Diario Concepción Radio UdeC TVU Noticias La Discusión
Deportes

Cristóbal mueve y el chico tímido se vuelve temible

Alumno del Liceo Polivalente de Nacimiento cuenta cómo partió de cero en el ajedrez hasta transformarse en un competidor sobresaliente. Ha viajado a Bolivia y Perú mostrando sus destrezas y sueña con ser Top 3 de su categoría a nivel nacional.

Por: Paulo Inostroza 30 de Agosto 2021
Fotografía: Cedida

Volvieron las competencias escolares del IND y uno de los nombres que vuelve a llamar la atención es Cristóbal Guilloux Alvear.

“Vuelve” porque el ajedrecista de 14 años y oriundo de Nacimiento venía destacando desde mucho antes. Desde los 9 años, para ser más precisos. Hoy tiene 14, ha crecido deportivamente y como persona y tiene sueños en grande, siempre sentado frente a ese tablero donde se ve tan cómodo. Donde desafía siempre con una sonrisa.

Estudia en el Liceo Polivalente de su ciudad y cuenta que “recuerdo cuando empecé en el ajedrez, era pequeño y admiraba mucho a un amigo de mi mamá. Un día me contó que jugó ajedrez, que había ganado algunas medallas y quise hacer lo mismo. Así partí. Justo, en Primero Básico, entró un profesor a la sala preguntando quién quería inscribirse en ajedrez y me anoté. Entré sin saber nada, pero muchas ganas de aprender”.

¿Y en qué momento se dio cuenta qué tenía condiciones? Cristóbal echa la memoria atrás y explica que “en Segundo Básico llegó el profesor Benjamín Cid, que es mi entrenador hasta ahora, y ahí siento que di un salto grande. Empecé a subir mi nivel, me ayudó mucho. Igual seguía teniendo miedo de competir con otros colegios, solo jugaba dentro de la escuela”.

Ese fue uno de los escollos que debió superar y el deporte ha sido fundamental: su gran timidez. “Lo que pasa es que, cuando empecé, sentía que era el más malo del taller. Acá era el más chico y me ganaban todos, sentía que no tenía nada que hacer en un torneo. Me tenía muy poca fe. Cuando ya me atreví, recuerdo que en las primeras competencias tampoco me iba bien. Sacaba un punto. Había un rival que me ganaba siempre y llegaba molesto a la casa, lloraba”, repasó.

Subiendo peldaños

Pero la constancia, el no tirar la toalla en la adversidad, la fortaleza mental y el apoyo familiar pudieron más. Con paciencia, los resultados tenían que llegar. ¡Y vaya qué llegaron! Cristóbal relata que “el primer año llegué al Regional y era divertido porque no me conocía nadie. Era el nuevo ahí. Tenía miedo, pero nos preparamos mucho, le gané al campeón del año anterior y terminé segundo. Eso me permitió viajar al Nacional, a Santiago”.

Y allá tuvo algunas complicaciones para mostrar su mejor repertorio. “Fue difícil porque siempre he tenido un problema con los viajes largos. Me enfermo, me siento mal. Esa vez llegamos a Santiago y tenía dolor de cabeza y otras cosas. Perdí en primera ronda. En el ajedrez la condición física es súper importante, no es solo mover las piezas. Son cosas que se preparan y toman un buen tiempo”, detalló.

Pero tuvo otros viajes, fuera del país, gracias a esta disciplina que tanto ama. Cristóbal contó que “fui a Bolivia cuando era categoría Sub 10 y no tuvimos mucho tiempo para conocer el país, pasamos mucho en el hotel. Ahí todavía no tenía tan buen nivel, era chico y saqué 3 o 4 puntos. Más adelante me tocó ir a Perú. Me gustaría llegar a ser Top 3 de mi edad a nivel nacional y ganar un Nacional. En mi familia siempre me apoyan, aunque soy el primero de nosotros que se mete en esto del ajedrez”.

La que está en todas

Y cuando habla de apoyo, sin duda, el nombre de Clara Alvear es el primero que cita. Su mamá asegura que “voy a todas partes con Cristóbal. Cuando viajó también fui, también su profesor. Era más pequeño y me gusta que compita, porque le gusta. En la casa nadie más juega ajedrez, pero nos entusiasma lo que él hace y somos felices con eso”.

Ella está convencida de que el deporte le ha dado muchas cosas a su hijo, que lo ha hecho crecer. “Cuando recién comenzó no quería participar mucho, salir a jugar contra otros colegios, pero fue superando esa timidez. Además, le empezó a ir bien. Antes perdía y lloraba, pero ha puesto mucho de su parte para irse superando. Creo que está bien que saque sus emociones, lo que tiene adentro. Todavía se frustra un poco si no gana, pero está aprendiendo y es un orgullo”.

Cristóbal cuenta que “tengo promedio 6,5 o 6,6 en el colegio. Ando por ahí” y su madre afirma que “ha podido viajar con el ajedrez, cuando era pequeño, y son experiencias que a todo niño le sirven, más allá de lo deportivo. En la casa estamos contentos y lo vamos a seguir adonde sea”.

Etiquetas

Notas Relacionadas