De la mano de un inspirado Luis Riveros, la “Maquinita” aplastó 3-0 a Iberia, logró 16 de los últimos 18 puntos en juego y ya es sublíder de la Segunda División.
Hay cifras que son demoledoras. Fernández Vial logró 16 de los últimos 18 puntos en juego y marcó 19 goles en esa racha de 6 partidos. Más de 3 por juego. Impresionante. Pero el fútbol no es sólo números, lo mejor de este equipo es que da gusto verlo jugar. Es que cada pieza ha subido su nivel y todos aportan en lo colectivo. No dependen de uno o dos jugadores, más allá de sus figuras. Ni siquiera de un esquema.
Vial no contaba esta vez con Loyola, su único volante de quite. ¿Y qué hizo el técnico Claudio Rojas? Metió un delantero. Sí, tal como lee. “Los sistemas los arman los jugadores. Si hay tres delanteros que andan bien, los pondré a todos. Si hay tres mediocampistas bien, haremos lo mismo”, sostuvo el DT. Aunque, claro, los cambios obligan a un acomodo y eso, contra Iberia, tardó al menos un tiempo.
Lo bueno es que en esa parejísima primera fracción, la visita se puso en ventaja justo antes del descanso tras cabezazo de Kevin Harbottle a pase de Luis Riveros. En esos pasajes Vial mostró su otro lado: también es un equipo que defiende bien y esta vez, dos volantes habitualmente creativos como Pacheco y Espinoza, debieron cumplir muchas más labores defensivas. Silenciosamente, fueron claves.
Pero había que rematarlo porque esta Iberia de Eduardo Lobos tiene sus virtudes. “Su propuesta es agresiva. Juega de grande a chico, sumó mucha gente en nuestro campo y nos complicó hasta que corregimos algunas cosas en el descanso”, indicó Rojas. Y así llegó un tapadón de Gustavo Merino ante cabezazo de Arnaldo Castillo, uno de los dos cambios angelinos para la segunda etapa.
Vial debió reemplazar a un lesionado Andrés Segovia -de muy buen cometido, inició el primer gol- para ver el retorno de Kevin Flores, después de largas fechas fuera. Y liquidó el encuentro cuando Riveros abrió a Luis Felipe Pinilla casi de casualidad, este se la devolvió al centro y el paraguayo aumentó el marcador. Prueba clara del compañerismo de este equipo, donde hay muchos jugadores en posición de ataque, pero no chocan. Todos juegan para el todo.
Y para no romper la marca de 3 goles por partido en las últimas 6 fechas, Riveros fue otra vez el abrelatas, cedió a Carlos Sepúlveda y “Chirigue” acertó otro golazo entrando nuevamente desde el banco, como ante Lautaro. ¿Será carta desde el inicio o funciona mejor entrando con el rival más agotado? Como sea, es aportazo al equipo.
Rojas advirtió que “aquí hay libertad absoluta para los delanteros, que haya creatividad. Sólo hay ciertas reglas de organización defensiva, pero el resto se trata de que entreguen lo que son”. Clarito.