de extranjeros en cancha para el torneo de Primera División 2024. La medida tuvo el apoyo de 9 equipos (Colo Colo, Universidad de Chile, Palestino, Audax Italiano, Coquimbo Unido, Huachipato, Unión La Calera, Ñublense y Everton) y de inmediato generó controversia.

El Sifup expresó su molestia, afirmando que esto lógicamente perjudicará a los futbolistas nacionales. “Esta decisión afecta negativamente en la formación de jugadores nacionales y en la competitividad de la selección chilena. Tampoco ayuda ni garantiza una mayor competencia en nuestra liga, sino que potencia el negocio de los clubes cuyas propiedades son o están relacionadas con agentes de jugadores”, manifestó a través de un comunicado.

Desde los impulsores de la idea, se asegura que el objetivo es contar con mejores jugadores, de tal manera de poder subir el nivel de la competencia y que eso también pueda traducirse en mejores resultados en el plano internacional. Sin embargo, las cifras de los extranjeros en la temporada dicen todo lo contrario. De acuerdo a un estudio de La Tercera, los foráneos que fueron parte del torneo de Primera sólo completaron un 55% del total de minutos.

Según ese mismo informe, Palestino fue el que utilizó más a sus extranjeros con un 72% de los minutos, seguido por Ñublense con un 71%. Lo llamativo es que Huachipato y Colo Colo, campeones de Primera y Copa Chile, respectivamente, sólo ocuparon a sus foráneos un 40% del minutaje total.

En varios casos, hay extranjeros inscritos como juveniles, por lo que ocupaban uno de los cinco cupos disponibles, y también pasó, por ejemplo, equipos que tuvieron más del máximo pero sin inscribirlos a todos para la competencia.

Entrenadores y ex jugadores dieron su visión, y en la mayoría de los casos coinciden en que el número es excesivo no sólo porque le quita espacio a los jugadores nacionales, sino porque el nivel de los extranjeros que llegan al país en la actualidad dista mucho de los que arribaban a Chile en épocas pasadas.

Número excesivo

Juan Carlos Almada fue un extranjero que aportó muchísimo en el fútbol chileno. Llegó a Deportes Concepción donde fue goleador y luego pasó a Universidad Católica, camiseta con la que fue el máximo anotador de la Libertadores en 1993. “Sería muy irrespetuoso dar una opinión muy profunda, pues hace mucho que no estoy en el país ni tampoco voy, pero me parece mucho que los seis estén en cancha. No sé hasta qué punto eso haga bien, pero repito que no estoy allá y no conozco el trasfondo de la medida. No sé si en Argentina u otros países lo permitirían, pues son idiosincrasias distintas. Viví otra época, sin tantos extranjeros”. Además, comentó que “han cambiado las épocas. Cuando estuve allá, creo que eran cuatro extranjeros como máximo…Otra economía en Sudamérica, en Chile”. Almada también es entrenador hoy, y hace poco tuvo experiencias en Ecuador, donde en primera se permiten ocho extranjeros en cancha. “Dirigí dos equipos de tercera división que te obligan a poner en cancha tres chicos Sub 18, algo que me parecía mal pero pensándolo bien es positivo, pues se le da mucha chance al jugador local”, afirmó.

Antonio Zaracho es otro extranjero que dejó huella en el fútbol local. Y no sólo en el deporte, pues se nacionalizó y se quedó a vivir en Chile. Por ello, su análisis considera esa perspectiva. “Yo soy extranjero nacionalizado chileno. Independiente de eso, que a mí se me dio una oportunidad, considero que tener seis en cancha es mucho. En los años que llegué acá, en la década del ’80, quienes venían de afuera tenían un nivel muy alto y eran figuras en sus clubes, manteniéndose varias temporadas. En el último tiempo, hay muchos que no funcionan y por eso subir la cantidad no tiene lógica. Hay que ver la jerarquía y lo que vienen a aportar al fútbol chileno. Muchos de los que vinieron se nacionalizaron y se quedaron acá, y algunos vivimos en Chile todavía”, señaló.

El ex arquero agregó que “en Brasil, Argentina, Paraguay o Uruguay los chicos debutan muy jóvenes, acá con 22, 23 le dicen el juvenil, y no es así. Cuando pasas de la Sub 16 a la Sub 17 debería haber un roce con los adultos, entrenar con el primer equipo. Sacar jugadores de la cantera debe continuar, pues eso se frenó y con la llegada de un extranjero más eso seguirá así. Gustavo Quinteros en Colo Colo hizo debutar chicos que ya ahora se van al exterior con 18, 19 años porque tuvieron la oportunidad y la aprovecharon… Si viene un extranjero de buen nivel, dejará algo y sobresale, es un ejemplo, obviamente es bienvenido, pero que más de la mitad de un equipo puedan ser jugadores de afuera es mucho. Se puede entender que nuestra formación no es buena, lo que no es así”. Zaracho también planteó un ejemplo que pasó en Colo Colo la temporada pasada. “Trajeron a Darío Lezcano, con un sueldo altísimo, pero casi no jugó”.

Víctor Merello, destacadísimo jugador y luego entrenador, tampoco está de acuerdo con la medida. “Cuando estuve en Deportes Concepción dirigiendo dije que muchos extranjeros le hacen daño al fútbol. Razones hay muchas, una de ellas es que no permite darle tiraje a la chimenea como se dice, y los jóvenes terminan siendo los más perjudicados. No ayuda a que las nuevas figuras vayan creciendo, evolucionando para que el fútbol chileno tenga buen recambio para todas las selecciones. Esto es un negocio, casi nadie se atreve a decirlo. Tener muchos extranjeros en Chile apunta a eso, las autoridades y todos los involucrados quieren lucrar, sin mirar el perjuicio que le hacen al medio”.

Además, añadió que “hoy no llegan las grandes figuras que venían antes, con seleccionados, nombres de jerarquía que le daban un realce a la competencia. Ahora, muchos son jugadores desconocidos, sin pergaminos, que no tienen oportunidades en sus países y vienen para luego intentar ser vendidos a otro lado y poder lucrar”.

En ese sentido, Merello destacó que “hoy llega gente desconocida … Se deberían poner límites, que sean seleccionados o figuras de equipos importantes quienes vengan, de primera división del país que sea. Antes venían Gorosito, Acosta, Leo Rodríguez, Espina, Sergio Vargas, Vasconcellos y Barticciotto, que no era una gran figura pero se hizo camino y fue un tremendo aporte. Independiente de eso, tener seis, cinco es demasiado, creo que máximo debieran ser tres y en segunda ninguno, porque ahí deberían hacer sus primeras armas jóvenes que a veces por distintos motivos no tienen oportunidades en los primeros equipos a los que pertenecen”.

Visión diferente

Richard Zambrano, ex jugador de Fernández Vial, Universidad de Chile y Colo Colo, indicó que no le parece una mala medida el aumento del número de extranjeros. “Si están trayendo más extranjeros, es por algo. Se vio antes que el fútbol bajó un poco, llegó gente afuera y subió, como le pasó a Católica cuando fue cuatro años campeón. No se traen extranjeros para que los que acá queden en la banca por decirlo de alguna manera, creo que la idea es que el fútbol chileno avance, como están haciéndolo todos”, señaló.

En esa línea, agregó que “es una buena medida si se apunta a eso, a subir el nivel. Antes, subían más jugadores de casa al primer equipo, ahora son menos. Si no hay buenos extranjeros, cuando un joven pasa al equipo adulto se puede relajar, y es común ver algo que alguien debuta, hace un par de goles y los venden, y quedamos en las mismas. En el pasado, se vendían dos y te quedabas con cuatro, ahora con suerte aparecen uno, dos”.

Alberto Cisternas, histórico jugador de Fernández Vial, aseguró que “igual en mi época llegaron extranjeros que no dieron el ancho, bien pagados y todos y no pasaba nada, tal como ahora. También había empresarios, menos que hoy, pero existían. Quizás se notaba menos, pero si uno revisa son pocos los que logran triunfar realmente y son figuras”.

Además, comentó que “a veces hay equipos que desechan jugadores y en unos años los vuelven a contratar, porque maduran más tarde o explotan en otro lado por falta de oportunidades (…) Igual pasé por eso que me costó un poco al comienzo. Los técnicos se juegan su pellejo, y no todos tienen la mano para darle posibilidad a la gente joven, por temor prefieren usar jugadores más grandes que un chico de casa. En Vial me acuerdo que un año disputó una final juvenil con Católica, que la dirigía Hugo Macchiavello, esa serie fue segunda contra un equipo que tenía a Tupper, Estay, Tudor, y acá no se les dio una chance de inmediato. Nelson Acosta trajo jugadores de otras partes y no se la jugó por los que venían de abajo. Un entrenador debe tener personalidad para darle chances a los chicos, y los clubes proyectar ese tema. Trabajé varios años en cadetes, viendo chicos que esperaban una oportunidad.

Lo formativo, muy al debe

La medida tomada por los presidentes también apunta indirectamente a un tema que hace años se plantea en el medio local: la poca relevancia que se la da al ámbito formativo. En vez de invertir ahí, la mayoría de las instituciones prefieren optar por comprar jugadores. “Para algunos dirigentes es un cacho, porque no les reporta ningún dividendo. En todos los países la fuerza la hacen las bases…Al que más le quitan y al que menos le dan es al fútbol formativo. Lo otro, el tipo de campeonato que hacen es ridículo. A veces un joven de 17, 16 o 15 años juega muy poco, cuando lo ideal es que a esa edad ya esté empezando en un primer equipo. Con el formato de competencia, algunos no juegan ni 15 partidos en el año. Cuando piensas de esa manera, es imposible que nuestro fútbol surja. Antes había una cuarta especial, un equipo de reservas donde los chicos de 17, 18 años tienen que jugar, incluso los que no son citados del primer equipo también. No se hace ningún esfuerzo para eso, y solo importa lucrar. Están en juego intereses de representantes, muchas cosas que le hacen daño a nuestro fútbol”, dijo Víctor Merello.

El “Chueco” añadió que “otro tema que encuentro ridículo es que jugador esté en cancha por minutaje y que un técnico se vea forzado a ponerlo, dándole una responsabilidad muy grande. Un chico debe ir jugando por las condiciones que tiene e irá creciendo en la medida que sea un aporte para el plantel, no por algo forzado que si no cumples te quitan puntos. Eso daña al fútbol formativo. Hay clubes que andan como gitanos, de un lado a otro porque no tienen dónde entrenar o jugar. Recuerdo cuando al fútbol se le dieron las platas por la venta del CDF… La Anfp debería haber dicho que una parte de ese dinero quedaría en caja para comprar sitios, terrenos para tener complejos para sus primeros equipos y en especial para sus divisiones menores”.

Antonio Zaracho destacó que “al área formativa no se le da mucha importancia. Trabajé años en ese ámbito, y generalmente se tienen pocas herramientas, no hay cancha para entrenar, infraestructura, apoyo para los viajes o no se cuenta con un lugar donde vivir para quienes vienen de otra parte, entonces se van truncando esos procesos. Por ejemplo, en Argentina Lanús ha sacado muchos jugadores y tienen una casa donde llegan los de provincia y se mantienen, estudian igual, se puede hacer todo bien. Acá los clubes no gastan dinero en ese aspecto, la mayoría no lo hace. Ahora casi todos son sociedades anónimas y no invierten en eso ni en el fútbol femenino, sólo en el primer equipo. Quieren resultados inmediatos, y eso es inversión a largo plazo. Por eso los chicos se van tapando”.

Alberto Cisternas comentó que “hay que tener buen ojo igual para elegir a un chico y que pueda responder. Ahora hay muchos que juegan bien un par de partidos y después no mantienen el rendimiento, esa es labor del formador que lleguen bien preparados. Tampoco hay paciencia, si un juvenil anda mal un par de fechas quizás no tendrá más chances, pero un extranjero se le da más confianza en malos momentos”.

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