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¿Y después, qué? Atletas y su vida tras el retiro

Muchos dedican hasta décadas a una disciplina, periodo en que no todos se preparan para lo que vendrá. En general, entre los 30 y 40 años comienza esta nueva etapa, donde la mayoría quiere seguir ligada al deporte: es para lo que se sienten más aptos, un aporte. En ese sentido, la institucionalidad tiene un rol importante y cada vez se está considerando más apoyo para llegar a ese momento de forma planificada y con menos interrogantes.

Por: Ricardo Cárcamo - Samuel Esparza 07 de Diciembre 2020
Fotografía: Andrés Oreña P.

“Al principio, cuando era deportista y pensaba en el retiro, lo veía mal. No tenía ningún estudio, intenté varias veces terminar una carrera, llegué hasta tercer año de Educación Física. Me retiré a los 36 años, y partí en la selección adulta a los 14. Y mi carrera se alargó un poco porque seguía compitiendo bien a nivel internacional, pero igual porque le tenía miedo al retiro, no sabía qué iba a pasar conmigo. No terminé estudios, y a los 36 tampoco tenía ningún tipo de experiencia laboral en otro ámbito. Era complicado el tema si no era algo relacionado al deporte”.

Las palabras son de Yeny Contreras, taekwondista oriunda de Coronel que fue por décadas la más destacada de su disciplina a nivel nacional. Sin embargo, tenía muchas interrogantes sobre su futuro post alto rendimiento. Una realidad que viven muchos atletas, sumergidos en un panorama donde mantener sus apoyos económicos casi siempre depende de los resultados, y la proyección a largo plazo puede resultar compleja. En estos momentos, por ejemplo, 397 personas reciben la beca Proddar, en diferentes deportes.

Tanto a nivel institucional como de los propios deportistas, el ahora pesa mucho y el después pasa a un segundo, hasta un tercer plano… O así era. Sí, porque desde el Mindep, el IND y el Comité Olímpico de Chile (Coch) cada vez existe más interés por apoyar a los atletas en su proyección mientras están en el alto rendimiento, aunque esa tarea siempre debe partir por el propio involucrado.

Cómo prepararse En el caso de Contreras, comentó que “pensaba en tener una escuela, una academia o un gimnasio para hacer clases, pero eso también implica una inversión grande. Con Mario (Guerra), mi pareja hace 15 años y que estaba en la misma situación que yo, intentamos juntar plata pero es muy complicado, pues el apoyo que te dan generalmente alcanza para vivir, no para ahorrar. Entonces, se alargó mucho pensar en el retiro por ese miedo de qué hacer y no saber quién estará contigo, quién te apoyará”.

Además, contó que “trabajé un mes vendiendo seguros, pero de inmediato dije ‘esto no es para mí’. Fue para ver otra cosa, pero me sentía muy chanta (sic), vendiendo algo en lo que no creía. Si sigues en lo que sabes, en mi caso el taekwondo, es más fácil. Cuando se acercó el retiro en mi caso, dos meses antes me llamaron del IND para contratarme como entrenadora del programa que hoy se llama Promesas Chile. No lo podía creer, y eso me ayudó mucho a tomar la decisión, pues se valoraba mi experiencia y no se necesitaban estudios formales para ser técnico. Y qué mejor que yo, con participaciones en Juegos Olímpicos y más de 20 años de carrera para apoyar la formación. Ahí se acabaron los miedos, pero porque surgió esta oportunidad. En general, se ve un futuro muy triste para muchos casos”.

Pablo Squella fue atleta y también ministro del Deporte, y de su experiencia indicó que “en Chile, en aquellos años (y todavía) era utópico pensar en el profesionalismo o que nuestro deporte fuera profesional. Siempre tuve claro que debía estudiar una carrera que me permitiera mantenerme ligado a la actividad. Elegí Periodismo (deportivo) pero lo ejercí propiamente tal entre el ‘91 (noviembre) y el ‘94 ( febrero) momento en que entré a la antigua Digeder en Valparaíso. Luego, en 1995 (diciembre) me vuelvo a Santiago a trabajar en el Centro de Alto Rendimiento”.

Al respecto, añadió que “el deportista, y la institución así lo ha entendido, debe prepararse para el retiro, con herramientas concretas disponibles (capacitación, cursos, intervenciones, etc.). Yo diría que en términos generales ha funcionado el ‘reciclaje’ de deportistas para servir al país en el ámbito público”.

Christian Cheuquén es actualmente Jefe del Departamento de Alto Rendimiento y Competitivo del IND del Biobío, y antes fue un destacado competidor y entrenador de ciclismo. “Todo lo que pensaba era que debía tener un proyecto, que el deporte tuviera un significado distinto más adelante o bien prepararme para ver qué hacer tras el retiro. Pero a mí se me fue dando de manera increíble trabajar en el ámbito, y a pesar de estar en un muy buen momento en el 2000 con el ciclismo -fue el técnico nacional de este deporte en los Juegos Olímpicos de ese año-, donde se pagaba bastante bien y había hartas posibilidades, siempre pensé que no iba a terminar bien, pues veía que algunos proyectos no los hacía la gente más idónea, con el manejo de recursos también. Entonces, me fui preparando para aprovechar todo lo que sabía y volcarlo en una área distinta, como era el servicio público”.

Cecilia Pérez, ministra del Deporte, indicó que “es importante que el deportista concentre todas sus fuerzas en la alta competencia y que los distintos organismos seamos capaces de entregar las herramientas para que puedan realizarlo y desarrollarse a través de ellas de manera íntegra. No obstante, esa entrega debe ser complementada con herramientas para formar habilidades y competencias para los deportistas, en vista de su futura inserción laboral”.

Un paso casi natural

En muchas disciplinas, tras el retiro una opción que surge por lógica es la labor de entrenador. Sin embargo, en ocasiones ocupar esa posición, y poder vivir de ese trabajo, resulta complicado, tal como le pasó a Jaime Iturra, ex pesista y hoy técnico del Club de Halterofilia Manquimávida de Chiguayante.

“Yo estaba en un momento alto de mi carrera cuando decidí venirme de Santiago. Y fue porque con la federación antigua las cosas se pusieron muy raras, me entrenaba mucho pero me dejaban fuera de los torneos importantes. Eso adelantó mi retiro en 2010, sólo dos años después que saqué la medalla en los Juegos Panamericanos y que en 2009 fuera tercero en los Juegos del Alba en Cuba. Tenía sólo 29 años. Estaba en tan buen momento que cuando le conté a mi entrenador Carlos Garrido, él me persuadió a no abandonar porque teníamos excelentes proyecciones”, contó primero sobre su salida del deporte competitivo.

De lo que vino después, aseguró que “apenas llegué a Concepción me comuniqué con las autoridades deportivas de la época para ver qué podía hacer por mi disciplina. Pero no había nada, me ofrecieron un taller con un sueldo ínfimo que no me daba para vivir. También pregunté en todos los lugares, pero los entrenadores ya tenían armados sus equipos de trabajo. Así es que decidí trabajar en una constructora dos años, aprovechando mis estudios”.

Iturra añadió que “eso fue así hasta que estuvo Camilo Benavente en el IND, supo mi historia y gestionó un taller para que pudiera trabajar y aportar a través de las recién formadas escuelas EDI, acá en Chiguayante. El inicio fue complejo porque no había implementación, tuve que usar mi sueldo para comprar -usada- a mis conocidos para así armar un gimnasio para los chicos. Costó mucho, pero seguí adelante porque el deporte me apasiona y aquí en la zona hay material humano con chicos muy talentosos. Además que yo toda mi vida estuve en el deporte y no quise separarme”.

Nibaldo Yáñez, a sus 27 años, es entrenador del club de Remo Llacolén. “Tuve una transición abrupta por mi castigo por dopaje que me hizo dejar el alto rendimiento a los 24. Tampoco lo puedo considerar como una transición necesariamente cuando uno deja de hacer una actividad, todavía me siento deportista, porque en realidad es un estilo de vida. La reinvención que tuve fue terminar mi carrera de Pedagogía en Educación Física que estaba cursando en ese momento, y que por estar enfocada al ámbito deportivo, me permitió no perder contacto con el medio”.

Sobre cómo vivió este proceso, Yáñez apuntó que “generalmente el deportista de alto rendimiento es muy solo, muy lobo, y después cuando termina y tomas otros rumbos, te ves enfrentado a situaciones para la que no tienes armas, porque la vida normal no es como en el alto rendimiento. Es como inmadurez en que cuando sales de esta burbuja deportiva de alto rendimiento, debes adaptarte rápidamente, empezar a cultivar esos aspectos que se dejaron de lado durante todo ese desarrollo”.

Rol de las instituciones

En este camino, sin dudas que el apoyo de organismos como el Mindep, el IND, el Coch y las instituciones de educación superior resulta muy importante. Cecilia Pérez, ministra del Deporte, comentó que “El Ministerio y el IND buscamos promover la dualidad de carreras, de tal modo que los deportistas de alto rendimiento concilien sus exigencias con los estudios. En este sentido, la Unidad de Apoyo Integral a deportistas ha realizado charlas, y los asesora para efectos de poder compatibilizar ambas actividades”.

Miguel Ángel Mujica, presidente del Coch, señaló que “nuestra misión es clara y cada día nos ocupamos de ir avanzando en todas las temáticas y áreas que tengan que ver con el apoyo a los deportistas. Mientras ellos estén dedicados a su carrera deportiva, tienen días y meses muy estructurados, por lo que cuando finalizan su vida deportiva profesional, deben buscar llenar ese espacio con otros objetivos. Tenemos una oficina de Apoyo Integral al Deportista que se dedica exclusivamente a entregar el respaldo y orientación en temas de educación, salud, personal y laboral. Este soporte está pensado para la duración de la carrera deportiva y también posterior a ella, para realizar de la mejor manera posible la transición al mundo civil”.

Al respecto, añadió que “en materia laboral, desarrollamos el programa ‘Athlete 365’ con Adecco, donde se han realizado talleres para fortalecer el autoconocimiento de los deportistas, que sean capaces de identificar sus intereses, habilidades y traspasar sus conocimientos de un ámbito a otro. Estos talleres de transición hacia la vida post deportiva apuntan también a entregarles conocimientos para que puedan armar su currículum, perfil en Linkedin y sepan enfrentar entrevistas laborales. En relación con la inserción laboral, aún estamos al debe, pero estamos intentando de encontrar espacios de inserción a nuestros deportistas.

Pablo Squella, que fue ministro del Deporte entre 2016 y 2018, aseguró que mientras estuvo en el cargo “si bien no existían políticas de reinserción para ex deportistas, sí había una conciencia de que había que aprovechar la experiencia de quienes iban abandonando el deporte competitivo. Ahora, existe un mayor y mejor acompañamiento a los deportistas que entran en su última etapa competitiva y, por cierto, una mayor preocupación e interés por integrarlos en alguna de las áreas del IND y/o Mindep. Hay muchos ex deportistas, que con estudios y cursos correspondientes, trabajan acá”.

Christian Cheuquén afirmó que en la institucionalidad “no está instalado el tema formalmente, aunque en el nivel central nació una instancia de apoyo integral al deportista, donde se habla del retiro. Pienso que nosotros podríamos hacer una bajada regional, con nuestros psicólogos y una asistente social que conversen estos temas con los atletas, y les ayuden a ver el tema más allá, un propósito más fuerte que sólo la práctica, que lo que están haciendo lo aprovechen en ese sentido. Ahí falta trabajar, pero es un tema que se debe desarrollar y conversar, este plan integral que considera el retiro sin abandonar el deporte, como fue mi caso”.

Yeny Contreras afirmó que también deben involucrarse las federaciones y generarse agrupaciones de deportistas. “Las federaciones deberían tener algún tipo de programa para eso, de apoyo para quienes están partiendo, y ahí puedes darle un trabajo a quienes han tenido mucha experiencia en diferentes disciplinas. Eso no existe, una porque creo que no quieren gastar lucas y el IND se pone con esos proyectos, pero las federaciones perfectamente podrían realizar esa labor. Cómo no van a haber proyectos para quienes, como en mi caso, están más de 20 años en el alto rendimiento”.

Sobre las agrupaciones, indicó que “sé que está DAR Chile, pero se enfoca en quienes están compitiendo ahora, no se enfocan en temas ligados al retiro. Todo lo que hace es para las nuevas generaciones, que ojalá al que venga no le pase lo que viviste tú”.

Apoyo del entorno

Para que un deportista proyecte bien qué pasará tras dejar la competencia, resulta relevante la ayuda de quienes son parte de su círculo cercano, como entrenadores y su grupo familiar.

“Es muy importante el técnico. Cuando lo fui, siempre le conversaba a mi equipo, diciendo que esto no dura para siempre, incentivar los estudios. Y de un grupo muy selecto que tuve, con un 80% de seleccionados de acá, hoy hay ingenieros, médicos. Siempre hablamos esos temas, de dónde se podía llegar, aprovechar al máximo la juventud, proyectarse y ser sincero con el deportista, decirle ‘nuestra realidad país es esta, hasta acá podremos llegar’. Y ahí enganchar eso pensando en su futuro. Ahí hay que trabajar con psicólogos que apoyen al deportista, al entrenador”, dijo Christian Cheuquén.

En esa línea, agregó que “muchas veces son temas que no están en la mesa, ni siquiera en sus casas. Cuando era técnico lo vi, es algo que queda medio a la deriva. Se necesita más ese apoyo cercano del entorno y de profesionales del área, que vean no sólo lo deportivo, sino también esa proyección”.

La ministra Pérez indicó que “una buena alternativa es realizar orientaciones directas para los deportistas que terminan sus carreras deportivas. En ese sentido, el objetivo es poder ayudarlos a encontrar alternativas laborales mediante ferias y charlas, así como promoviendo la participación de deportistas en los programas del IND. Por otra parte, es importante que existan las facilidades y flexibilidades dentro de los propios programas académicos de educación superior, para que los deportistas puedan compatibilizar sus carreras deportivas con estudios o complementarlas una vez que estas terminen”.

Miguel Ángel Mujica destacó el apoyo que deben brindar las instituciones de educación superior. “No sólo se trata de entregar becas para que puedan ingresar a la universidad, sino que se los acompañe y entregue las facilidades necesarias -que no implica darles menores exigencias académicas- para que efectivamente puedan mantener sus estudios mientras son deportistas de alto rendimiento. La flexibilidad está relacionada con permitir sacar la carrera en más años y mantener la beca, que tomen menos asignaturas, que puedan tener posibilidades de periodos de congelar la carrera si están en un año olímpico, por ejemplo”.

Mucho por hacer

Si bien hay avances en el tema, queda camino para que el valor de la experiencia deportiva sea considerado en toda su dimensión, como pasa en otros países.

Pablo Squella indicó que “han habido muchos avances y preocupación por parte de los administradores del deporte para que los deportistas se desarrollen post carrera. Hay muchas más oportunidades de reinserción que hace 30 años y una variada gama de campo laboral en esta ‘industria’ deportiva que crece y crece… a nuestra manera y tiempos. Pero aún estamos muy lejos de países desarrollados”. Christian Cheuquén señaló que “hacer deporte trae muchos beneficios, en cuanto a planificación de metas, objetivos, ser ordenado, estructurado para llegar a lo que se quiere. Al dejar la actividad, todo eso es un potencial para desarrollarlo en otras áreas. En muchos países, cuando hay cargos en empresas de diversa índole, se le asigna un puntaje especial a quienes fueron deportistas, se le considera un plus, una ventaja, porque tiene un estilo de vida ligado al orden, a la planificación, y eso se ve como algo muy positivo”.

Un vacío

Más allá de esa planificación y lo que vendrá, Yeny Contreras aseguró que hay otras cosas. “Un tema es lo emocional, lo que uno siente cuando has sido deportista toda tu vida, es lo que sabes hacer: rutinas por años, metas, pensar en tal o cual competencia, y de pronto todo eso se acaba. Hay un miedo más sentimental, de decir qué va a pasar después de esto. Cuando te retiras ya no está más eso. En mi caso, se recupera, de cierta manera, a través de los chicos con los que trabajo. No es sólo la plata o cómo me reinserto en el ámbito laboral, sino cómo me siento al saber que tengo un nivel siendo deportista, y eso se acaba. A mí me conocían todos cuando estaba en el alto rendimiento, y eso se irá con el tiempo. Piensas qué pasará con mi vida, con mis proyectos. Con esas emociones”.

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