Delantera de la UdeC fue presentada como refuerzo en el Cacique y ya no jugará por “amor al arte”. Un hito para el fútbol femenino local, un premio al trabajo.
La “Anto” tenía 14 años cuando estuvo a punto de eliminar al poderoso Colo Colo en los playoffs del torneo Anfp. Ese año, la UdeC era debutante, su dupla ofensiva era Sofía Beltrán. A los 15 volvió a verse las caras con el equipo albo en instancias importantes: fue final Sub 17 en Rancagua y el Cacique ganó 6-0. Pero la vida da vueltas y el mismo equipo que le arruinó un par de tardes a Antonia Alarcón, terminó fijándose en su enorme talento y proyección. La delantera, de 18 años y 1,63 metros de estatura, dio el salto de su vida y firmó por el popular. Un sueño, un premio al trabajo.
“Estoy muy feliz de poder llegar a un club tan grande como Colo Colo y agradecida de la bienvenida que nos ha dado el equipo. Trabajé harto durante todos estos años en la UdeC, en cada partido y en los entrenamientos. También me la jugué en los procesos de selección, entregándome al cien en cada práctica”, señaló la goleadora, oriunda de San Pedro de la Paz.
Comenzó en el fútbol a los 11 años, en una escuela de la Universidad de Chile, jugando con los hombres. Nunca le complicó el tema, siempre ha sido una agradecida de las buenas personas que ha conocido gracias al deporte. Eran tiempos en que costaba encontrar 11 mujeres para armar un equipo, hoy las cosas han cambiado. El fútbol femenino es una realidad. Con carencias, pero realidad al fin.
Defendió a Chile en el Sudamericano Juvenil de Argentina, donde marcó en un empate 2-2 ante Paraguay y eso le ha permitido viajar mucho. Pero ahora no será tomar el avión por unos días y volver. A su corta edad vivirá un golpe de madurez. “Siempre es difícil dejar a la familia, pero son cosas que hay que hacer para poder cumplir mis objetivos deportivos”, apuntó.
Pero hay otro tema no menor. Ya no jugará sólo porque le gusta ni por “amor a al arte”. Antonia firmará contrato, le pagarán imposiciones y empieza a vivir esta lenta, pero potente profesionalización del fútbol femenino. “Todas las jugadoras tendremos contrato. Encuentro que es un tremendo paso en el fútbol femenino, pero aún quedan todos los otros equipos de Chile, que deberían seguir el ejemplo de Colo Colo”, señaló.
Antonia fue alumna del Instituto Humanidades y siempre ha querido estudiar Ingeniería Comercial, dedicarse a los negocios. De pronto, el fútbol surge como una alternativa real para ganar un sueldo, aunque muy lejos de lo que se paga a los hombres por la misma pega. “Mi primera meta es ganarme un puesto en el equipo y ser un aporte. Además, quiero estar en la nómina para el Sudamericano Sub 20 (4 de marzo en Argentina). Esos son mis sueños”, advirtió.
Camila Pavez salió de la UdeC a River Plate, Viviana Torres pasó el 2019 por Ecuador y así el fútbol femenino comienza a dar pequeños pasos de grande. Ellas pusieron la primera piedra. Antonia, por ejemplo, es representada por Gespro y el martes fue presentada junto a otros 10 refuerzos, entre ellos, la delantera Javiera Grez, la defensa Javiera Toro y la portera Romina Parraguirre. También, se sumaron tres refuerzos extranjeras.
Ese es el escenario donde ahora se moverá Antonia. Nerviosa, ansiosa y también con la paciencia de ser la más joven de las incorporaciones. Con ganas de aprender y seguir subiendo. El equipo será local en la cancha principal David Arellano y el 5 de marzo jugará la Noche Alba en el Monumental contra Boca Juniors. Un sueño. Uno de mucho esfuerzo, donde nadie le regaló nada.