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¿El dinero y las comodidades hacen que se pierda la ambición deportiva?

Viajes en primera clase, buenos hoteles y sueldos de altas sumas. También a veces una mayor preocupación por el corte de pelo, la vestimenta y las redes sociales. ¿Todo esto hace que ahora haya más interés por lo externo que por la gloria y los títulos? Nombres de varias épocas y de la psicología analizan un tema que siempre genera debate.

Por: Carlos Campos - Ricardo Cárcamo 18 de Enero 2021
Fotografía: Carlos Parra Z.

Hoy, un chico joven en cualquier equipo e Primera o Primera B puede ganar un sueldo de millones de pesos. A nivel internacional, hace poco el basquetbolista francés Rudy Gobert firmó un contrato en la NBA estadounidense por 205 millones de dólares y cinco años. Shaquille O’Neal, una leyenda en dicho deporte, ironizó al respecto asegurando que “esto debería de ser una inspiración para todos los niños pequeños. Con 11 puntos de promedio puedes conseguir un contrato así”.

En un deporte ultra profesionalizado, con muchísimos recursos e impacto mediático, se vive una etapa muy diferente a lo que ocurría hace 20 o 30 años. Si bien siguen existiendo carencias y amateurismo en hartas disciplinas, lo cierto es que también el dinero que reciben los atletas ha ido en alza. El fútbol es un ejemplo en ese sentido: en las principales categorías del fútbol chileno, gracias a los aportes del CDF -ayer pasó a llamarse TNT Sports-, se manejan cifras nunca vistas.

Viajes en primera clase, buenos hoteles y comodidades a todo nivel tienen buena parte de los equipos. Además, es común ver que desde jóvenes los jugadores se preocupan mucho de sus vestimentas y peinados, del auto y de postear permanentemente en sus redes sociales. Todo este panorama, ¿dejó en un segundo plano la gloria deportiva? ¿Ahora la mayoría se preocupa más por este tipo de cosas, que de prepararse al 100% y tener resultados y éxitos en la cancha?

Educar y preparar

Alexi Ponce, director de Go Focus, comentó que “esto tiene que ver con un modelo teórico de motivación, y lo que usa mucho es la pirámide de Maslow, que habla de distintas necesidades, primero las básicas como alimentación, techo y luego la seguridad De ahí se pasa a necesidades de pertenencia, autoestima y autorrealización. Qué le pasa al deportista: como cualquier persona, busca satisfacer esos requerimientos, pero el dinero funciona sólo en el primer nivel, relacionadas con la seguridad. Sé que puedo comprar alimento, techo, y lógicamente si gano mucho puedo adquirir más bienes”.

En ese sentido, añadió que “el dinero, para el deportista, no creo que sea un buen motivador. La gente puede creer que sí, que si le das premios u otros incentivos rendirá mejor, pero si no está bien entrenado no sucederá. Al deportista lo mueve, y lo que dicen los más antiguos, quedar en la historia, ser el mejor en su puesto, ganar títulos, la autorrealización. El dinero no es un buen motivador. Hay gente que hace cosas gratis, como los bomberos, las damas de rojo, no ganan un peso, pero se sienten realizados con su labor”.

Ponce destacó también que “hay muchos ejemplos de deportistas que ganan cifras millonarias y siguen entrenando duro para ser los mejores, los mueve ganar, la gloria deportiva, romper marcas. El que sólo busca dinero, si no tiene motivaciones más grandes, lo consigue y ya no hay mayor ambición, su meta se acaba en las necesidades de seguridad”.

Sobre todo, lo que rodea hoy a un deportista, el psicólogo señaló que “hace 15 años no había Facebook, Instagram o Tik Tok, y no sabemos que redes pueden venir más adelante. El futbolista entiende cosas desde lo externo, y más que ser futbolista busca parecer, se generan ciertas caricaturas relacionadas al corte de pelo, la forma de vestir, el auto. Debe hablar su trabajo, cuidado diario, entrenamiento invisible. Y ahí el trabajo es de todos quienes estamos a su alrededor de mostrarle o reforzarle lo que es ser profesional. No es tener un tatuaje más o menos. Lo puede tener, pero lo principal es que trabaje, se cuide, descanse y se alimente de manera adecuada”.

Respecto a las comparaciones con épocas pasadas, es enfático. “No tenemos que santificar la época de menos recursos, donde a lo mejor no había buenas canchas, balones o instalaciones. En la medida que todo ha ido mejorando, suben las exigencias, debe ser así. Hoy en día, con las condiciones actuales, el deportista debe ser capaz de rendir mejor. La demanda es la misma de siempre. Es peligroso santificar o poner en una situación de ventaja, si se quiere, la carencia: tienen que pasarlo mal, tienen que sufrir como un esquema de aprendizaje. No estoy de acuerdo en eso”, dijo.

Además, Ponce hizo hincapié en que es necesario trabajar otros aspectos. “Si tuvieras un hijo de 18, 20 años que gana dos, tres millones, ¿Cómo lo ayudas? Educándolo, entregándole herramientas para que sepa invertir y también que pueda manejar eso sin volverse loco. Los clubes tendrán que empezar a desarrollar educación en ese nivel, hay que ver temas psicológicos, de nutrición, alimentación. Hoy cada vez más se necesita psico-educación, el tema emocional. Un deportista se va a al extranjero, y cree que cumpliendo su labor está listo, no dimensiona que tiene que convivir con otro idioma, con una realidad social, política y económica diferente, con otra cultura. Y muchas veces se vuelven rápido porque extrañan y no se imaginaban todo lo que implica mudarte y adaptarse a condiciones muy diferentes”.

Al respecto, destacó igual que “la única forma de resolver eso es darle una educación integral desde lo más temprano al futbolista. Hoy, el fútbol no es sólo lo que sucede en la cancha, sino eso y todo lo que está alrededor de ella. Hay que profesionalizar la educación y la formación, para que esté lo mejor preparado para manejar esas variables”.

“Conformismo”

El fútbol de hoy ya no es el mismo. Víctor Merello brilló entre los 70’ y 80’ con distintas camisetas. Sobre el cambio generacional en relación al comportamiento de los futbolistas, el “Chueco” comentó que “la vida, en general, ha cambiado para la juventud actual. Hoy el joven se preocupa de cosas externas al fútbol y no da preponderancia a ser alguien de elite. Lo difícil en este deporte no es llegar, sino que el problema es mantenerse. Pero ahora la gran complicación es el conformismo. Hoy los chicos se conforman con muy poco. Llegan al primer equipo, juegan un par de partidos, reciben sus primeros sueldos y así se equivocan. Y ya no se paga como antes, ahora es muchísimo más”.

En la misma línea, el “Arcángel” Gabriel Vargas, hoy en Deportes Concepción y tras una carrera en la que dio la vuelta larga, expresó que “cuando era chico y estaba en Deportes Concepción siempre quise estar, jugar, ser figura y ojalá quedarme toda la vida. Ahora me molesta que los cabros chicos, en general en varios clubes, quieren llegar al Barcelona o al Real Madrid y ni siquiera juegan en su serie, ¿de qué estamos hablando? Y cuando llegan al primer equipo, muchos jóvenes creen que por llegar ya está todo listo. Las últimas camadas son malas mentalmente. Un chico ahora la rompe 6 meses en un equipo chico y se va a la UC o Colo Colo, donde la presión es súper distinta y no la aguantan. Por lo mismo, suelen estar un año y a veces desaparecen. Se apuran los procesos”.

Felipe Cornejo es otra voz local que trabaja con muchos jóvenes en sus planteles, tanto en sus pasos por Naval, Fernández Vial y ahora Independiente de Cauquenes. El DT opinó al respecto que “hay un conformismo muy grande en los jóvenes hoy. En Segunda lo he visto con jugadores de 22 o 23 años. En esta categoría el jugador aún no está formado y acá madura. Para mí la Segunda es una división muy buena que le sirve muchísimo al futbolista. Varios vienen a préstamo, juegan y vuelven empoderados a sus clubes. Falta madurez, tener los pies en la tierra. Muchos se conforman con lo mínimo y, como no tienen muchos gastos, un sueldo les alcanza para las zapatillas, el perfume, un buen polerón, las fotos en redes sociales buscando likes, conociendo gente y se conforman con eso”.

En relación al “conformismo”, un concepto muy repetido en todos los análisis, Gabriel Vargas indicó que “Ahora quieren vender cada vez más rápido a los jugadores, que exploten y se vayan a Europa, pero creo que estamos haciendo todo al revés. En vez de ayudar a los cabros chicos a crecer, así se les está cortando la carrera. Hay muy buenos jugadores, pero gran parte de los chicos están confundidos. Los procesos deben cumplirse en el lugar donde naciste, no salir a los seis meses. Así, te irás maduro. Eso pasa en todos lados y no en los equipos grandes. Los jóvenes hoy se conforman con poco, ¿por qué Paredes, Valdivia o el “Mago” Jiménez siguen jugando? porque los chicos no están capacitados para reemplazarlos”.

Tiempos distintos

Entre los factores que hacen del fútbol actual un deporte distinto al de otras épocas, ¿está la regla del Sub 20 que obliga a darle minutos a los más jóvenes? Merello señaló que “antes tenías que luchar por tus propios medios, entrenar y demostrar que tenías las capacidades para jugar. Eso le daba un valor agregado. La mentalidad del joven hoy la grafico como conformista, ya que varios juegan 2 o 3 partidos, ya se sienten satisfechos y después andan de club en club deambulando. Los tiempos han cambiado, además, porque en mi época el fútbol en provincia no llegaba tanto. Antes era más difícil porque no había ni siquiera campeonato de divisiones menores, peleabas sólo por ser parte de un grupo selecto que llegara al primer equipo. Hoy los chicos tienen más facilidades y eso provoca confusión. Muchos se conforman con cosas que creen lograr, pero que en realidad son poco y nada”.

¿Cómo mejorar o cambiar? “todo va de la mano con lo formativo, y lo formativo no es sólo entrenar en buenas canchas con buenos materiales. Hay una formación integral, deberían existir sicólogos, sociólogos, nutricionistas, algo completo que abarque todas las áreas que tiene una persona. Hoy el nivel de exposición que tiene un futbolista joven es muy amplio y es fácil que se nublen. ¿Cuándo un jugador de quinta división pensó que por hacer un gol iba a salir en todas las redes sociales y medios de prensa? si está en quinta división y sólo recibe una ayuda económica. Perfectamente se puede nublar, si no tiene bases sólidas. Debe haber un trabajo completo en todas las áreas”.

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