Ganó sólo un partido de los últimos seis y ayer mostró muy pocas virtudes ante el subcolista del torneo. Coquimbo no marcó otro gol por la buena actuación de Castellón.
Lo de Huachipato fue muy pobre. Un equipo que hace rato debería haber asegurado su boleto a una nueva copa internacional, queda a merced de sus perseguidores por partidos como este. Coquimbo, con muchos titulares en la banca (Abrigo, Farfán, Vallejos) superó con comodidad a los acereros y lo derrotaron por un mezquino 1-0. Para colmo, el local quedó con uno menos cuando debía apostar todo en busca del empate. Poco que rescatar.
La visita llegó parchada y a los 5 minutos perdió a Osorio, uno de sus defensores. Aún así, se paró bien en campo rival y, de la mano de Felipe Villagrán y Lautaro Palacios, amenazaron una y otra vez al equipo de Florentín. El buen Gabriel Castellón evitó el gol en una mano a mano con el delantero argentino y también sacó de manera brillante un tiro libre venenoso del zurdo Villagrán.
¿Y Huachipato? Balonazos largos muy frontales y escasa participación de sus volantes más llamados a crear. Tanto así, que constantemente Claudio Sepúlveda es quien debe tomar las banderas y generar desde atrás. Uno de esos que nunca se esconde. De los más regulares. Cris Martínez y Juan Sánchez Sotelo estuvieron aislados casi todo el juego.
Y el gol llegó temprano en un tiro de esquina que Sánchez Sotelo intentó despejar en el primer palo y se le coló por abajo. Atrás de todos se zambulló Palacios para meterse con pelota y todo dentro del arco. Lo peor es que no se vio una reacción inmediata y el cuadro pirata -esta vez dirigido por Fernando Solís– seguía siendo sueño de las acciones. Pudo aumentar cuando Arace movió a Cuevas con el cuerpo, pero definió demasiado suave a la salida de Castellón.
Salió lesionado Mazzanti y fue el momento en que Florentín intentó algunos cambios. Como estaban las cosas, del medio hacia arriba todos eran sustituibles y no extrañaron los ingresos de Escobar y Rodríguez o la salida de Altamirano. Pero Cristián Cuevas, el jugador más tarjeteado del acero esta temporada, vio la tarjeta roja y echó los planes aún más por tierra.
Coquimbo contrarrestó con Abrigo y Farfán y pudo aumentar con una anticipación aérea de Palacios que dio milagrosamente en la cabeza del correcto “Nico” Ramírez, otro de los destacables. Con diez hombres y poco en el reloj, el acero se atrevió con las ganas de Sánchez Sotelo, que intentó en un buen cabezazo tapado por Cano. Y al final pudo ser con un frentazo de Rodríguez al poste.
Huachipato ganó uno de los últimos seis juegos y fue por el error grosero de Paulo Garcés, en aquel 1-0 a Curicó. Un cuadro muy irregular que sigue aferrado al séptimo puesto, pero si sigue pestañeando, va a perder el boleto.