Deportes

Cuidados para el entrenamiento en verano

Por: Diario Concepción 17 de Febrero 2020
Fotografía: Archivo

Por Gabriel Romero Rocha
Director Área de Actividad Física y Deportes
Centro de Formación Técnica
Santo Tomás – Concepción

El verano aparece como el periodo ideal para realizar o iniciar actividades físicas al aire libre, tanto para quienes son asiduos al deporte como para quienes buscan incorporar el ejercicio a sus rutinas. Pero las altas temperaturas asociadas a esta época pueden generar ciertas complicaciones durante el entrenamiento si no se toman los resguardos necesarios para evitar contratiempos.

Hacer actividad física al aire libre y durante el verano nos ayuda a relajarnos y combatir el estrés que supone, por ejemplo, el fin de año, o el inicio de uno nuevo, proyectando lo que será el desarrollo de una nueva temporada. Por eso, al momento de entrenar o practicar, sobre todo en exteriores y durante los meses más cálidos, siempre debemos pensar en que sea una actividad placentera de realizar, y que no se convierta en un fastidio o en malos recuerdos sólo por tomar malas decisiones que pueden evitarse fácilmente.

La principal recomendación para que el entrenamiento sea satisfactorio, es escoger los horarios del día con más baja temperatura, que usualmente son las mañanas o las tardes, evitando los rangos horarios en que el calor es más dañino para la condición física de la persona. Y aunque se entrene durante esos horarios, siempre es recomendable usar crema protectora solar y, según comodidad, gafas y sombrero.

En esta línea, la ropa e indumentaria apropiada es clave, ya que sentirse cómodo para realizar la actividad física es fundamental. Asimismo, es importante poner aún más cuidado en la hidratación antes, durante y después de la actividad física, ya que en verano la sudoración corporal suele ser un 30% mayor al resto del año. En ese sentido, es vital tomar agua siempre al momento de efectuar ejercicios físicos intensos.

Junto con ello, no está de más recordar que se deben realizar esfuerzos físicos apropiados y en forma gradual, de acuerdo a la frecuencia en que una persona haga actividad. Esto quiere decir, llevar a cabo las etapas de una sesión de entrenamiento, calentamiento, esfuerzo mayor y vuelta a la calma con trabajos de flexibilidad y relajación, todo con una intensidad que sea soportable con comodidad y no obligue a extremar recursos en demasía.

A la vez, es fundamental entrenar con objetivos a largo plazo, ojalá con un programa desarrollado por un preparador físico, previa evaluación. Aunque exista gran entrenamiento, es indispensable seguir un orden para cumplir los objetivos y así evitar lesiones.

No podemos olvidar el autocuidado y seguridad. En el caso de hacer actividades como salir a correr, o salir en bicicleta, hacerlo por rutas conocidas y hacerlo acompañado.

La actividad física es positiva en cualquier momento del año. La invitación es a aprovechar el verano para iniciar un año lleno de actividad física y deporte. El entrenamiento aporta al bienestar general, y con organización siempre hay tiempo para ello.

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