Solucionar de raíz el tema de las barras bravas, normar mejor la propiedad de los clubes, la influencia de los representantes y limitar los intereses de quienes son parte de alguna institución. Separar la Anfp de la Federación y que existen castigos reales, ojalá penales, para los dirigentes que tienen conductas antiéticas en los clubes, y que esas sanciones no recaigan en los hinchas. Esos son algunos de los aspectos que se deben cambiar, y lo más concreto para conseguirlo es un proyecto de ley que reformará las sociedades anónimas deportivas. Si todo sale bien, comenzará a regir en 2023.
Que el consejo de presidentes controla todo a su antojo, y de acuerdo a sus intereses y también de representantes ligados a los clubes. Que el plan Estadio Seguro fracasó y urge un cambio real que, de una vez por todas, termine la violencia en los recintos deportivos. Que debe separarse la Anfp de la Federación, y que quienes cometan malos manejos en alguna institución paguen como corresponde, y no sean los hinchas los principales perjudicados. Para muchos, por estos y otros motivos el fútbol chileno tocó fondo, y es urgente realizar cambios que permitan regular la actividad de una mejor manera.
¿Es posible llevar a cabo una intervención real, profunda? Hace unos días, el presidente Gabriel Boric dijo, en entrevista con Radio Cooperativa, que “conversaba con el senador Matías Walker, que tiene un proyecto de ley respecto al fútbol, en donde por supuesto que vamos a innovar en esta materia (…) Hoy no afirmaría que los Carabineros son los que tiene que volver, los clubes tienen que hacerse cargo de los espectáculos. Y tienen que terminar todo tipo de vínculo con organizaciones como las barras bravas. Va a haber una intervención”.
Eso es sobre el espectáculo en sí, la “experiencia estadio” como se le llama últimamente. Sin embargo, se requiere una cirugía mayor. Gamadiel García, presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup), aseguró que “la intervención es un tema que planteamos hace muchos años como sindicato, y cuando lo hicimos algunos presidentes dijeron que no se podía, que el fútbol profesional chileno, al ser sociedades anónimas, no se podía intervenir. Lo que nosotros hemos pedido constantemente es que no haya conflicto de interés y que quienes regulan hoy la actividad no sean los mismos presidentes que después votan las reglas o las cambian”.
Además, añadió que “en los mismos consejos de presidentes a veces acuerdan algo y después lo desconocen, y por eso creemos que es importante la intervención para que el fútbol chileno sea competitivo. Y esa intervención no sólo debe ir en el reglamento, sino también en una separación de la Anfp con la Federación, tiene que estar reglamentado el tema de los representantes, de la propiedad de los clubes y un montón de otros temas que lamentablemente no se han resuelto aún”.
Daniel González, abogado con vasta experiencia en el fútbol, apoya ese diagnóstico. “La fiscalía Nacional Económica es el órgano llamado a intervenir. Los órganos civiles o los mismos relacionados al fútbol, no han sido capaces de controlar esto, entonces tiene que haber una fiscalización del Estado, pero a través de un área penal. Si se determina que se está vulnerando la libre competencia, y que hay representantes que son dueños de clubes a través de situaciones de hecho, no legales, tienen que haber sanciones penales. Eso provocará un cambio, pero no creo que quieran, pues es echar a perder el negocio”.
En esa línea, agregó que “el Estado podría crear un órgano que fiscalice y controle el fútbol, pero eso implica recursos. El fútbol es un tema social muy potente, y por eso debe existir un control con penas de cárcel, pecuniarias y suspensión de ejercer cargos, lo que actualmente no pasa. Se puede suspender a alguien de por vida e igual sigue relacionado a la actividad”.
El abogado, diplomado en Derecho de Fútbol en la Universidad de Los Andes, afirmó también que “creo que habrá una oposición clara. Si existe una indagación penal, a través de una fiscalía, del Ministerio Público, sobre los orígenes de los movimientos, las transacciones, los dineros, nos vamos a dar cuenta que incluso presidentes en el fútbol están siendo manejados por grupos importantes de representantes. Entonces, cómo el consejo de presidentes del fútbol chileno va a autorizar o estará de acuerdo en esto. Yo creo que no, no va a ser un buen negocio”.
Víctor Tornería fue el presidente que encabezó el regreso de Deportes Concepción tras ser desafiliado en 2016, por malos manejos administrativos.Hoy es parte del directorio de la sociedad anónima deportiva morada, y sobre el tema dijo que “una posible intervención, cambio de ley o todo lo que se está discutiendo, creo que debe ser con un enfoque sobre en qué forma controlamos el fútbol. Hoy en día el fútbol es equivalente a los casinos. Hay 24 casinos, una superintendencia que se respeta, los casinos tienen establecido cuanto pueden ganar en las tragamonedas y todo. Y si un casino no cumple, le quitan la licencia”.
Tornería agregó que “acá es lo mismo, todo lo que la ley de sociedades anónimas deportivas estableció, nunca se ha fiscalizado. Si la intervención va enfocada a fiscalizar impuestos internos o que la CMF ordene bien y vea desde donde vienen los recursos de los clubes y quienes son los dueños, eso se puede hacer. Si es eso, me parece muy bien. Pero además de eso hay que hacer modificaciones estructurales en el cambio de la ley para poder controlar y evitar que sucedan cosas en el fútbol chileno que están sucediendo en otras ligas”.
Al respecto, añadió que “creo que una intervención va a darse naturalmente. Hoy el modelo del fútbol chileno está haciendo agua por todas partes. Hoy estamos viendo como se está moviendo el fútbol, las hinchadas de los equipos están reaccionando y en varios estadios ya se han visto protestas más que contra las sociedades anónimas deportivas, sino que contra los administradores, por no estar de acuerdo con decisiones y como se manejan los clubes”.
Boric mencionó a Matías Walker y un proyecto para reformular las sociedades.El senador detalló el origen de la propuesta, sus alcances y su estado de avance.
“Es un proyecto que presentamos el año 2017, que aprobó la Cámara de Diputados en su momento y que no se había puesto en discusión en el Senado. Ahora tengo la oportunidad de hacerlo como presidente de la Comisión de Constitución del Senado, para lo cual le pedimos al Gobierno que le pusiera urgencia. Tuvimos una buena reunión con la ministra del Deporte, Alexandra Benado, junto a la diputada Marisela Santibáñez, que es una gran impulsora del proyecto en la Cámara. La ministra comprometió la urgencia de la iniciativa, y el propio presidente Boric le entregó un apoyo público”.
Sobre lo que busca el proyecto, indicó que “los objetivos son cuatro: primero, generar un mecanismo para que los socios de los clubes, los hinchas, puedan adquirir acciones hasta en un 51% de la propiedad de las sociedades anónimas deportivas profesionales, o de los fondos de deporte profesional, y de esa manera designar representantes en el directorio y que se escuche la voz de los hinchas. En segundo lugar, terminar con los conflictos de interés de los representantes que alguna manera participan directa o indirectamente en la propiedad de algunos clubes. Tercero, evitar los conflictos de interés de empresarios que son dueños de más de un club, directa o indirectamente. Y en cuarto lugar, aumentar las facultades sancionatorias del IND, que hoy las tiene respecto de organizaciones deportivas profesionales pero son muy limitadas”.
En esa línea, agregó que “en definitiva, se trata que el fútbol pueda recuperar su legitimidad social. Yo siempre nombro el caso de Deportes Concepción, donde algunos dirigentes llevaron a cabo maniobras reñidas con la ley y la ética, pero los grandes perjudicados fueron sus hinchas. Lo mismo pasó en la Cuarta Región con Ovalle, que bajó de categoría por no pago de sueldos luego que hubo un tremendo esfuerzo de la ciudad por tener un nuevo estadio”.
Del camino que debe seguir el proyecto, Walker detalló que “la ministra del Deporte nos pidió dos semanas para poder trabajar en las indicaciones, en forma conjunta nos van a hacer una propuesta. También me reuní con Pablo Milad, pues es fundamental que el fútbol se sume a estas soluciones, que no vean el proyecto como una amenaza, como lamentablemente lo consideran algunos presidentes de clubes hasta ahora, sino como una oportunidad para que el fútbol pueda recuperar su legitimidad social. El lunes (hoy) me reuniré con una comisión de presidentes de clubes que quieren hacer propuestas. Todos los aportes son bienvenidos, pero llegó la hora de legislar y no seguir dilatando la discusión”.
El senador agregó que “luego, se pondrá el proyecto en tabla, que está en segundo trámite constitucional en el Senado. Votar el proyecto en general, la idea de legislar, que vaya a la sala del Senado, y posteriormente que vuelva a la comisión para que se voten los artículos en particular. Ojalá, tener aprobada la nueva ley de sociedades anónimas deportivas profesionales este año, y que salga del Senado el primer semestre. Ese es nuestro objetivo”.
Uno de los puntos que se menciona al momento de una posible intervención es la voluntad de quienes hoy controlan el fútbol de permitir modificaciones.
“A veces soy muy confiado y no creo que haya mala intención. El mercado del fútbol está desregulado y simplemente es eso. Por ejemplo, la selección está subsidiando los arbitrajes de la Primera División y Primera B, eso hay que regularlo y ordenarlo. Todos los equipos presentan presupuestos y memorias a inicios de año que deben fiscalizarse y cumplirse. Como en Segunda División, donde se debe respetar el fair play financiero de los 30 millones bruto, que antes eran 15 millones y todos sabíamos que los equipos no costaban eso. Hay un tema de ordenamiento y de cumplir lo que establecen los reglamentos, bases y estatutos de la Anfp”, dijo Tornería.
El expresidente de Deportes Concepción añadió que “la CMF e impuestos internos tienen que hacer su trabajo, revisar sus memorias y ver como los clubes manejan sus finanzas. Lo que se le paga a un jugador tiene que estar reflejado ahí, viendo desde donde vienen los ingresos. Nosotros tenemos público en el estadio e ingresos por aquello, así se paga el plantel, más auspiciadores y socios. Ahí es donde yo me pregunto como lo hacen los otros equipos de la división que no llevan público al estadio. Y si hay irregularidades en esa fiscalización, los clubes se exponen a lo que pasa con cualquier empresa que no cumple los reglamentos. Si sucede una vez, multa, si pasa dos, otra multa. Así como a las corporaciones les pueden quitar la personalidad jurídica, a una empresa le puedes quitar el rut y acusar de malversación”.
El abogado Daniel González comentó que “el problema es que al legalizar todo ámbito siempre quedan vacíos, que al final a través de abogados se va viendo cómo seguir operando y seguir interviniendo las mismas personas que es lo que pasa actualmente. El fútbol chileno y también el internacional se ha monopolizado en fuerzas y poderes económicos. Actualmente, la intervención económica en el fútbol chileno está siendo realizada por terceras personas, pero detrás de ellos están los representantes de clubes y eso es algo que es de público y notorio conocimiento. O sea, todos sabemos quién está detrás de varios clubes del fútbol chileno, e incluso en algunos los dueños son la misma persona o de los mismos grupos inversionistas que también trabajan con los mismos jugadores”.
Además, destacó que “cómo regulas a un inversionista que está inyectando recursos a un club de Segunda o Tercera, que es amateur, donde no hay ningún documento legal que respalde que después él pueda tener el control absoluto de ese club social, que funcionan con otras legislaciones y otros fines. O regularizamos todo, nos ordenamos, o sigue siendo lo mismo que hace 20, 30 o 40 años atrás, y la única diferencia que ahora hay abogados. La parte legal cada vez tiene mayor importancia, y hay muchas cosas que se están resolviendo fuera de la cancha, en tribunales. Por eso uno mismo debe especializarse mucho”.