Cultura y Espectáculos

Debió reinventarse para mantener viva la pasión del flamenco

Justo antes del comienzo de la pandemia la Academia de Rocío González se había trasladado a un espacio más grande, el que debió dejar a los pocos meses. Luego, pasó al formato online y en el segundo semestre de 2021 retomó la presencialidad, subiendo de forma importante la cantidad de alumnos. Ahora, se apresta a retomar su actividad en marzo, en el Centro Español, que ha sido su nueva casa.

Por: Ricardo Cárcamo 18 de Febrero 2022
Fotografía: Academia Rocío González

Como a muchos actores del ámbito cultural, a la Escuela de Arte Flamenco Rocío González la pandemia le llegó de golpe, cambiando bruscamente los planes. Previo a la llegada del Covid-19 la institución se había cambiado a un espacio más grande, con el objetivo de afrontar nuevos desafíos. Todo quedó truncado, pero en el camino se reinventó para continuar con una senda formadora de este baile español que lleva años en Concepción.

“Justo antes del comienzo de la pandemia me había cambiado, arrendé un local nuevo para ampliarme. Partí las clases, estuve una semana y vino todo esto, tuve que cerrar. Pagué varios meses, pero cuando me di cuenta que esto iba para largo hablé con el dueño y dejé todo, para comenzar las clases online”, dijo Rocío González.

Al respecto, agregó que “estuve como un año en el formato virtual, donde la cantidad de alumnos bajó de forma importante, te diría que a la mitad. Igual servía, pues no tenía que pagar arriendo. Amedida que avanzó el tiempo se sumaron más personas, y como a fines de 2020 empezó a repuntar el tema. El 2021 lo seguí online, y en agosto ya pude retomar las clases presenciales”.

Saliendo adelante

En ese retorno, Rocío contó con el apoyo del Centro Español de Concepción. “Ahí subió mucho el número de alumnas, te diría que incluso más de las que tenía antes de comenzar la pandemia. Pasé de tener un promedio de 60, 70, a 110, 120. Mucha gente nueva que quería bailar, pues después de tanto tiempo encerrados estaba la necesidad de moverse, de hacer actividad física”.

A fines del año pasado pudieron llevar a cabo una gala, acto tradicional para toda academia de danza para cerrar la temporada y presentar lo aprendido a la comunidad.

“Siempre mis funciones son abiertas a público, pero en este caso por el tema de los aforos fue súper controlado. Tuvimos que hacer dos funciones, en el Centro Español, pues no da para arrendar un teatro con la capacidad tan limitada. Resultó todo muy bien, las familias pudieron ver a las chicas”, dijo.

Sobre lo que viene para el inicio de 2022, Rocío adelantó que “afortunadamente en el Centro Español ocupo el salón grande, entonces si estamos en fase 2 igual puedo tener un aforo aceptable en cada clase. Comenzaremos en marzo”.

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