Cultura y Espectáculos

Innovador proyecto interdisciplinario busca preservar el patrimonio UdeC

Los revestimientos de mosaicos cerámicos o vítreos fueron parte fundamental de la esencia de la arquitectura moderna, movimiento al que pertenece la Casa del Arte José Clemente Orozco de la Universidad de Concepción. La iniciativa de la Dirección de Servicios y la Unidad de Patrimonio permitirá, además, conocer más acerca de su composición y factura, a través de la investigación y la creación

Por: Diario Concepción 18 de Octubre 2020
Fotografía: Diario Concepción

Por Ximena Cortés

Acaso no existe edificio más emblemático del aporte cultural, que la Universidad de Concepción hace a la comunidad, que la Casa del Arte José Clemente Orozco, ubicada en la esquina de Chacabuco y Paicaví.

Este edificio, fruto de la telúrica articulación chileno-mexicana, recoge de alguna manera la función autoimpuesta por la UdeC, en tiempos de reforma universitaria, de organizar la cultura en la Región. Y esa imagen es coronada con el mural Presencia de América Latina, de Jorge González Camarena, que recientemente celebrara 55 años desde su inauguración.

De silueta con evocaciones a las pirámides maya, este gran volumen pétreo en ochava recibe a quienes llegan desde la Diagonal Pedro Aguirre Cerda, siendo un imponente ejemplo de la arquitectura moderna en Concepción y uno de los accesos emblemáticos a la Universidad.

Escalonamientos y una terraza ajustan gradualmente el impacto del edificio que, por su diseño, parece suspendido sobre el piso. Sus arquitectos, Alejandro Rodríguez, Osvaldo Cáceres y Javier Gutiérrez, resolvieron la composición contraponiendo un primer piso liberado, con una ventana alta que recorre todo el perímetro, con un segundo nivel de expresión pétrea, que descansa sobre columnas de hormigón.

El jefe de la Unidad de Patrimonio de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio, Javier Ramírez, señala que la Casa del Arte José Clemente Orozco “representa un punto de inflexión en el desarrollo del Campus UdeC. Se presenta como un documento arquitectónico que involucra dos miradas respecto al desarrollo urbano de la Ciudad Universitaria: la impulsada por David Stitchkin y, a contar de 1962, una nueva, la de Ignacio González Ginouvés y su idea de una universidad parque”.

Equipo interdisciplinario

A más de cinco décadas de su construcción, los mosaicos que revisten los muros exteriores de la Casa del Arte presentan visibles deterioros; su pérdida afectaría negativamente los valores artísticos del inmueble, cuya arquitectura considera los revestimientos de mosaicos cerámicos o vítreos, parte fundamental de su esencia. Además, los deterioros identificados podrían devenir, a largo plazo, en daño a nivel estructural, principalmente la infiltración de humedad.

El arquitecto de la Dirección de Servicios, Alexander Bustos, explica que los revestimientos cerámicos no fueron, en modo alguno, “un mero añadido decorativo, anecdótico y reemplazable, sino una parte indisociable de la composición total. Perderlos sería quitarle riqueza a la obra”.

Esos cerámicos son de dos tipos: el que reviste las barandas blancas es del tipo veneciano, propio de los años 60 del siglo pasado, y corresponde a teselas de 20×20 mm. El otro, sobre el muro, es de confección única, de 50 x 115 mm, y corresponde a una pieza rectangular turquesa, de superficie lisa, con un pliegue ligeramente curvo que la cruza en diagonal.

Las piezas originales ya no se fabrican y, por ello, la Dirección de Servicios junto a la Unidad de Patrimonio de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio postularon a financiamiento del Fondo de Patrimonio Cultural, del Servicio Nacional de Patrimonio, que en 2019 tuvo su primera convocatoria.

Para ello, se conformó un equipo interdisciplinario, compuesto, además de los especialistas de las unidades respectivas, por una ceramista del departamento de Artes Plásticas, e ingenieros en materiales, de la Facultad de Ingeniería, quienes aportan en el proceso de diseño y caracterización fisicoquímica de los materiales.

El director de Servicios y responsable del proyecto, Alejandro Tudela, explica que esta iniciativa tiene como objetivo aportar a la puesta en valor de la infraestructura patrimonial de la UdeC, a través de la mantención y recuperación de los cerámicos y otros elementos de la fachada de la Casa del Arte. “La adecuada conservación de los activos patrimoniales es un tema que la Universidad debe internalizar y poner en marcha”, dice.

Las acciones que se llevarán a cabo para ello incluyen la intervención en tres planos de la fachada: recuperación del piso del pasillo exterior, recuperación de los cerámicos de las barandas y los muros verticales, y tratamiento del cielo de pasillo exterior, señala Tudela y agrega que los criterios de intervención considerados son: liberación, es decir, eliminación de elementos no originales (sin valor cultural); restauración, o recuperación de piezas y elementos perdidos; consolidación, esto es proteger lo existente y lo que se restaurará, y rehabilitación estructural, de manera de asegurar la capacidad de soporte de la estructura, particularmente de las barandas perimetrales.

Como en Chile la restauración de revestimientos cerámicos es un campo casi inexplorado, esta experiencia sería relevante a nivel nacional en la definición de procedimientos constructivos específicos.

Este proyecto, agrega el director de Servicios, se enmarca dentro de un plan integral de conservación de todas las fachadas de la Casa del Arte, de manera de asegurar la continuidad de su aporte cultural a la comunidad.

Resguardar la originalidad de las piezas

Como parte del proceso de intervención, se comenzó con un estudio de la materialidad de los cerámicos, para crear una ficha técnica de los materiales, antecedente que no existe. Como la caracterización fisicoquímica requiere el desarrollo de ensayos de rayos X (DRX y FRX), estos fueron solicitados al laboratorio del Instituto de Geología Económica Aplicada (GEA) de la Universidad de Concepción, donde se prepararon las muestras de forma adecuada para estudiar tanto el esmalte como la masa de fondo de ambos tipos de cerámicos.

Christopher Salvo, académico del Depto. de Ingeniería Mecánica de la UBB, investigador colaborador del Laboratorio de Cerámicos Avanzados y Nanotecnologías de la Universidad de Concepción e integrante del equipo de trabajo, explica que la difracción de rayos X (DRX) es una técnica que permite obtener información a escala atómica de materiales, tanto cristalinos como no cristalinos. Los cerámicos también fueron sometidos a una fluorescencia de rayos X (FRX), para determinar su composición mineralógica.

“Los dos análisis permitieron identificar que la masa de fondo de ambos cerámicos está compuesta por cuarzo, mullita sintética, óxido de aluminio y potasio, y calcita. La mullita es un silicato comúnmente utilizado para la fabricación de cerámicas. Por otro lado, los esmaltes presentaron diferentes composiciones según el cerámico estudiado: para el caso del cerámico blanco, se concluyó que su esmalte está compuesto por zircón, cuarzo y óxido de zinc, mientras que en el cerámico turquesa se encontró cuarzo y anortita. Esos compuestos son los responsables de la característica vidriosa del esmalte y, además, de su color”, dice.

Estos resultados, explica, permitirán resguardar la originalidad de las muestras para el futuro y, además, “facilitar el proceso de restauración, específicamente para la fabricación de los nuevos cerámicos a instalar en la Casa del Arte”.

Respetar los valores patrimoniales

Al mismo tiempo, la ceramista y docente del departamento de Artes Plásticas, Bárbara Bravo, comenzó a estudiar la forma y características físicas de las cerámicas rectangulares, para realizar réplicas de ellas. La información que recopila sobre complejidades en su factura y su diseño, serán importantes para la comprensión del proceso de construcción de los cerámicos originales.

Bárbara destaca el desafío que implicó este trabajo. “Mi acercamiento a la cerámica es más desde una relación con la creación. Mi trabajo lo abordo de una manera empírica, por lo que el desafío de reproducir esta pieza antigua, con sus mismas dimensiones y condiciones, ha sido un proceso complejo, aunque entretenido”, señala.

“Recibí la pieza cerámica y la empecé a modelar a mano. Eso me permitió ir reflexionando sobre la manera en que fue concebido el diseño original del cerámico: sus pequeñas curvas, la caída, el relieve, las imperfecciones. Hay todo un proceso fino involucrado con el modelado”, dice.

Con las matrices que desarrolle, más la información tanto de laboratorio como del proceso factural, se encargará la fabricación de estas piezas a una empresa especializada, así como cerámicos pequeños, para comenzar con la intervención que implica limpieza de la fachada, desmonte de las piezas rotas o sueltas, e instalación del nuevo revestimiento. Con ello, se espera conservar el sector de terrazas de la Casa del Arte, poniendo en valor su materialidad original.

La reparación, tanto del punto de vista constructivo como cultural, respeta los valores patrimoniales en las decisiones técnicas adoptadas y considera una adecuada supervisión de las obras.

La colaboración entre distintas especialidades y unidades universitarias es algo que destaca Ramírez: “la gestión del patrimonio universitario, a través de colaboraciones de unidades especializadas, permitirá formar un recurso humano experto en materia de restauración de cerámicos”.

Etiquetas