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Bruno tomó la paleta en vez del celu y apunta alto

Pudo ser ciclista, pero prefirió la red y los remaches a la mesa, donde ya es seleccionado chileno con 11 años. En su futuro hay un campeonato en Argentina y sueña con ser campeón mundial. Su mamá es sicóloga y de pequeño le inculcó el deporte sobre el exceso de tecnología.

Por: Paulo Inostroza 03 de Enero 2022
Fotografía: Cedida

Siempre fue deportista. “Hice fútbol, bicicross, padel, patinaje. De todo”, cuenta Bruno San Martín. Y tenía habilidad, tanto así que compitió a nivel nacional arriba de su bicicleta. Vivía en el campo (Quillón) y cuando se trasladó a Bulnes comenzó a entusiasmarse con el internet. “Ahí tuve que ser drástica porque los celulares y tablet son una adicción. Un día le tomé el celu y lo tiré de un séptimo piso. Le dije que él buscara lo que le gusta y en el tenis de mesa lo encontró”, cuenta su mamá, Jenniffer Iturra. Hoy tiene 11 años y es una destacada paleta a nivel nacional.

¿Y cómo se fue encantando con este deporte? Su mamá recuerda que “entre la bici y el fútbol llegaba siempre golpeado, con el tenis de mesa es distinto”. Bruno expresó que “es divertido y siento que cuando ya aprendes a jugar, sientes la paleta, el juego. Empecé a ir rápidamente a torneos, me fue bien y nunca me he puesto muy nervioso. Me siento cómodo. Cuando más chico viajaba a todos lados con mi mamá, ahora voy con mi entrenador, Esteban Carrasco, y ha sido súper importante. Ahora que me dedico en serio al deporte entreno seis o siete horas diarias y hasta almuerzo con el profe”.

Estudia en el colegio Santa Teresa de Los Andes, de Bulnes, y cuenta que “me toca viajar harto y hubo un tiempo donde me tocó faltar hasta una semana completa, pero han sido flexibles y el profe Esteban me ayuda con los permisos. Igual me va bien en el colegio”. También hizo un espacio para hablar de sus padres. “Mi papá (Nicolás) fue futbolista y jugó en Ñublense y Naval. Mi mamá no es tan deportista, pero me ha acompañado siempre. El deporte ha sido importante para mí y en pandemia me di cuenta cuánto lo echaba de menos”.

De esos durísimos días de encierro, re cuerda que “fue como un año fuera de competencia, de no jugar… Me costó volver. Después me ganaban todos y menos mal que pude recuperar mi nivel. En el último nacional le gané al 2 de Chile (Bruno llegó rankeado en el número 9) y quedé seleccionado, por estar entre los 4 primeros. En febrero tengo que ir a Argentina y mi sueño es ser campeón del mundo. Siempre le digo eso a mi mamá”.

Hábil y empático

Jenniffer recuerda este camino antes del tenis de mesa y relata que “siempre tuvo una habilidad innata para los deportes. Era bueno para todo y con la paleta empezó a ganar sin entrenar tanto. Después se dio cuenta que para llegar más arriba se necesita harta disciplina, levantarse temprano, dedicarle hartos días. Pero lo otro, la agilidad, la habilidad la ha tenido siempre”.

Por eso destaca mucho el aporte de su técnico. “Llegó a él de una manera súper curiosa. Estaba en Sparta buscando una paleta y le preguntó a otro niño que estaba en lo mismo, dónde jugaba. Ahí le recomendó al profe Esteban Carrasco, que fue campeón nacional. A Bruno lo habían echado de varias partes, buscaba mesas, no tenía club. El profe era entrenador de deportistas paralímpicos, sacó campeona una chica con parálisis cerebral, pero lo vio jugar, le gustó lo que podía hacer y se hizo cargo. Después empezaron a llegar más niños y ahora son un grupo de cinco. Ahora tuvieron un paseo y comparten todos, para Bruno una persona en sillas de ruedas o con prótesis es una amigo más, como debiera ser”.

¿Y cuánto ha crecido su hijo gracias al deporte? La sicóloga resalta que “Bruno juega estilo lapicero, que es más complejo que el clásico, así jugaba siempre su entrenador. Siempre dice que quiere ser campeón nacional. Es súper independiente y todos me destacan que es un chico muy sensible, empático, preocupado por todos. Es competitivo, pero más que todo con él mismo. Para los niños el deporte es fundamental, encerrarlos en la tecnología es matar una parte de ellos, matar su creatividad”.

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