Por Catalina Poblete Sánchez
Esta tarde, autoridades políticas y castrenses visitarán las obras del proyecto de construcción naval Escotillón IV que se lleva a cabo en los astilleros de los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR) -Talcahuano.
Será el delegado presidencial, Eduardo Pacheco, junto a algunos seremis y el capitán de navio, Rafael Castillo, quienes encabezarán la instancia.
Con paso firme avanza el Proyecto Escotillón IV, una iniciativa que representa no solo un salto tecnológico para la Armada de Chile, sino también muestra clara de desarrollo industrial e innovación estratégica del país.
A la fecha, el primer buque multipropósito registra un avance físico del 40% y su botadura está programada para 2026.
La iniciativa, que involucra la construcción de dos modernas naves en su fase inicial, fue formalizada el 31 de agosto de 2022, cuando ASMAR y la Armada de Chile firmaron un contrato por 409,9 millones de dólares para levantar las dos primeras unidades de cuatro previstas.
El Proyecto Escotillón IV tuvo su comienzo en 2018, cuando la Armada de Chile comenzó a estudiar la renovación de su flota de transporte, considerando que se les estima 15 años de vida útil a los equipos.
Se definió la necesidad de contar con buques logísticos multipropósito, que tengan la capacidad de cumplir misiones diversas, como lo son transporte de personal y carga, operaciones en zonas de catástrofe, apoyo humanitario, vigilancia marítima e incluso el realizar operaciones en aguas antárticas.
El diseño final de los buques se les asignó a la firma canadiense Vard Marine, tras una licitación en la que también participaron corporaciones de Países Bajos y España.
De hecho, el exPresidente Sebastián Piñera encabezó la ceremonia de corte de la primera plancha de acero, dando inicio oficialmente a la ejecución del proyecto.
Cada buque tendrá una eslora (largo) de 110 metros, una manga (ancho) de 21,8 metros y un desplazamiento de casi 8 mil toneladas, siendo equipados con propulsión diésel-eléctrica de 11.200 kW y una potencia eléctrica de 6.000 kW, podrán alcanzar una velocidad máxima de 18 nudos y navegar durante 40 días consecutivos con una autonomía de 7.000 millas náuticas.
En términos operativos, los buques están diseñados para transportar carga, combustible y personal, así también como para desplegar embarcaciones de menor tamaño desde su cubierta.
La construcción del segundo buque comenzará formalmente en junio de 2025 y su entrega está proyectada para 2030.
Esto da continuidad al Plan Nacional Continuo de Construcción Naval, una política de Estado que busca mantener una flota moderna, siendo estas nuevas embarcaciones las unidades que reemplazarán al transporte Aquiles, también construido por ASMAR en 1988, que ya cumplió con su vida útil.