Deportes

Contribuyendo a la función cognitiva

Por: Diario Concepción 09 de Diciembre 2019
Fotografía: Archivo

Victoria Halabí
Directora de Nutrición y Dietética UDD

La mielinización neuronal depende de la suficiente cantidad de nutrientes como las proteínas, el hierro y la cantidad de energía que consumimos durante el día, ya que el cerebro utiliza el 20% de energías consumidas solo para desarrollar actividades intelectuales, un déficit en el consumo de nutrientes ocasionaría debilidad, cansancio, baja atención u otros signos y síntomas que se relacionan con la función cognitiva. Ayunos prolongados, como por ejemplo cuando no tomamos desayuno, hace que disminuya la atención y la capacidad para resolver problemas de organización perceptivo-visual.

Alimentos ricos en proteínas, por ende, ricos en vitaminas del complejo B, como carnes rojas y blancas, huevo, legumbres, pescado y lácteos aportan aminoácidos necesarios para la creación de conexiones neuronales. Cuando se consumen en la mañana aumentan la síntesis de noradrenalina y dopamina cerebral, incrementando aún más la capacidad de alerta, concentración y memoria. Además, estos alimentos nos aportan triptófano cuya escasez produce la falta de síntesis de un neurotransmisor denominado serotonina, encargado de transmitir las señales entre los nervios.

Alimentos ricos en hierro como Carnes rojas y blancas, legumbres y verduras como espinaca, acelga, ya que un déficit en este nutriente conduce al organismo a una serie de problemas, que se reflejan en síntomas como: baja atención, sueño, debilidad, cansancio, piel pálida u otros; lo cual podría relacionarse a la capacidad intelectual, especialmente en la etapa escolar, que es una etapa de pensamientos concretos y donde se concretiza el desarrollo del cerebro; un niño que tiene adecuados niveles de hemoglobina podrá captar mejor las ideas principales y esto aumentaría su rendimiento escolar, en comparación con un niño que se encuentra con déficit de hierro.

Los alimentos que proporcionan ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y 6 como: palta, aceite de oliva, linaza, chía molida o hidratada, frutos secos, pescado azul; Los ácidos grasos omega-3 son componentes importantes de las membranas de las células nerviosas, ayudándolas a comunicarse entre sí, lo cual es un paso esencial para mantener un óptimo rendimiento intelectual. Más concretamente, el ácido graso de cadena larga omega-3 docosahexaenoico, DHA, está implicado en varios procesos de las células nerviosas.

El chocolate con un alto porcentaje de cacao y bajo en grasas, ya que es una gran fuente de glucosa y flavonoides, los que aumentan el flujo de la sangre al cerebro, convirtiéndolo en un estimulante natural que aumenta la concentración.

Variedad de frutas y verduras para asegurar una buena fuente de vitaminas y sales minerales. Dentro de ellas es importante el consumo de plátano, el que por su contenido de vitamina B6 provoca que se generen neurotransmisores, los cuales aumentan directamente el nivel de concentración y los arándanos, ya que ayudan a fortalecer la memoria a largo plazo.

Otros alimentos que ayudan a mejorar las conexiones neuronales son los aliños como: curry, cúrcuma o ajo.

Etiquetas