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Los finalistas olímpicos se reúnen en el agua cuatro décadas después

En los JJOO de Los Ángeles, el bote chileno del Ocho con Timonel hizo historia para Chile disputando la medalla de oro frente a los mejores equipos del mundo. A casi 40 años, el grupo volverá a remar en la Laguna Chica para recordar el hito que marcó la ruta ganadora para las futuras generaciones.

Por: Samuel Esparza 10 de Enero 2022
Fotografía: Cedida

Todo gran presente tiene un comienzo, y el del remo nacional -vigente campeón sudamericano y panamericano- probablemente se remonte cuatro décadas atrás, con la denominada generación dorada que alcanzó renombre internacional, mucho antes que apellidos como los Abraham, Vila o Cárdenas conquistaran podios por el mundo.

Fue en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 cuando un grupo de jóvenes remeros hizo historia para el país, logrando meterse en la final del Ocho con Timonel, marcando el inicio de una tradición que hoy tiene a la disciplina encumbrada al estatus de ser la más exitosa del deporte chileno en cuanto a resultados se refiere.

Rodrigo Abasolo (timonel), Víctor Contreras, Mario Castro y Zibor Llanos, todos del Canottieri Italiano de Concepción; Carlos Neyra, del CD Español; Giorgio Vallebuona, del Deportivo Alemán, y Marcelo Rojas, Alejandro Rojas y Rodolfo Pereira, del Club Fénix de Valdivia, integraron el bote que además contó con Juan Riquelme (Alemán) como reserva y con Hernán ‘Nano’ Cerro y Roberto Ojeda, como entrenadores, conforman el grupo que marcó el camino de la excelencia para las generaciones posteriores.

Protagonistas de una aventura que resultó una proeza para un país poco acostumbrado a codearse con la elite deportiva mundial, sobre todo en tiempos donde tanto países europeos como norteamericanos estaban a años luz en infraestructura y metodología deportiva.

Las crónicas de la época daban cuenta de aquello detallando el peregrinaje del equipo nacional en la cita de los cinco anillos, donde debió competir en un bote viejo, con 20 años de uso y fuera de circulación, además de remos arrendados.

Obstáculos que no impidieron a los representantes nacionales cumplir el sueño de disputar una final olímpica frente a las grandes potencias del mundo, con la entereza y el orgullo del remero chileno, tan reconocido hoy en todas las pistas.

Reencuentro en el agua

Para celebrar las cuatro décadas del proceso que derivó en esa final olímpica, este sábado 15 de enero el grupo se reencontrará en la Laguna Chica de San Pedro de la Paz, en una actividad largamente esperada tal como explica uno de los protagonistas de la ocasión, Zibor Llanos.
“Todo partió en 1982 cuando fuimos campeones sudamericanos, al año siguiente logramos el subcampeonato panamericano en Caracas y cerramos en 1984 con los Juegos Olímpicos. Por eso queremos celebrar estos 40 años pensando también en la amistad que se generó y en que queremos hacerlo en vida, porque todos tenemos sobre 60 años ya”, sostuvo.

“Pensamos que, sin desmerecer a lo que había antes, abrimos las puertas a lo que es el remo hoy a nivel país. Mostramos un camino pues cada uno de nosotros teníamos nuestra propia experiencia internacional con campeonatos mundiales en el cuerpo, el oro Odesur y sudamericano, con triunfos sobre Brasil y Argentina. Y un segundo lugar en Juegos Panamericanos, donde derrotamos a tremendas potencias como Canadá y Cuba”, añadió.

Llanos explicó el plan para la reunión de este sábado, en el Club de Campo Llacolén. “Tenemos pensado salir a remar en un bote que nos prestó el Club Alemán, no sé qué saldrá, pero será entretenido porque esto no se olvida. Después, al mediodía, haremos una charla con niños y jóvenes remeros para contar nuestra experiencia y que se enriquezcan de ella. Será una celebración pero también una instancia para entregar el mensaje de que las metas se pueden lograr cuando hay esfuerzo”, sentenció.

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