Ya está en Japón la mejor exponente del paracanotaje chileno de la historia. Katherinne Wollermann arribó al país del lejano oriente donde, en unas semanas, será una de las cartas nacionales en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, en lo que será el cierre de la mayor fiesta del deporte mundial durante este año.
La deportista, que participará en sus segundos juegos consecutivos tras haber disputado Río 2016, viajó hasta Asia junto a su entrenador Ariel Rubilar, luego de pasar un intenso tiempo de preparación en Coquimbo, con el objetivo de asemejar las condiciones climáticas que enfrentará en el evento de los tres agitos. Y actualmente está esperando tener el visto bueno para hacer ingreso a la villa olímpica, en la capital japonesa, según señaló su madre, Margot Zapata.
“Efectivamente ella aun no ingresa a la Villa Olímpica, está en una ciudad llamada Kami, entrenando y lidiando con la temperatura, con el clima, el viento de Tokio y todas esas cosas”, manifestó en relación a su estadía en la localidad donde se albergará a la mayor cantidad de atletas chilenos durante el evento, como resultado de un convenio realizado con el Comité Paralímpico de Chile (Copachi).
Apagando velas en el agua
Los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 tendrán su ceremonia de inauguración el martes 24 de agosto y tendrán su clausura el domingo 5 de septiembre, con una participación de 19 deportistas en el Team ParaChile, en lo que marcará un récord de participación por parte del país.
En el caso de Katherine Wollermann, tendrá su debut el viernes 1 de septiembre en las series de clasificaciones de la clase funcional del KL1. Y donde comenzará a cimentar su objetivo de superar el cuarto puesto alcanzado en la cita de Río 2016, meta que se vio reforzada luego del podio logrado este año en la Copa del Mundo de Hungría.
Por lo pronto, intenta adaptarse lo que más puede a unas condiciones climatológicas que fueron factor en los juegos convencionales, además de finalizar el trabajo de aprendizaje de algunos cambios técnicos que ya estrenó en Hungría. Un esfuerzo que incluso la hizo pasar su cumpleaños número 29 lejos de casa y en el agua. Otra muestra del compromiso de Katy y que ojalá pague con medallas en Tokio.