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Matías Alegría solo pide una más para su familia del rugby

Después de años de rozar la gloria, la UBB logró el título a nivel regional y el “Mati” fue uno de las figuras del equipo de Beretta. Muchos de ellos están egresando y no quieren que la pandemia les quite el sueño de jugar un torneo más.

Por: Paulo Inostroza 09 de Agosto 2021
Fotografía: Cedida

Es de Los Ángeles, trabaja en Arauco y por años ha sido una de las figuras del rugby de la UBB. Matías Alegría está terminando la tesis para titularse de Ingeniería en Ejecución Mecánica, mientras otra parte de su cabeza piensa en la ovalada, en el tremendo equipo de la universidad y en la posibilidad de jugar algún partido más. “Tenemos la esperanza de jugar un torneo más o lo que sea, porque después egresaremos casi todos. Sería lindo”.

De sus comienzos deportivos, recuerda que “de chico, alguna vez jugué ping pong, no mucho más. En Tercero Medio, un amigo que años después falleció me llevó al Crula, que es un club de Los Ángeles. Yo creo que fue un día y me enamoré, no salí nunca más. Me gustó mucho la filosofía de este deporte, que de afuera se puede ver muy bruto, pero como dice una frase por ahí: es un deporte de bárbaros jugado por caballeros. Todo queda en la cancha y el respeto y compañerismo está sobre todo”.

Y es que sus compañeros se transformaron en algo más. “Hubo seamanas en que entrenábamos todos los días y jugábamos el sábado. ¡Los veía más que a mi familia! Porque a mis papás los veía cuando viajaba el domingo… Si es que viajaba. A veces se alargaba la celebración y me quedaba. Al final este grupo era mi familia y por eso nos fue tan bien. Una cosa lleva a la otra”, apuntó.

Asalto al trono

Matías, de 25 años, juega de medio scrum y señala que “en mi posición siento que una de las características que más se necesitan es un buen pase, aunque lo mío es molestar. Sí, como suena. Soy una pulga en la oreja”.

Y a la Universidad del Bío Bío le ha ido bastante bien con un grupo que fue creciendo hasta hacerse los más fuertes del Bío Bío. “Fuimos segundos un par de años y después íbamos primeros, pero el campeonato no terminó. Estábamos listos para ser campeones hasta que se dio y lo conseguimos. La UdeC venía de ser algo así como pentacampeón, les tocó un recambio generacional y nosotros estábamos en un gran momento, donde también se había potenciado la Udla y Andrés Bello. Sentimos que era ese momento o nada”.

El técnico es Juan Pablo Beretta, de quien precisa que “es bien estricto, bien profesor.El fue preparador físico en la marina, esE es más o menos el perfil, pero a la vez es muy cercano. Nosotros le decimos ‘papi Beretta’ y ha sido importantísimo para el equipo”.

Como clasifican generalmente los dos primeros al Nacional, explica que “me ha tocado jugarlo tres veces y el nivel con que te encuentras allá es realmente altísimo. La Universidad de Chile, por ejemplo, que es pentacampeón tiene jugadores en el Top 8 nacional y se nota que juegan desde chicos, tienen una base muy asimilada y otro tipo de competencia. Cada vez que te enfrentas con eso llegas con más ganas de entrenar, de subir tu nivel para darles pelea”.

En la burbuja

El encierro ha sido duro para todos y para los deportistas a veces se transforma en una tortura. Matías cuenta que “para mí combinar estudios y deportes nunca ha sido ni tema. La hora de entrenamiento es como una hora más de clases, se respeta de la misma forma y si pasas mucho sin entrenar lo echas de menos. Salgo a correr para que no me pase. ¡Imagínate con la pandemia! Me ha costado asimilarlo”.

Y detalla que “es raro entrenar en línea, sin presión, sin un ‘dale, dale’ de parte del profe. Yo vivo en San Pedro de la Paz, con mi hermano, y estando solo uno se cuida menos, come sopaipillas todos los días. Lo bueno es que la universidad se preocupó del tema físico y nos facilitó pesas, barras olímpicas. Eso ha servido mucho para mantenernos”.

En lo personal, se integró al club Mineros, de Lota, y señala que “este fin de semana estaba citado, pero en la pega tengo turnos de 9×5 y justo me tocó trabajar”.

Estamos en fase 3, el rugby ya volvió en la zona y solo falta una cosa. Una no menor. “Del equipo de la UBB estamos egresando casi todos, diría que el 70 por ciento del equipo. Ojalá se pueda jugar algo el segundo semestre o que me den un año de gracia. Todos queremos alcanzar un torneo más”.

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