Siempre ha sido complejo vivir del teatro, algo que se complejizó más aún con la pandemia. Por su parte, el público gusta de lo propio, pero es más bien un sector reducido de la población que asiste a las producciones escénicas.
Este pasado 11 de mayo se celebró a lo largo del país, el Día del Teatro, oportunidad que se conmemora el natalicio de Andrés Pérez, destacado actor, director y dramaturgo nacional.
Una efeméride de gran trascendencia en nuestra Región y ciudad, la cual en particular, se destaca en esta arte escénica desde hace varias décadas, siendo incluso un referente a nivel nacional. Pero ¿Existe un real aprecio por el teatro penquista?¿La gente gusta del trabajo teatral local?¿El público asiste a las funciones de compañías penquistas? “Uno no puede hablar de públicos, el cual hay para todo, pero en este caso no se puede hablar en plural. El gran público, la gran ciudadanía, no tiene la menor idea que existe el teatro penquista. O sea, son pequeños círculos y grupos culturales son quienes asisten a sala, a exposiciones, y expresiones artísticas en general”, señaló Manuel Loyola, experimentado actor y director local cabeza del Centro Cultural del Oráculo.
Añadiendo que “es un circuito extremadamente pequeño y marginal, y hay que saber y tener conciencia que uno se mueve en espacios en donde los espectadores son escasos. No es que el público lo valore, sino que ese pequeño porcentaje que va a las funciones lo aprecia muchísimo. El público no sabe que existe esta ‘burbuja’ cultural penquista. No sé si hay un problema de valoración, gran parte es un problema de desconocimiento”.
Una opinión con ciertos matices, y que van en cierta línea con lo expuesto por Loyola, es lo que plantea Francisca Díaz, destacada actriz penquista e integrante de diversas compañías y proyectos teatrales, quien apunta que la gente de la zona está dispuesta a pagar una entrada -independiente del precio- por algún montaje u obra de factura local, “por ejemplo, el musical ‘Cecilia la incomparable’ nosotros llenamos más de ocho funciones, agotando muchas de ellas. Se está dispuesto a pagar, pero creo no a buscar, el público quiere tener muy fácil acceso a la información. Nuestra tarea, en ese sentido, es hacer muchísima difusión y descubrir cuáles son las formas efectivas de difundir. Las redes sociales son una forma, hay otra que es ir directamente a las comunidades donde será el montaje”, dijo.
A lo que completó que “cuando trabajas una difusión de manera anticipada y tienes un plan de gestión en difusión, logras que el público asista sin importar el valor o costo de la entrada. Lo importante es generar mucho contenido para difusión y de parte de los y las espectadoras, podríamos de alguna forma lograr que ellos siempre sepan a donde ir e informarse de lo que está pasando, culturalmente hablando. Falta una plataforma exclusiva de difusión de espectáculos de artes escénicas en Concepción”.
Un punto no menor, y también da para reflexionar en una efeméride cultural como el Día del Teatro, es lo difícil de poder vivir de este arte, lo cual se vio más precarizado producto de la pandemia, lo que hizo que el público igual disminuyera su ida a espectáculos de este tipo. En voz de Loyola, “dentro de estos últimos cuatro años, se ha producido una reducción importantísima respecto a la cantidad de espectadores que van al teatro. Hay algunas cosas que tienen que ver con la manera en cómo estamos viviendo, y que se agudizó con la pandemia. La hiperactividad producto de la precariedad económica y el costo de la vida en este país, el cual es altísimo, más que la media de Europa, ha implicado que tengamos poca asistencia a los espectáculos de índole escénico. Las estadísticas muestran que ha bajado muchísimo la cantidad de público”.
Palabras que van en la misma dirección de lo señalado por Francisco Bagnara, intérprete y creador escénico, quien recientemente vino a dictar una masterclass para el Colectivo La Intrusa. El también director del proyecto “Las danzas del futuro”, dijo que “estamos en momentos complejos de precariedad pospandemia, y a su vez, en la reactivación de los espacios socioculturales en donde el teatro, y en general todas las artes escénicas, se desarrollan. Mientras más pasa el tiempo y más se especifica un artista en su práctica, es más difícil poder sostenerla y proyectarla. Por esto mismo, en un momento tan importante para la comunidad de las artes escénicas como lo es el Día del Teatro, me gustaría llamar a la ciudadanía a valorar la importancia del teatro, la danza y de arte en general como un trabajo, que es remunerado y que es parte de la sociedad como un bien fundamental y necesario”.