Deportes

Desde Punta Arenas llegaron las patadas más duras a la UdeC

Estudiante de último año de Nutrición y Dietética , este sureño ha destacado en el torneo Adesup, con actuaciones que le permitieron ser campeón nacional. Deportista de raza, incluso disputó Juegos de la Araucanía en otra especialidad.

Por: Samuel Esparza 24 de Enero 2022
Fotografía: Cedida

De pequeño, a Javier Duarte (22) no había cómo pararlo. Era el típico niño hiperactivo, con una energía que le duraba todo el día. Hacía todo tipo de actividades, sin embargo el vigor seguía corriendo intacto por su cuerpo.

Pero todo cambió cuando, cursando sexto básico en su natal Punta Arenas, ingresó al taller de taekwondo de su colegio, a cargo del profesor Israel Andrade. A poco de andar, se dio cuenta que ese sería su deporte, el único capaz de cumplir con las exigencias que su carácter le pedían.

Los entrenamientos fueron forjando su personalidad y solo una cosa faltaba para completar el juego perfecto: la competencia. Y, para su felicidad, esta era parte central de este nuevo deporte.

“Siempre practiqué deportes colectivos, y cuando vi este que era individual, donde si quería ganar debía esforzarme yo mismo, me encantó. Me apliqué harto en las prácticas, eso me permitió aprender rápido y que el profesor me invitara a su academia. Ahí empezó una dinámica de muchas competencias, que incluso nos permitieron ir a torneos en Argentina, donde crecimos muchísimo por el nivel que había”, recuerda.

Paréntesis sobre ruedas

Todo iba a pedir de boca para Javier, hasta que estando en Primero Medio se rompió un menisco, por lo que tuvo que guardar el traje blanco.

Como parte de su recuperación, le recomendaron hacer bicicleta, disciplina que lo fue entusiasmando al tal punto que el mismo profesor Andrade, quien lo inició en el taekwondo, ahora vio sus condiciones para las dos ruedas y lo instó a prepararse.

“Es un deporte bien sacrificado, súper distinto. Empecé a pedalear harto en la casa, después en la ruta, y el ‘profe’ me llevó a un clasificatorio para los Juegos de la Araucanía. Fui, me metí a una carrera de 100 kilómetros y clasifiqué. Ese año 2016 los juegos se hicieron justamente acá en Biobío y pese a que no nos fue tan bien, para mí fue una experiencia súper positiva, porque además conocí la Universidad de Concepción, visité el campus, me gustó y ahí opté por estudiar acá. Mi paso por el ciclismo definió el futuro”, asegura.

Regreso a lo grande

Corría 2018 cuando Javier Duarte entró a estudiar Nutrición y Dietética a la UdeC, donde desde un inicio se propuso retomar el deporte que había dejado atrás hacía tres años.

“Cuando ingresé a la universidad vi que había un taller a cargo de la profesora Viviana De la Rosa. Comencé de inmediato en el primer semestre, ella me instó a ganarme un puesto en la selección y me motivé con ese objetivo en mente”, relata.

“Me encontré con un nivel muy alto, por ejemplo en mi categoría había gente como Vicente Figueroa, un excelente deportista que pasó a ser mi competencia y me obligó a mejorar. Crecí mucho porque el taekwondo había evolucionado, la tecnología era otra además hasta con petos electrónicos. En todo ese cambio me ayudó la profesora De la Rosa”, agregó.

Fue tal su motivación y las ganas que le puso, que se ganó un lugar en el representativo auricielo que disputaba Adesup. Y con grandes resultados.

“Fue un trabajo arduo llegar a la selección. Tuve la suerte que ese año podían ir hartos deportistas a la liga universitaria. La primera competencia fue especial, no combatía en mucho tiempo, pero aun así gané el primer clasificatorio. Fue bastante entretenido, extrañaba la sensación de combatir”, rememora.

Lejos de cualquier pronóstico, el regreso de Duarte fue avasallador, ganó los dos clasificatorios regionales clasificando al nacional universitario, donde volvió a sorprender para quedarse con el título de campeón.

Un rendimiento que no se detuvo ahí, ya que al año siguiente volvió a ganar los dos clasificatorios, y solo el estallido social y la pandemia, evitaron que pudiera defender su corona.

“Fue una vivencia muy bonita reencontrarme con el deporte, y lograr esos grandes resultados fue realmente inspirador. Se extrañó mucho la competencia estos dos años, así es que como me queda mi internado este 2022, pretendo volver a competir en Adesup. Es algo que me entretiene y tengo la capacidad para superarme a mí mismo. Ojalá pueda despedirme ganando algo, dejando en lo más alto a mi universidad”, sentencia.

Etiquetas