Sánchez marcó dos golazos en un césped lleno de pozas, mientras el portero chileno sacó cuatro pelotas imposibles en el peor momento. Viene duro, pero la “Roja” aún está viva.
Pitazo final y Alexis Sánchez apenas puede erguirse. Marcó dos goles, metió un tirazo al travesaño y sabe que este 3-2 es oxígeno, es vida para un equipo que estaba en el suelo. Fue figura junto a Brayan Cortés, el inesperado héroe en La Paz luego de sacar cuatro pelotas increíbles, sobre todo, en ese tramo del segundo tiempo donde Chile era bombardeado. La “Roja” está viva y tendrá que ganar a Brasil, Uruguay y sacar cuentas.
El comienzo fue extraño porque la cancha mojada incomodó más al local y Chile lo leyó bien. Empujó con la fuerza de Brereton y el buen nivel de Isla por la derecha, además de abrir la cuenta con un misilazo de Sánchez mediante tiro libre (14’), algo hace mucho no funcionaba. La visita sorprendía, Paulo Díaz se animaba en ofensiva y era el momento de asegurar para que Bolivia no despertara.
Pero falló Pulgar, como en toda esta doble fecha, le robaron el balón y Cortés envió un tirazo de Saavedra al córner. En el tiro de esquina, Enoumba arremetió sobre el propio Pulgar y emparejó a los 35’ con violento testazo. Hasta ahí era injusto, tanto como lo fue finalmente que el local saliera con las manos vacías después de todo lo que generó en la segunda fracción.
Farías metió tres cambios de golpe y Bolivia se fue con todo sobre la portería de Cortés. El ex Colo Colo tuvo personalidad para responder a todo, dio seguridad y tuvo cuatro salvadas de partido. Sacó un remate abajo de Ramiro Vaca, un cabezazo bombeado de Moreno Martins, un derechazo arriba de Arce y un tiro de Enoumba ganando otra vez por arriba. Lo del guardameta fue monumental.
Chile cruzaba los dedos para salvar un punto que no le servía de nada y no se veía por donde contrarrestar en ataque. ¿Algún movimiento desde la banca? Solo aportó algo el ingreso de Pablo Parra, que se atrevió en una a rematar de distancia y de inmediato falló un par. Sin construcción de fútbol, se apostaba al bombazo.
Pero en un instante de iluminación, Chile se juntó como en el primer tiempo. Ni siquiera eso… Como en sus mejores tiempos. Sánchez otra vez tomó la bandera, abrió al “Huaso” Isla y este cedió de primera al centro del área para Marcelino Núñez, quien empalmó con pierna derecha, rasante, al centro del arco y por debajo de Lampe. Premio para un chico joven, intermitente, pero talentoso. Uno que hace rato busca afirmarse.
Faltaban más de 15 minutos, Bolivia se iría arriba otra vez y Chile ya no tenía al buen Brereton. Pero quedaba Alexis y tenía más trucos guardados. A los 85’ tomó una pelota a la entrada del área y encaró como si estuviera en el Arsenal. “Maravilla” definió con derechazo abajo sin tanta fuerza, pero muy lejos de un Lampe que se quedó parado. Con lo último, el goleador histórico coronó su partidazo.
Pero este Chile no es de victorias fáciles y sufrió cuando desbordan a Suazo y el centro es impactado de cabeza por Moreno Martins. Quedaban 6 minutos de descuento y lo más claro fue otra vez con Alexis, mandando un tiro libre imposible al travesaño. Se ganó y el Mundial sigue estando lejos, pero al menos Chile sigue ahí, cuando ya se le daba por muerto.