Deportes

Vela adaptada en Talcahuano: cuando el mar también puede ser para todos

De la mano de la presidenta del Club de Deportes Náuticos Inclusivos, Paula Miranda, se exhibió por primera vez en la Región el yate Hansa 303, instrumento de igualdad en el agua.

Por: Samuel Esparza 20 de Septiembre 2019
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Corría 2011 y Paula Miranda era una estudiante de Educación Física que, con 21 años, trazaba sus primeras líneas en la vida. Sin embargo, un accidente automovilístico marcaría su vida, con un diagnóstico terminante: tetraplejia severa nivel C4.

Ocho años después, con cinco paros cardiorespiratorios y 18 días en coma en el recuerdo, su presente está lejos de una cama y mucho más cerca del mar. La villalemanina escogió el deporte por sobre la postración y, en esa categoría, visitó la zona, como presidenta del Club de Deportes Náuticos Inclusivos. Su objetivo, mostrar el velero especial Hansa 303, con el fin de promover la vela inclusiva en el país.

En compañía del fundador de Náutica Para Todos y delegado de la Federación Nacional de Vela, Thomas Elton, se reunió con deportistas adaptados para exhibirles la embarcación que da sus primeros pasos competitivos en Chile, pero que tiene una proyección ilimitada en un país de costa tan extensa.

“Este velero está en muchos países del mundo hace rato, aunque a Chile llegó hace tres años cuando Tomy (Elthon) conoció en Australia al ‘big boss’ de la clase y trajo la idea. Son botes inclusivos, no hay categorización ni pesan las diferencias físicas. El año pasado estuve en Japón compitiendo en el Mundial de Hiroshima y lo hice junto a Tomy, que no tiene discapacidad, nos enfrentamos a rivales con y sin discapacidad, hasta niños”, contó Paula.

“En un velero normal, cuando cambia la vela hay que cambiarse de lado, mientras que estos están hechos de tal manera que la botavara (vela) pasa por arriba de la cabeza sin golpear; además, traen un sillín, se navega sentado y son involcables”, añadió la timonel que este año representará a Chile en veleros “servo”, donde todos los movimientos de vela y timón se hacen igual que en una silla eléctrica.

El mar como medio de igualdad

Según Paula Miranda, la idea de esta visita obedece a que las personas en situación de discapacidad sepan de una nueva opción de desarrollo personal.

“Me gustaría que todos puedan disfrutar de lo que estoy haciendo. Primero tuvimos la idea de formar un club y ya tememos 30 socios. Luego, me propuse competir y estuve hasta en un Mundial, pronto vamos a Hong Kong; es decir, se me abrió un mundo nuevo. Fue increíble ver en Japón a tanta gente participando, personas que tenían hasta daño cerebral y navegaban solos. Ahí te das cuenta que esto realmente es para cualquier persona. Siempre digo que cuando se suban no se van a querer bajar porque en el mar somos todos iguales, invito a la gente de Bío Bío a que molesten a sus municipios, a las autoridades para que inviertan en estos botes y compitamos por todo Chile; cambiará su vida”, enfatizó.

La actividad se realizó en el Cendyr Náutico de Talcahuano y tuvo como anfitrión al Club J24 Bío Bío, representado por su presidente, Patricio Rodríguez.

“Buscamos que la gente con discapacidad no se sienta excluida de la navegación a vela. Para eso nos pusimos en contacto con Thomas y apoyamos esta instancia, esperamos que las autoridades lo vean como ventana para acercar a la comunidad al mar. Sería muy lindo tener una flota acá, porque navegar es una terapia. Como Club J24 Bío Bío queremos integrar a toda la comunidad a la navegación a vela en Talcahuano”, sostuvo.

Pese a que el bote no pudo tocar agua debido al fuerte viento que había en la Poza de Talcahuano, varios deportistas de diferentes disciplinas pudieron subir a él en tierra y conocer de sus características que lo hacen amigable con cualquier condición física o sensorial. Fue el caso de la canoísta paralímpica sampedrina, Joselyne Muñoz. “No tenía idea que existía este tipo de vela, me gustó porque es verdaderamente inclusiva, acá se sube una persona con situación de discapacidad o una convencional y van a la par, sólo requiere estrategia. Es ideal, porque rehabilita anímicamente, el agua permite eso”, expresó.

Lo propio manifestó el nadador paralímpico y dirigente del deporte adaptado de Talcahuano, Víctor Bonelli. “Es una herramienta más para nosotros, con la que se puede abrir un mundo en el deporte, que es el mejor tratamiento médico que existe. Este es un bote que cuesta 7 millones de pesos, una cifra que es nada pensando que puede rehabilitar a una persona que sufrió un accidente”, analizó.

Y agregó, “necesitamos herramientas para que las personas con discapacidad no sigan consumiendo recursos en salud pública, en vez de ir a un policlínico que vengan aquí donde se rehabilitarán con reinserción. Hago un llamado al Gobierno Regional, al municipio de Talcahuano, para que apoyen políticas inclusivas ¿Les gustaron las medallas que se trajeron de los Juegos Paralímpicos de Lima? Entonces, pónganse con recursos para el deporte”, concluyó.

Responsable de todo este mover en Chile es Thomas Elton, quien hace 15 años fundó en Valparaíso el único centro náutico público de Chile a través de su fundación, Náutica Para Todos. “Hicimos un proyecto para traer los Hansa, porque tenemos la visión de la inclusión entendida como actividades, en este caso, la navegación a vela, donde todas las personas sin importar sexo, capacidad física, edad o estrato socioeconómico, puedan hacer la misma actividad en igualdad de condiciones. Hemos logrado que 3 mil personas naveguen por primera vez ”, explicó.

Hoy en el país existen seis yates de este tipo (La Serena, Valparaíso y Puerto Williams) y, según Elton, cualquiera puede acceder a ellos. “Puede tenerlo un particular porque el costo es menor a los demás. Nuestra misión es potenciar más accesos públicos inclusivos, por eso estamos acá, porque nos encanta la labor que hacen como Cendyr Náutico de Talcahuano con una navegación muy potente. Ojalá puedan implementar una flota acá, marcarían pauta en el país”, cerró.

Etiquetas