Deportes

UDD disfrutó una charla de lujo con un medallista olímpico

Román "Chuso" González fue el flamante invitado al ciclo de charlas deportivas UDD. El medallista olímpico compartió sus experiencias con los alumnos. "El deporte y estudio van de la mano. Para ser profesional hay que invertir tiempo y sacarle horas al ocio", dijo el argentino.

Por: Carlos Campos 16 de Noviembre 2020
Fotografía: DAE UDD

Si algo positivo se ha podido rescatar de la pandemia, ha sido la opción de tener más cerca desde el punto de vista tecnológico a amigos, familiares y hasta grandes figuras deportivas.

Por lo menos esa fue la gran experiencia que vivió una decena de estudiantes de la U. del Desarrollo hace unos días, cuando tuvieron una charla con Román “Chuso” González. Con un currículum que cualquier basquetbolista quisiera, el argentino de 42 años estuvo un poco más de una hora compartiendo sus grandes experiencias como pívot, en una carrera que partió en 1996 y finalizó hace sólo tres años, donde pasó por siete países distintos y se quedó con logros como el bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Así surgió

¿Cómo llegó la UDD y sus alumnos a conversar de tu a tu con un deportista del nivel de “Chuso” González? El head coach de las selecciones de básquetbol de la U. del Desarrollo, Patricio Briones, tuvo una relación de amistad muy estrecha con Román durante su carrera. Desde ahí se generó la instancia para llevar a cabo un diálogo muy grato. “Él nos permite visualizar y gestionar charlas con invitados de primer nivel. Este tipo de actividades nacen de la necesidad de generar espacios conversatorios deportivos, que permitan transmitir experiencias que aportan al crecimiento de nuestros alumnos. Sumado a la necesidad como área deportiva de generar oportunidades frente a los escenarios adversos que estamos viviendo”, dijo Roberto Valenzuela, coordinador de deportes de la UDD.

Consejos y experiencia

Así, con gran expectación de los asistentes, donde se encontraban también fanáticos del básquetbol y técnicos en actividad, el “Chuso” Román González comenzó su exposición hablando sobre sus inicios en el deporte, cuando también era un joven lleno de sueños e ilusiones. “Si algo me dejó toda la carrera deportiva, es que no hay nada como la formación y educación. Reflejar todo esto es un honor, compartir mis inicios y como sigue la vida”, contó el argentino, quien más adelante agregó que “el estudio es inversión. La educación deportiva y el mini básquetbol es esencial. Hay algo que está muy de moda y es un agravio, que es el famoso bullying. Mido 2,11 metros y en época deportiva pesaba 140 kilos. En ciertos momentos de mi vida me tocó sufrir bullying por ser el chico alto, que siempre va de los últimos en la fila, del que se reían todos, que cuanto pesas o calzas. Ese tipo de cosas se educan. Para los coach que se están recién formando, este es un aspecto muy importante que ningún niño debe vivir. Jugando básquet se puede educar”.

Muchos estudiantes en el Biobío inician sus carreras deportivas en Adicpa y otros en Adesup, ¿cómo fue en el caso de Román González? El “Chuso” explicó que “a los 6 años empecé en una escuela como “cebollita”, muy cerca de Bahía Blanca, la cuna del básquet que “Pato” conoce muy bien. Ya casi a los 13 años, el padre de Ginóbili me reclutó para jugar en una ciudad a 26 kilómetros de donde yo vivía. Ahí empecé a viajar y jugar un básquetbol más adelantado. A los 16 partí en un equipo profesional y fue un cambio muy grande en mi vida. Pasé de estar con mis amigos y familia al básquet profesional, pero sentí que debía dar más pasos, por lo que a los 19 y 20 años hice un ‘clic’ y maduré”.

En ese momento, “Chuso” hizo una comparación con el ámbito académico. “Dejé la casa de mis padres y eso pasa en el estudio también. Cuando estás en el secundario (educación media) y dices ‘me voy a estudiar a la universidad’ a veces tienes que irte a otra ciudad o a la capital. Así te formas, doblando los horarios de práctica, fijándote metas a corto plazo. Todos queremos ser grandes profesionales al partir, pero hay que ir de a poco. Al inicio queremos jugar, luego ser titulares, después ser capitán, tener un nombre y más tarde representar al país. Depende de cada uno y la predisposición que tengas. Nadie es mago en la formación, pero si se detecta un talento, hay que darle más dedicación”, dijo Román.

¿Deporte y estudio van de la mano? El medallista en los JJ.OO. de Beijing fue claro. “Una persona se forma y tiene dos horizontes, que yo ahora como profesor me doy cuenta. El deporte nos genera un estado físico para estar a la altura de cualquier cosa que queramos hacer en la vida. En algunos casos, el club tiene que ser la segunda casa del chico. Una vez el técnico de un equipo me dijo ‘el día tiene 24 horas, yo necesito que descanses 8. Necesito que entrenes 6 horas y en otras 6 te eduques. Pero me quedaban 4. Así, yo hice una inversión en mi carrera y le saqué horas al ocio. En vez de salir con mis amigos a la discoteca o comer un asado, yo invertí ese tiempo en estudio y entrenamiento. Así es como se forma un deportista profesional, por eso la escuela va de la mano con el deporte, sea en el hockey, vóleibol, tenis o lo que sea. Si quiero ser un gran deportista, debo estudiar para después educar. Son experiencias que van de la mano y te dan un toque de calidad”, cerró.

Etiquetas