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Tenis de elite en el puerto: el día en que Talcahuano fue el court central chileno

Con un rotundo 5-0 sobre México terminó el duelo que por primera vez trajo el evento a la zona. Lo que partió como una idea, terminó en éxito total.

Por: Samuel Esparza 06 de Abril 2020
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

No estaban Marcelo Ríos ni Fernando González en cancha, sólo Nicolás Massú que hacía sus primeras armas como capitán del equipo chileno. En su reemplazo, un grupo de jóvenes proyectos, encabezados por los desconocidos Cristian Garín y Nicolás Jarry eran los encargados de enarbolar la bandera nacional.

Ni hablar de infraestructura, y aplicaba perfectamente la mítica frase dicha -o no- por Carlos Dittborn previo al Mundial de Fútbol 1962: “Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo”.

La única carta de presentación de la provincia para traer la serie de Copa Davis ante México, válida por la segunda ronda del grupo 2 de la Zona Americana en julio de 2015, era un viejo escenario testigo de inolvidables jornadas del deporte chileno, el coliseo La Tortuga. Eso y las ganas encomiables de un grupo de autoridades y dirigentes deportivos que querían un poco de historia para la Región.

Así más o menos se construyó la gesta de traer el evento de tenis internacional por vez primera a la zona, que, en términos deportivos, fue un éxito con un rotundo 5-0 en favor de Chile y que concluyó entre aplausos de dirigentes y jugadores. Como reafirmando que en provincia, sí se saben hacer las cosas.

Isidoro Valenzuela M.

Del sueño a la realidad

Tal como ahora, por ese entonces, Enrique Liberona era el presidente de la Asociación Regional de Tenis del Bío Bío, función desde donde fue testigo privilegiado del proceso.

“En honor a la verdad, todo se logró gracias al aporte de muchas personas. El primer acercamiento fue del alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, con la federación. Se empezó a ver si era factible técnicamente, porque había que adaptarse a un formato mundial con especificaciones técnicas. Puede sonar raro, pero fuimos con huincha a medir la pista de La Tortuga y vimos que calzaba justo, lo que después confirmamos con la federación internacional. Recién ahí conseguimos la autorización”, relata.

“Después venía el gran trabajo de construir la cancha que no era nada fácil. Lo positivo es que la federación confiaba en nuestra gestión y ahí apareció toda la capacidad de Carlos Zapata, un gran dirigente del tenis penquista, quien tuvo un papel muy relevante haciendo la logística con la maquinaria y para hacer los camarines exigidos por protocolo mundial. Ni te explico para conseguir la arcilla en Talca, el Club de Tenis Concepción ofreció camiones para ir a buscarla, una vez armada, trajimos niños de escuelas de tenis para aplanar la cancha, estábamos contra el tiempo. La cosa es que exactamente una semana antes del match, teníamos todo listo; aún no sé cómo”, añade.

Cancha, set y partido

A juicio de Liberona, el trabajo en equipo que se hizo con dirigentes, entrenadores y cancheros de distintos clubes de la zona, dejó una imagen de calidad que aún permanece a nivel chileno.

“Cumplimos, trabajando a pulso, de la mejor manera que pudimos, pero todo Chile se dio cuenta que fue la mejor serie que se ha jugado fuera de Santiago. A los jugadores les encantó la cancha y el lugar, porque con el gimnasio lleno sentían el apoyo del público encima, fue algo que destacaron mucho. Y para nosotros también hubo una enseñanza, vimos a un municipio con ambición, como asociación nos unimos sacando una experiencia que se refleja en los torneos internacionales que hacemos, que son muy bien evaluados. Diría que dimos un paso de calidad”, sentencia Liberona.

Por cierto, en La Tortuga fue el bautizo de las dos mejores raquetas nacionales del momento, porque mientras Cristian Garín (271° ATP del momento) ganó sus dos singles (6-4, 6-4 y 6-2 a Tigre Hank y 6-2/6-1 a Gerardo López), Nicolás Jarry aportó en el dobles junto Hans Podlipnik, derrotando 6-1, 6-4 y 6-3 a la dupla de Daniel Garza y Gerardo López. Fiesta completa.

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