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¿Hasta cuándo se puede sostener un DT si no se dan los resultados?

En todas las disciplinas, pero principalmente en las colectivas, cuando se vive una mala racha o un momento negativo el “hilo se corta por lo más delgado”, que es sacar al entrenador. ¿Es posible para un técnico revertir un momento donde parece tener todo en contra? ¿Es mejor cambiar de aire antes que sea demasiado tarde? Voces que tienen la pizarra en varios deportes dieron su opinión, y aseguraron que todo va a depender de los objetivos planteados, de la convicción que exista en todos los estamentos y que, al menos en Chile, la mayor presión se vive en el fútbol.

Fotografía: Diseño Diario Concepción

Cuando los resultados no se dan, el clamor popular, por lo general, es uno solo:debe salir el entrenador. En Chile, pasa sobre todo en el fútbol, donde quizás la muestra más clara de esa presión la mostró Universidad Católica, que sacó a Cristian Paulucci -técnico que la llevó al tetracampeonato en diciembre- tras diez fechas jugadas. Otro ejemplo en otro deporte es lo sucedido con Cristian Garin en el tenis, que cambió tres veces de DT en la última temporada.

Muchos factores son los que pueden configurar una mala racha, y que van mermando la confianza en el trabajo de un entrenador. Y si esa secuencia negativa continúa, lo más probable es que se opte por un cambio en la banca, que resulta más simple que sacar a 20 jugadores en los deportes colectivos. ¿Es posible que un técnico pueda revertir un presente donde parece tener todo en contra? Voces de diferentes disciplinas, en especial quienes son dueños de la pizarra, hicieron su diagnóstico.

Primero, los objetivos

Daniel Romo, técnico de Old John’s, comentó que “mi respuesta apunta a cómo se sostiene un proceso cuando los resultados son negativos. Todo depende del objetivo. Si el objetivo del entrenador es el 2022 ser campeón y los resultados están siendo irregulares, hay que plantearse qué está pasando, la respuesta del jugador frente al mensaje. Pero también si el objetivo es distinto, como desarrollar el equipo, darle madurez, estructura, formar, la mirada es diferente. Para dar una respuesta concreta, dependerá claramente de la meta que tenga cada equipo determinado, su entrenador, jugadores y dirigencia”.

Al respecto, agregó que “uno como entrenador, si hace lectura que el trabajo no permitirá cumplir el objetivo se tendrá que analizar si tiene los recursos para cambiar lo que está ocurriendo en pos de la meta fijada. Si el mensaje que se transmite llega de la forma correcta a los jugadores, y si algo pasa es su labor ver qué parte no está llegando bien. Son muchos los factores que pueden influir en el rendimiento deportivo. Uno es lo que te decía del mensaje, otro que tan comprometidos estén los jugadores con el objetivo. Además, está la solidez institucional que permite que las cosas fluyan”.

Humberto Bustamante, ex jugador de Fernández Vial y la UdeC, señaló que “en lo personal, y como futuro entrenador -en este minuto me encuentro cursando el último año para ser técnico- muchas veces pasa que un entrenador no saca los resultados deseados. La llegada con los jugadores y con los dueños del equipo es clave. Y en eso, es fundamental cómo sea tu metodología de trabajo. Si eres creíble, puedes sacar tu tarea adelante”.

En ese sentido, destacó que “lógicamente hay un límite y el entrenador también lo sabe, por eso tiene que sentir el respaldo de su grupo de dirigidos, ya que ellos son los que lo van a representar en la cancha. Defenderse mutuamente, ser un equipo. Creo que esa es la clave para la continuidad de un entrenador en un equipo aun teniendo resultados adversos y buscando siempre la mejora en el rendimiento”.

Los procesos

Por lo general, cuando un entrenador llega a un equipo o a trabajar con un deportista es pensando a mediano plazo al menos. Son pocos los escenarios donde asumen el puesto por poco tiempo y pensando en objetivos casi inmediatos, aunque ello ocurre sobre todo cuando se trabaja en clubes o con atletas de primer orden.

En Chile, esas presiones están relacionadas casi exclusivamente al fútbol profesional. Raúl Umaña, entrenador de balonmano de Deportes Concepción, comentó que “en nuestro deporte la labor es bastante más estable, y el desarrollo de un entrenador no está supeditado a los vaivenes de los resultados como en el fútbol. Pasa también que es necesario entender y respetar los procesos principalmente en la formación, para poder sentar las bases y contenidos que se debe trabajar a una determinada edad. A edades tempranas lo importante es generar adherencia al deporte, que disfruten y aprendan e juego, en los niños nunca imitar el entrenamiento o juego de adultos. Ya en fases de especialización, creo que cuando los resultados no llegan hay que analizar muy bien el trabajo y la relación entre el equipo y cuerpo técnico. Capaz que el entrenador no sea claro o no entregue bien los conceptos para la construcción de un modelo de juego”.

Jaime Urrutia, técnico de básquetbol en el Deportivo Alemán, indicó que “si un entrenador entra en un macro ciclo, entre tres a cuatro años, debería estar hasta el final del proceso. Pero depende en qué nivel esté. Porque si es la parte formativa es una cosa, pero si lo hace en el ámbito competitivo, ahí el que es sacrificable siempre es el entrenador. Por eso la rotación que muchas veces en los equipos profesionales, porque es más fácil cortar al DT que sacrificar a dos o tres jugadores que muchas veces son además parte ancla de la institución. En el ámbito formativo, al cabo de dos años o al final de una temporada se puede hacer una evaluación respecto a si se están cumpliendo o no los objetivos”.

Urrutia agregó que “ahora, también hay que ser claros en que nuestro medio no se caracteriza precisamente por hacer procesos, nuestro medio es súper exitista entonces la realidad de las cosas es que vamos a otros países nos damos cuenta de que los procesos tienen, primero, un nivel técnico-táctico y académico altísimo en cuanto al aprendizaje de los deportistas, y por eso tienen éxito a mediano y largo plazo. Acá lamentablemente somos exitistas a corto plazo y muchas veces el entorno visibiliza aquello como más importante que un proceso, obtener un triunfo en vez de que salgan cuatro o cinco jugadores proyectables a nivel nacional”.

Alexie Aeleoiza, entrenador de balonmano en la UdeC, dijo que “el fútbol es un deporte profesional donde lo que prima es fundamentalmente un tema comercial. Y evidentemente si los primeros equipos no tienen un buen resultado, sobre todo en los llamados clubes grandes, influye en la relación de publicidad y la perspectiva que se tiene en la generación de recursos. Es complejo, porque es un concepto que se da mucho al menos acá en Chile, pero que se contrapone con el trabajo eficiente, entendido como una labor consistente en el tiempo. Y la única forma de que sea así, es con procesos medianamente largos. Por eso es que los procesos son importantes en la medida que se tenga claridad de los objetivos que se quieran desarrollar”.

¿Se puede cambiar el rumbo?

En los malos momentos, muchos entrenadores dicen tener la convicción que pueden cambiar la situación. Daniel Romo señaló que “soy más creyente del tema de los procesos, entonces aunque uno gane o pierda siempre tiene que revisar lo que se está haciendo. Puedes ganar un partido pero hacer cosas que no estaban dentro del plan de juego o estrategias que no estaban pensadas para ese encuentro determinado. No comparto mucho eso que se evalúen las estrategias o el mensaje a partir del resultado, en realidad siempre se tiene que mirar. Siempre hay que estar ‘olfateando’, mirando la recepción de los jugadores respecto a lo que se pretenda realizar”.

Además, indicó que “claro que uno debe estar abierto al cambio. En el camino, en el proceso uno puede darse cuenta que una estrategia determinada le sienta mejor al grupo, responde mejor y trabajar sobre ella. O al contrario, uno se da cuenta que una estrategia determinada no va con las características de los jugadores o la idiosincrasia del grupo y el entrenador debe tener la capacidad de ir cambiando”.

Sobre si un jugador puede dejar de confiar en el entrenador, Humberto Bustamante aseguró que “a veces la toma de decisiones no siempre será la correcta y tanto entrenadores como jugadores cometerán errores. Lo importante es tratar de cometer las menos equivocaciones posibles, pues eso debería llevar a sacar un resultado positivo. Muchas veces uno como jugador claramente cuestiona decisiones del entrenador, cuando eres joven solo debes acatar, y si tienes la confianza o eres mayor quizás puedas dar tu punto de vista. El jugador deja de confiar, creo yo, cuando el entrenador no tiene los conocimientos y los trabajos ideales para sus dirigidos. Su plan de trabajo, sus entrenamientos, son fundamentales para que su grupo lo respalde”.

Alexi Ponce, director de Go Focus, indicó que “el entrenador tiene que tener una capacidad de adaptación muy alta. Normalmente cada técnico tiene una manera de resolver las cosas, su propia estrategia, pero muchas veces se tiene que adaptar a los deportistas, al contexto, a la calidad. Y esa habla de una sensibilidad que debe tener pensando en que no hay una única manera que los resultados. Por lo tanto, si algo no está funcionando, algo no está obteniendo una manera de trabajar, no está dando los resultados, tiene que buscar nuevas maneras. No solo insistir en lo que sabe, sino innovar en aquellas cosas que hoy el deporte exige”.

“Hacer la cama”

Cuando un entrenador está cuestionado, es común que se escuche esa frase, que se relaciona con que los jugadores no darían el máximo porque quieren que se vaya el técnico. Al respecto, Humberto Bustamante aseguró que “no te digo que no pueda pasar. Pero prefiero pensar que los resultados no se dan por ABC motivo, porque dejarse perder muy pocas veces se ve, y en el fútbol los jugadores siento que siempre tratan de ganar, sino también ellos se ven perjudicados”.

Daniel Romo comentó que “no sabría responder. En el ambiente en que he estado en el deporte, no lo he visto nunca. La mentalidad del deportista es competitiva por naturaleza, entonces no veo a alguien no jugando al máximo de su potencial porque no le guste el técnico. Sería una actitud muy poco profesional, aunque sea en el ámbito amateur. En mi experiencia en el rugby no lo he visto, y no creo como te decía que un jugador no dé el máximo por algo así. En el mundo del rugby se trabaja mucho el diálogo, hay grupos de líderes en un plantel, se conversa lo que se hace, lo que se proyecta, mirando qué se hizo bien, qué se hizo mal, dónde innovar”.

Alexi Ponce afirmó que “no, yo no creo en eso. A ningún jugador, ningún deportista le gusta tener malos resultados. Lo que pasa es que hay elementos de relación, de vínculos, que hacen que los cambios sean importantes. Cuando a veces se saca a un entrenador el deportista rinde mejor, el equipo rinde mejor, pero no porque le haya hecho la cama al técnico. Simplemente, hay un nuevo enfoque, una nueva posibilidad salen nuevas expectativas, hay una mejora en las relaciones y eso evidentemente tiene un efecto. El deporte no es solo la parte física, sino que también la parte mental”.

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