El seremi de Desarrollo Social y Familia, Hedson Díaz, destacó que el programa logró más de 38 mil prestaciones y un 98% de ocupación en sus dispositivos. Y adelantó la extensión de 30 días en dos comunas en atención de personas en situación de calle.
Con el objetivo de proteger la vida de la población más vulnerable en contextos climáticos adversos, el Plan Protege Calle, que habitualmente opera cuatro meses, extendió su funcionamiento de los albergues en Coronel y Lebu. La medida contempla una inversión de $12 millones por comuna, según explicó el seremi de Desarrollo Social y Familia, Hedson Díaz, en conversación con Diario Concepción.
-¿En qué periodo se activa el Plan Protege Calle?
-Se activa principalmente en tiempos de invierno. Comienza al final del otoño, comenzamos a abrir albergues aproximadamente en el mes de abril o mayo, y termina aproximadamente en las primeras semanas de octubre o la última semana de octubre. En general, el Plan Protege Calle tiene una duración de ciento veinte días que son cuatro meses, los meses más duros del invierno. Igualmente hemos podido extender algunos albergues.
-¿Qué los lleva a decidir aumentar por 30 días los albergues y cómo lo logran?
-Siempre decimos que el Ministerio de Desarrollo Social y de Familia determina recursos para la apertura de albergues y para distintos dispositivos destinados a personas en situación de calle. Pero no podemos ser la única institución que trabaje en esta materia. Hemos tenido la colaboración particularmente de los municipios y también de las delegaciones presidenciales provinciales. Por ejemplo, el Código Azul lo ejecuta la Delegación Presidencial Provincial de Biobío, en Los Ángeles, y el albergue lo ejecuta la municipalidad, eso habla de esta sinergia positiva.
-¿De dónde nace esta necesidad de extender en 30 días algunos albergues?
-Porque era un requerimiento de la Municipalidad de Coronel, porque ellos tenían la ejecución de este convenio y hay una necesidad urgente, una necesidad manifiesta. Y eso se ve reflejado en la cifra, tuvimos en promedio, en todos nuestros dispositivos, un 98% de ocupación de camas.
Tomamos diariamente registro, sabemos cuántas son las personas que transitan por los albergues, y eso nos llevó a determinar que este año en este plan, logramos entregar más de 38 mil prestaciones; desde kits de abrigo hasta atenciones de la Ruta Médica en la calle o la Ruta Social de entrega de alimentación, de entrega de la propia cama. Esto habla de un plan que es muy exitoso en términos de entrega de implementos, pero también tiene buena recepción por parte de los usuarios (…) Las comunas que van a continuar con albergues serán Coronel y Lebu, logramos la extensión de 30 días con una inversión de 12 millones de pesos cada uno. Eso permite garantizar que se abra las 24 horas del día, con la contratación de los profesionales, de personal, el arriendo del espacio y cuatro alimentaciones diarias.
-¿De qué forma se acercan para comunicar la existencia de albergues?
-Tenemos la Ruta Social y la Ruta de Proximidad asociadas a nuestro dispositivo que es el Centro de Atención Territorial (CAT), y que precisamente generan espacios de confianza para que las personas finalmente accedan a los beneficios. La persona en situación de calle está ahí por tres principios: el lamentable uso abusivo de alcohol y drogas, desvinculaciones y traumas complejos en la niñez; y temas de salud mental no tratados. Por ello, lo que nosotros hacemos como ministerio es lograr generar esos espacios de confianza, porque atendemos bajo un principio de voluntariedad, no podemos obligar a una persona a salir de la calle. Por tanto, vamos avanzando y estableciendo esas relaciones que permiten finalmente que estas personas puedan acceder al beneficio y el día de mañana participar de un albergue.
Después lo que nosotros tratamos de hacer es precisamente romper el círculo de la calle. Firmamos un convenio con el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) para lograr capacitaciones para las personas en situación de calle. Hemos logrado a través de un trabajo en red que acepten ser incorporados a tratamiento de salud mental a través de los Centros Comunitarios de Salud Mental (Cosam).
-¿Con cuántas camas contaron este año?
-Este año, sumando todos nuestros dispositivos, desde el Plan Protege hasta los Centros Temporales para la Superación, llegamos a contar con 465 camas. Eso habla de un esfuerzo importante del Ministerio y que se suma a otras instituciones. Y eso permite responder a una necesidad urgente. En la Región del Biobío tenemos más de 1.800 personas en situación de calle. Solamente en la comuna de Concepción tenemos cerca de 490 personas y la comuna de Los Ángeles, que es la comuna que tiene más personas en situación de calle, tiene más de 650 personas.
-¿Este año hubo casos de personas fallecidas a razón de las condiciones climáticas?
-No hemos tenido personas fallecidas por hipotermia, hemos tenido personas fallecidas por enfermedades de base, como el caso de la persona que falleció lamentablemente en el Hospital Regional. Entonces no hemos tenido fallecimientos por hipotermia. Sí, hemos tenido fallecimientos de personas que son de calle por otros motivos, como de connotación policial incluso, pero en términos de lo que es la preocupación y el foco de atención, este año no hemos tenido -fallecimientos- (…) por eso desarrollamos dispositivos como el Código Azul que durante este año se activó 30 veces. El Código Azul solamente se activa en la comuna de Los Ángeles, porque ahí es donde se cumplen las condiciones que son: primero, que tengamos días con menos de 5 grados, con lluvia, o, en segundo término, que tengamos días de menos de 0 grados.
-¿Qué es lo que esperan como proyección independiente de lo que ocurra en las elecciones?
-Primero, que estos dispositivos se mantengan porque son exitosos, se ha probado la eficiencia, por ejemplo, de la Ruta Médica y de la Ruta Social, se ha probado la necesidad de establecer albergues y los albergues de emergencia también dieron cuenta de aquello. Entonces lo que nosotros queremos es dejar, no sé si legados, pero al menos la base sentada de que los derechos sociales tienen que estar disponibles para todos, independiente de su condición, independiente de cómo llegaron a la calle.
-Finalmente, sobre la discusión en el presupuesto regional, ¿cómo podría afectar a la ejecución de estos programas?
-Específicamente en el tema de calle, lo que se está proyectando es un poco similar a lo que se venía conociendo hasta ahora. Por tanto, hoy lo que nosotros establecemos es que el próximo año tiene que seguir permaneciendo una política de calle que permita finalmente dar cuenta de los avances que hemos tenido en esta materia.