Chile sufrió una sorpresiva y justa derrota 2-1 ante Venezuela, que complica demasiado el camino a Qatar 2022.
Era vital ganar los seis puntos en esta fecha doble para seguir con vida en la eliminatoria, pero la “Roja” sufrió un inesperado golpe en el partido que asomaba como más abordable. La derrota 2-1 de Chile ante Venezuela fue merecida y deja al equipo de Rueda complicadísimo en el camino al Mundial de Qatar 2022.
Llamó la atención desde el inicio el flojo trabajo defensivo nacional, que tuvo en Maripán uno de sus puntos más bajos ayer en Caracas. Un error en la salida del central, provocó un tiro libre que el local transformó en gol. Dicen que dos cabezazos en el área son letales y eso lo vivió la “Roja” en carne propia, recibiendo al 9’ el primer tanto de la jornada, marcado por Del Pino.
Pasaron sólo cinco minutos para que Chile reaccionara, con dos que se conocen a la perfección. Alexis Sánchez se juntó con Mauricio Isla y el “Huaso” centró para un Arturo Vidal que no falla. El “King” fusiló a Fariñez y anotó un empate que, daba la impresión, levantaría el juego del equipo de Rueda. No fue así.
Chile manejó la pelota, pero no el juego. Venezuela le cedió el balón a la “Roja”, se defendió bien y, en los pocos acercamientos que tuvo, se las arregló para hacer daño.
Baeza reemplazó a Pinares y con ese cambio, en algo se arreglaron los problemas defensivos de la “Roja”, que puso una barrera en mitad de cancha e impidió las arremetidas venezolanas. Por lo menos, así fue al inicio de la segunda mitad, antes que Baeza perdiera un balón que costó caro.
Chile seguía dormido y muy lejos del fútbol mostrado en los partidos pasados, lo que llamó muchísimo la atención, ya que al frente estaba un equipo que en tres duelos no había marcado goles y que por historia ha sido inferior a la “Roja”.
El punto ya era malo, pero el DT local movió la banca y allí ingresó un viejo conocido de la zona: Yeferson Soteldo. El ex Huachipato fue clave y asistió a Salomón Rondón, que sólo la tuvo que empujar cuando quedaban 9 minutos. Se derrumbó todo para Chile, que se fue arriba al final, pero con desorden más que buen fútbol.
Pitazo final y una decepción total en Chile, que resignó esos puntos que siempre ganó cuando clasificó al Mundial. Un balde de agua fría y, otra vez, todo muy cuesta arriba.