Deportes

"Los Juegos Olímpicos me llenaron de nueva confianza"

Uno de los mejores chilenos en Río 2016, habló de su paso por el torneo, donde un calambre lo hizo perder 10 puestos, y de cómo la falta de apoyo sigue siendo su mayor rival.

Por: Diario Concepción 19 de Septiembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-2787.jpg

Uno de los mejores chilenos en Río 2016, habló de su paso por el torneo, donde un calambre lo hizo perder 10 puestos, y de cómo la falta de apoyo sigue siendo su mayor rival. 

 

Samuel Esparza Muñoz 
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl

Su cara "quemada" por el sol, denota el esfuerzo supremo realizado hace algunas semanas en Río 2016, donde fue en uno de los mejores chilenos tras ubicarse en el lugar 42° del maratón.

Hoy, Víctor Aravena descansa con la familia tras su estreno olímpico y mira con perspectiva su paso por un evento que, según propias palabras, le dio un impulso nuevo a su carrera.

Porque esa es una de sus virtudes: reinventarse. Así lo hizo pasando del cross country a los 5 mil y 10 mil metros, y en lo Juegos Olímpicos, donde tuvo la capacidad de saltar de la pista a la calle, con la competencia más dura de todas, el maratón.

Superando obstáculos 

Víctor califica la experiencia en Río como dura, pero enriquecedora. Desde el momento que llegó a tierras brasileñas y al primer día sufrió una insolación, que hizo temer a su entorno de una posible bajada de la prueba.

"Pasé de entrenar en el frío de Coronel al calor extremo de Brasil con 30° de temperatura. Fue un cambio muy brusco y me pasó la cuenta cuando, apenas instalado, hice 15 kilómetros para soltar las piernas. Me pilló la lluvia, luego salió un sol tremendo, sufrí un golpe de calor y me insolé. Sólo mi familia sabía", dice.

El deportista agrega que, "más encima llevaba semanas con un tendón inflamado, lo que no me permitió ir a Cuenca con mis compañeros para hacer la última fase preparatoria. Pero nunca perdí la esperanza, ya he pasado por tanto que sabía que tenía que reponerme de alguna manera. Siempre he dicho que duele más no tener recursos para ir a competir que cualquier afección física", sostiene.

Aravena dice que superó la insolación en tiempo récord. "Estuve un día entero con suero y en cama y al día siguiente en la piscina, hidratándome bien. Gracias a Dios los profesionales que estaban ahí me pudieron dejar en buenas condiciones en dos días. Después le puse el hombro nomás", señala.

Entre los mejores

Víctor Aravena cuenta que estaba consciente de lo difícil que sería igualar a Roberto Echeverría, el último maratonista criollo en unos JJOO y que terminó 49°. "El nivel de competidores era tan alto, que los 60 primeros clasificados tenían marcas bajo las 2 horas 17. Sabía que era muy difícil optar incluso a estar dentro de los top 50. Pero yo estaba para mejorar y así quedó demostrado. Por la dura ruta, varios terminaron seis o siete minutos sobre sus marcas, como mis compatriotas".

Con todo, Aravena dice que logró sobreponerse y adaptarse, factor clave para ser el mejor chileno. "En Coronel estoy acostumbrado a correr en condiciones difíciles con lluvia, viento, tierra y piedras. Con Daniel Estrada (98°) y Enzo Yañez (108°), habíamos proyectado correr a un ritmo juntos hasta el kilómetro 30. Pero vi que me sentía bien y en el kilómetro 4 les dije que me iba, seguí a un grupo de africanos y aceleré. En el camino fueron quedando tipos muy buenos y me di cuenta que valió la pena todo el entrenamiento", añade. 

Pudo ser mejor

Pese a su satisfacción por el resultado, Víctor dice que quedó con un gusto amargo por como se dio el final de la carrera. "Seguí cambiando de ritmo y llegué a estar en la posición 32°. Pero cerca del kilómetro 38 llegaron los calambres y me pasaron varios rivales".

Aravena asevera que eso le dolió. "Ver que no era por capacidad, sino por un tema externo que perdí 10 lugares me dio rabia, porque con un médico allá se pudo evitar. También hay máquinas que vienen con hielo compresor que se colocan como botas hasta los cuádriceps, muy efectivas pero caras. Allá en Brasil la mayoría las tenía. Pero ahí está la diferencia entre un atleta con recursos y otro que no", recalca.

Y culmina con una reflexión. "Yo no pido gran cosa, no quiero ser rico. Pienso que una línea aérea puede auspiciarme con pasajes para mis viajes; representar a una marca de vitaminas, cosas así. Si de una vez por todas creyeran en mí y me dieran los recursos que le pasan a otros atletas, podría llegar mucho más lejos. Lo único que me limita es la falta de recursos. No puedo seguir entrenando como amateur si demostré que puedo llegar a unos Juegos Olímpicos y rendir. Pero por eso me siento feliz también: hacer tanto con tan poco". 

 

Etiquetas