Cultura y Espectáculos

¿Qué gatilla este último tiempo la euforia por los conciertos masivos?

Múltiples factores, según profesionales y expertos en la materia, son los que han generado este casi último año la locura por asistir a shows en vivo. Aunque, sin duda, los diferentes períodos de encierro, gatillados por la pandemia, y la nula posibilidad de eventos masivos son los detonantes centrales de esta especie de histeria colectiva.

Por: Mauricio Maldonado 22 de Mayo 2022
Fotografía: Daddy Yankee | Facebook

Dentro de esta semana se había anunciado el inicio de la venta de entradas para lo que sería la despedida del reguetonero Daddy Yankee, concierto pactado para septiembre próximo en el Estadio Nacional. Tal fue la locura y frenesí de sus fanáticos que en cosa de minutos se agotaron los tickets, por lo que se agendaron dos presentaciones más, las que también corrieron la misma suerte agotando todas sus localidades.

Un fenómeno que hace un tiempo atrás también se había dado con Bad Bunny, Dua Lipa, Coldplay, entre otros artistas. ¿Será que la pandemia exacerbó las ansias o deseos de ir a espectáculos masivos? ¿Fue mucho tiempo el haber estado privados de música en vivo? Para la psicóloga María Fernanda Ávila, esta especie de fanatismo exaltado o locura colectiva, se debe a diferentes factores y que la mayoría de ellos son empujados por todo lo que ha desencadenado la pandemia.

“Dos años de pandemia, obviamente, privaron a la mayoría de las personas de asistir a eventos en vivo. También se conjuga que hay una brecha generacional que quienes al principio de todo esto eran menores de edad y ahora no, gente que también terminó la universidad e ingresó al mundo laboral teniendo que saltarse ciertas etapas de la vida. Y que se agoten las entradas, para espectáculos masivos, en pocos minutos, es una cosa de marketing -donde te ofrecen descuentos y cosas por el estilo- que desencadena a nivel cerebral un efecto adrenalínico mezclado con la emoción de tener la posibilidad de ver a mi artista o grupo favorito”, explicó.

Añadiendo que “muchos artistas cancelaron sus eventos hace más de dos años y también varios músicos están terminando sus carreras, es decir, giras de despedida que generan expectación y la posibilidad de verlos por última vez sobre un escenario o de igual manera artistas y bandas que están teniendo reconocimiento y que deciden visitar por primera vez nuestro país. Todos estos factores, entre otros, confabulan para que prácticamente cualquier evento que pongan en cartelera dentro de este año, agote sus tickets debiendo agendar más de una presentación”.

El tema de las redes sociales al momento de explicar esa fiebre o exaltación por los eventos masivos, igual es un factor relevante para la profesional, “ya que el hacerse de una entrada y asistir genera aceptación social, la cual se canaliza a través del mundo de las plataformas digitales, independiente que se conozca o no al artista o grupo, lo importante es solamente ir, como ocurrió en la última edición de Lollapalooza y en que muchos más que ir por la música fueron por lo que significa el asistir a ese festival”.

Sin importar el costo

Para Mario Soto, reconocido productor local y cabeza detrás del recordado ciclo Noches de Jazz, Vinos & Blues, sin duda es la pandemia lo que ha generado las ganas o ansias de ir a un espectáculo masivo, “y no solamente a ver un concierto o un show en particular, todo está lleno. Las personas quieren dejar atrás todo lo vivido con la pandemia, disfrutar casi sin límites el ahora, ya que teniendo de antecedentes esos casi dos años de encierro total y parcial, la gente no quiere volver atrás. Es más, se quiere recuperar el tiempo perdido sin importar el costo, ya que sin los diferentes retiros de las AFP y bonos del Gobierno, se está volviendo a los mismos niveles de endeudamiento antes de la pandemia”.

A lo que completó que “es una especie de locura o ganas de desatarse que vi también pos 27F, que luego de un período de cierta incertidumbre se quiera disfrutar del ahora lo que más se pueda, lo que a la larga igual generará consecuencias, sobre todo económicas. Siento que no hemos aprendido nada, como que el darse ciertos ‘gustitos’ es lo más importante dentro de este tiempo”.

Algo similar a lo expresado por el también experimentado productor penquista Katto Senociain, quien hizo hincapié en que “aún persiste cierta incertidumbre, esto en relación al pulso o ritmo de las cifras de contagios diarios. Aunque a la mayoría de la gente a estas alturas no le importa mucho, lo que se refleja en lo explosivo de la venta de entradas de grandes conciertos. Sin duda, la pandemia es el gran factor que ha facilitado que los grandes espectáculos se agoten”.

Agregando que “es una tendencia que se viene generando desde que los aforos se fueron ampliando, más allá del tema de las platas extras que recibió la gente en su momento, ahora como que lo esencial es divertirse sin importar el costo, lo cual creo que se no sólo se dará este año sino también el próximo”.

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