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Ángel ferroviario: la alegría después del zapatazo arriba

Técnico vialino Claudio Rojas destacó a Gillard, pero sobre todo a un equipo que mostró fútbol y mucha actitud para vencer a Cobreloa con cuatro delanteros en cancha.

Por: Paulo Inostroza 22 de Octubre 2021
Fotografía: Raphael Sierra

La gente lo pedía mucho y Ángel Gillard no los defraudó. Con el partido empatado, sacó un terrible derechazo arriba y Fernández Vial ganó 3-2 a Cobreloa. Su segundo tanto del año.

El jovencito argentino comentó que “cuando llegué acá me costó un poco adaptarme. Uno anda detrás de un sueño y hace cosas inexplicables para lograrlo. Me tocó entrar en un momento difícil y me salió este gol que es para mi mamá. Estoy viviendo un lindo presente, me siento como en mi casa, con los compañeros, la tía de la pensión y la gente linda que viene apoyar. Cada día amo más al Vial. Sacamos la tarea adelante más con mente que con el físico”.

El técnico Claudio Rojas apuntó que “irnos abajo el primer tiempo era demasiado castigo, pero era un llamado de atención: dos goles donde entran por el medio. Con la lesión de Solano metí un delantero más, me la jugué a concho. Incluso, defendimos el 3-2 atacando. La gente se merecía un triunfo así, es tranquilizador en la tabla. No fue fácil… bueno, partidos fáciles no hay. Recuerdo una con la Sub 15 de Colo Colo y nunca más”.

De su propuesta ultraofensiva advirtió que “estábamos 2-2 y no queríamos empatarlo. Metimos a Ávila en la banda y pusimos cuatro delanteros, con Espinoza jugando al lado de Sanhueza. A veces resulta ya veces no, pero me recordó a lo que hicimos esa vez que le ganamos a Lautaro en Collao. Partimos con un sistema 4-3-3 y después lo cambiamos. Ellos manejan los cambios de sistema buscando siempre volumen de ataque y no tanto el uno contra uno, sino llegar asociados”.

El entretiempo fue especial. “No todos los partidos son justos, recuerdo el gol bajo la barrera con San Marcos, el gol de Magallanes sin llegar más al arco. Esta vez no hubo salida de madre en el camarín, pero sí café cargado. Sentía que el resultado era injusto”.

Sobre el ingreso y golazo de Gillard, manifestó que “con Ángel es una confianza súper especial, porque si me ponen un micrófono en la cancha soy de retos fuertes, lo hice para que se metiera en el partido. Llegó siendo un niño y ya maneja más conceptos, correr menos y entender otras cosas. Ángel está en el gimnasio temprano antes que todos, trabaja duro y el fútbol lo premia. Eso me alegra mucho”.

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