El disco, compuesto por 10 canciones, es una travesía sonora que se debate entre el rock, pop y folk, con introspectivas letras que evocan dulzura y melancolía.
Luego de mostrar dos sencillos -uno en colaboración con Dulce & Agraz- a modo de adelanto, Despejado, el proyecto solista del músico penquista Juan Pablo Moreno, estrenó hace unos días “Un nudo, una rama”, su primer larga duración, disponible en las principales plataformas digitales de música.
“Las letras de las 10 canciones que componen el álbum, son como súper reflexivas, bien introspectivas. Hay un tópico que se toca harto y se repite a lo largo de todo el disco, que es el concepto del paraíso perdido, el lugar idealizado que se rompe en algún momento, lo que produce un viaje en que uno se va enfrentando a la soledad”, comentó el también guitarrista.
Conceptos que finalmente justifican y dan sustento al nombre del álbum. “Esa travesía es también un proceso de crecimiento. En ese sentido, si el tronco representa a una persona, que crece con el tiempo, las ramas serían sus vivencias, experiencias, sus viajes y la extensión para encontrarse con otros”.
Despejado arrancó su trayectoria en 2016, publicando un EP homónimo de cinco canciones, que capturan su esencia rockera fusionada con melodías de índole más folk y pop. Una relación sonora que profundizó más en “Un nudo, una rama”. “Tiene una esencia muy de cantautor llevado al rock y con la idea de crear ambientes, es lo que en general define el uso de los teclados y las guitarras eléctricas”, explicó.
En cuanto a su evolución como músico, y de cómo se ve hoy en comparación a cuando partió su senda melódica, Despejado manifestó que “estilísticamente siento que he cambiado un montón. Ahora me preocupo más por las letras y tener una diversidad tímbrica en las canciones. Que haya sonidos distintos, un juego con las dinámicas, cosa que no ocurría con mis bandas anteriores. Fue una de las principales motivaciones de iniciar este proyecto”.
Algo que llama de entrada la atención de su proyecto solista es su nombre. “Es porque sentía, en ese momento, que tenía un terreno despejado donde crear. Una especie de lienzo en blanco donde empezar a pintar, musicalmente hablando, y escribir. Ese fue su concepto original, pero que con el tiempo fueron brotando y evocando nuevas cosas, como el clima. En ese entonces – 2016- vivía en Santiago y añoraba un poco los días despejados de Concepción, pero de invierno. Como cuando hace frío después de la lluvia y sale el sol, por ese lado va el concepto general”, dijo.
En el futuro, cuando pase la emergencia sanitaria, Juan Pablo espera realizar el lanzamiento oficial del álbum en vivo en algún espacio cultural de Concepción y luego en Santiago. “Quizás hacer una gira dentro de la Región y la ciudad primero, y luego mostrarlo en otras ciudades. Más al sur, como ir a Temuco y más allá”, finalizó el músico.