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Felipe Elgueta combate la cesantía sobre andamios, vendiendo machas y leña

Al ex Iberia, Concepción y Huachipato se le cerraron puertas en la cancha, pero nunca bajó los brazos y se las ingenia para mantener a su familia. “Cuando no estás en el fútbol, los amigos desaparecen”, dijo.

Por: Carlos Campos 03 de Mayo 2020
Fotografía: Raphael Sierra P.

“Mi hijo me ve saliendo de noche y me pregunta, ¿dónde vas papá? le digo que a trabajar y me dice ‘ah, vas al fútbol’. Ahí me quiebro entero”. El testimonio de Felipe Elgueta debe ser el que simplemente varios papás alrededor del país o el mundo viven frecuentemente, pero totalmente distinto para un jugador que por largos años dedicó su vida al fútbol.

Su último club fue Copiapó, el año pasado, pero después del estallido social y por más que buscó equipo, el fútbol esta vez le negó el trabajo al oriundo de Penco. “Esperé hasta que se cerraron los libros de pases, pero en varios lados no contestaron el teléfono y uno se desgasta. Pasé navidad y las fiestas con mucha incertidumbre, hasta que fui invitado a jugar al Club Marcelo Pagani de la liga de Barrio Norte. Me dieron la oportunidad de trabajar y la agradezco”, comentó Elgueta, quien aparte del amateur, sumó nuevas opciones de laburo.

El volante, padre de dos pequeños hijos, de 2 y 7 años, siguió adelante para llevar el pan a la casa. “Con un primo íbamos al cerro y trabajamos vendiendo leña, pero se me echó a perder la camioneta. Luego, con otro primo, desconchábamos machas, pero eso ya se terminó, porque los pescadores no salen a trabajar por el virus. Y ahora para el día de la madre, con mi hermana estamos ofreciendo desayunos a domicilio. Hay que ingeniárselas para generar unas lucas”, agregó Felipe.

La vida le cambió en un par de meses, pero el volante no se cierra a nada. “Es raro trabajar de noche después de jugar profesionalmente 11 años en el fútbol y siendo cadete desde los 9 años en Huachipato, pero siempre he sido de luchar y no tengo problema en hacer nada. No estoy trabajando en lo que amo, pero las lucas no le sobran a nadie”, agregó el mediocampista.

Y como dicen que el que sigue la consigue, Felipe encontró un nuevo trabajo que lo tiene aprendiendo todos los días algo nuevo. “Estoy como andamiero en el proyecto Mapa de Arauco. Los jefes se han portado un siete conmigo, en una pega donde no conocía nada, pero he ido conociendo gente y todos me han enseñado. El coronavirus dejó a varios complicados con sus trabajos y los mismos amigos van desapareciendo cuando no estás en el fútbol. Esa es la realidad en esta profesión”, cerró Elgueta, quien no pierde el sueño de volver a jugar.

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