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Nada le quita su alegría de cara al desafío final del año

La deportista paralímpica lidera la delegación local en el torneo que se realizará en la localidad de Tigre y donde defiende la corona. En paralelo, vivió un traspié en el juicio que mantiene contra el Hospital Regional de Concepción, por negligencia médica.

Por: Diario Concepción 10 de Noviembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1429.jpg

La deportista paralímpica lidera la delegación local en el torneo que se realizará en la localidad de Tigre y donde defiende la corona. En paralelo, vivió un traspié en el juicio que mantiene contra el Hospital Regional de Concepción, por negligencia médica. 

 

Samuel Esparza Muñoz 
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl

Con el entusiasmo de siempre se embarcó rumbo a Argentina la deportista paralímpica local, Katherinne Wollermann, quien representará a la Región y el país en el Campeonato Sudamericano de Canotaje Velocidad y Maratón 2016, que se llevará a cabo la próxima semana en la localidad bonaerenense de Tigre.

El evento organizado por la Federación Argentina de Canoas (FAC) y fiscalizado por la Confederación Suramericana de Canoas (CoSurCa), congregará a más de un centenar de palistas del subcontinente, en las diferentes categorías de kayak y canotaje tanto convencional como también adaptado.

En este último ítem es que se presentará la deportista de Chiguayante, disputando la serie KL1 200 metros y V1 200 metros, pruebas donde fue campeona en las dos últimas dos ediciones.

Pero Katy no competirá sola en las aguas del Río Tigre, sino que esta vez lo hará junto a su compañero de entrenamiento, Oliver Molina, quien verá acción en la categoría KL2 200 metros y VL2 200 metros, lo mismo que Robinson Méndez, quienes harán su debut absoluto en el certamen internacional. Los tres al mando del técnico Ariel Rubilar.

Con el resto de gasolina 

Cansada hasta el agotamiento, luego de todo lo que significó su aplaudido paso por los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, se reconoce a esta altura del año Katherinne Wollermann.

Por su cuerpo han pasado -además de la cita olímpica- torneos regionales, nacionales, panamericanos y mundiales. Un esfuerzo que le está pasando factura, pero que según asevera, no le impedirá entregarlo todo.

"En realidad, estoy en periodo de baja en mi preparación y a este torneo voy con lo que entrené para Río solamente. Pero aún así, me queda combustible para rato. Estar en un momento de baja no quiere decir que sea retroceso y por eso estoy mentalizada en competir con el corazón, como siempre", dijo.

En ese sentido, Katherinne tiene clara su meta en este Sudamericano. "Yo siempre quedo contenta con entregar lo mejor de mí, es mi base para sentirme conforme. Además que en Argentina termina mi temporada competitiva que tuvo harto trabajo y, como es el cierre, hay que hacerlo bien", sentenció. 

Tareas cumplidas

Tras un año tan demandante en el plano físico, Ariel Rubilar, técnico de la kayakista, se refirió al momento en que llega la deportista a la cita en aguas trasandinas.

"Es claro que Katherinne mostrará el cansancio acumulado durante el año, es normal. Su entrenamiento para los Juegos Paralímpicos fue muy fuerte y siempre, después de un periodo arduo de entrenamiento, empiezan los dolores y molestias, así es que estamos atentos a aquello", expresó.

Pese a ello, Rubilar confía en una buena actuación de su pupila. "Estoy seguro que ella tendrá un buen cometido, nuestro objetivo es que regrese con alguna medalla, ella defiende el oro y ojalá pueda ganarlo por tercera vez consecutiva", concluyó. 

Lucha fuera del agua

Un desafío aparte tiene por estos días Katherinne Wollermann, en su cruzada contra los responsables de la enfermedad que la dejó postrada. Sobre ello habló su madre, Margot Zapata. 

"Mientras estaba en preparación para este campeonato, mi hija recibió otro golpe en su vida, debido a que la Corte de Apelaciones determinó por detalles menores, anular todas las sanciones a su favor en el juicio que mantiene con el Hospital Clínico Regional de Concepción. Ese fue el recinto donde Katy ingresó por un cuadro de resfrío en 2012, donde estuvo internada por seis meses y fue dada de alta en silla de ruedas con un diagnóstico de Síndrome Conversivo que nunca existió", cerró.

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