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Alimentación saludable en escuelas: ¿es posible?

Por: Diario Concepción 11 de Marzo 2019
Fotografía: Diario Concepción

Claudia Troncoso Pantoja
Nutricionista Facultad de Medicina Ciede-Ucsc

La necesidad de establecer una conciencia saludable sobre alimentación en todos los grupos etarios es una prioridad. El perfil epidemiológico de nuestra población adulta e infantil identifica un porcentaje alarmante de personas con malnutrición por exceso (sobrepeso y obesidad). Los escolares, etapa clave para la adquisición de hábitos saludables, presentan un 25.1% de obesidad, según el Mapa Nutricional 2018 elaborado por la Junaeb.

Esta realidad plantea la necesidad de reconocer diversas estrategias que fortalezcan conductas saludables desde la alimentación en la etapa escolar. Entre otras, comprender el aporte de energía y nutrientes que presentan los alimentos permite una mejor selección, mejorando el consumo de nutrientes a través de los alimentos, lo que repercute directamente en el estado de salud y calidad de vida de los menores.

Una de las estrategias es el uso de los sellos “Alto en”. Estos rotulan a los alimentos que superen los límites establecidos para el aporte de energía (calorías), azúcares totales, sodio y grasas saturadas, nutrientes críticos asociados a la presencia o aparición de enfermedades crónicas como algunos tipos de cáncer, hipertensión u obesidad.

Los sellos surgen como una forma simple de seleccionar aquellos alimentos o preparaciones culinarias que contengan el menor número de estos símbolos en sus envases o que en forma óptima, no los incluyan. Por otra parte, la Ley de Alimentos, promulgada en 2016, consigna que los que superen los límites establecidos para el aporte de nutrientes críticos, no pueden presentar publicidad o “ganchos comerciales” dirigidos a los menores de 14 años, o ser vendidos en establecimientos de educación parvularia, básica o media.

Entonces, ¿cómo alimentarse sanamente en las escuelas? Prefiriendo siempre alimentos preparados en casa. Apoderados y también estudiantes optan por la adquisición de sus alimentos o preparaciones en los quioscos o casinos. Esto es una buena práctica si se seleccionan de manera adecuada y si se conoce su procedencia. La ley vigente identifica tres tipos de quioscos escolares para adquirir los alimentos, considerando como factor común que los alimentos ofertados no sobrepasen los límites de energía, azúcares totales, grasas saturadas y sodio.

Los quioscos tipo “A” pueden ofertar bebidas envasadas que no requieran de protección frente al frío o calor, como por ejemplo fruta natural. Los quioscos tipo “B” pueden incluir los alimentos de los quioscos “A” más otros que provengan de establecimientos autorizados, como ensaladas de frutas o verduras envasadas. Por último, los quioscos tipo “C” incluyen los elaborados en la misma instalación.

Es posible alimentarse de mejor manera en los establecimientos educacionales. La comunidad educativa se debe complementar para la adquisición de hábitos de vida y alimentación saludable. Una adecuada educación alimentaria se solventa entre lo aprendido en el colegio y lo vivenciado en los hogares.

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