
Desde priorizar sectores con problemáticas en invierno, hasta la construcción independiente, son algunas de las medidas que autoridades y afectados han tenido que realizar. Acusan demoras administrativas y de ejecución.
Por Eduardo Bascuñán
Durante esta semana se cumplen dos años de los últimos grandes incendios forestales que afectaron a la Región del Biobío. Siniestros que, según los catastros realizados, dejó como parte del saldo 1.000 familias perjudicadas, algunas con daños menores, pero la gran mayoría con destrucción total de sus inmuebles.
El retraso y la discusión en torno a este punto surgió posterior a las consultas respecto del estado de avance en las comunas del centro del país; que en caso de Valparaíso a un año del incendio en la ciudad puerto, aún hay familias que siguen viviendo en situaciones deplorables y sin una solución habitacional completa.
Esto ha generado debate nacional, pero a nivel regional la situación del Biobío puede verse inclusive peor.
Según información aportada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo del Biobío, a nivel regional son más de 700 los subsidios asignados por las afectaciones de los incendios de 2023.
Recordemos que las comunas más afectadas fueron Nacimiento, Santa Juana, Tomé y Arauco.
De acuerdo al Minvu, hasta el 31 de enero de 2025, en la región se han asignado un total de 731 subsidios para la reconstrucción tras los siniestros de hace dos años atrás. De estos, 248 proyectos aún no han iniciado obras, mientras que 483 ya han comenzado. Sin embargo, solo 164 han finalizado, mientras que 319 están en ejecución. De estos últimos, 148 tiene un porcentaje de avance sobre el 90%, y 171 un porcentaje menor al 90%. De hecho de las que están con más de un 90%, están a la espera de la recepción municipal y varias están habitadas.
Por provincia, Arauco registra 30 subsidios asignados, con 3 proyectos aún sin inicio de obras. En esta zona, Arauco es la comuna con más proyectos en marcha, con 25 obras iniciadas, 5 con término de obras y 20 en ejecución de las cuales 13 tienen más de un 90% de avance.
En la provincia de Biobío, la comuna más afectada ha sido Nacimiento, con 88 subsidios otorgados. De estos, 27 aún no inician obras, 61 han comenzado y 2 han finalizado.
Por otro lado, la provincia de Concepción concentra la mayor cantidad de subsidios, con 578 asignados. Santa Juana tiene 348 subsidios, de los cuales 142 aún no inician obras, 206 han comenzado y 108 han finalizado. En Tomé, se han asignado 169 subsidios, con 50 aún sin inicio, 119 en obras y 31 concluidos.
Retrasos y poco avance
Ahora bien, en términos porcentuales, las comunas más avanzadas en la ejecución de obras son Arauco, Negrete y Quilleco, ya que prácticamente la totalidad de sus subsidios están en etapa de ejecución o finalización.
Según los datos entregados, la comuna con mayor retraso en la entrega de viviendas en Nacimiento, a la cual se le han asignado 88 subsidios hasta la fecha ninguna obra se ha finalizado y 27 proyectos aún no han iniciado.
Otra de las comunas con retrasos considerables es Santa Juana, la cual registra 348 subsidios asignados pero 142 proyectos aún no han iniciado obras.
Al respecto, el alcalde santajuanino, Ángel Castro, afirmó que “hoy estamos concentrando los esfuerzos en aquellas familias que tienen un acceso complicado debido a las lluvias. Cuando llegan las primeras lluvias, hay caminos que se vuelven intransitables”.
En ese sentido, el alcalde afirmó que “estamos priorizando a aquellas familias que se encuentran en los lugares más apartados y lejanos, con caminos de mayor dificultad de acceso, para que se les puedan construir las viviendas antes de que llegue el invierno. En algunos casos, hemos tenido que cambiar de constructoras porque han demorado demasiado en iniciar la construcción”.
Además, la máxima autoridad de una de las comunas más afectadas entre el 30 de enero y el 20 de febrero de 2023, aseguró que “hemos tenido reuniones con la directora del Serviu y sus equipos. Hemos estado en terreno y hemos constatado que, en algunos casos, hay constructoras que están demorando demasiado. Incluso, algunas se han quedado con el radier hecho desde octubre, siendo un sistema de construcción de vivienda industrializada que se supone que debía construirse en muy corto tiempo”.
“En algunos casos, esto no ha sido así, y estamos pidiendo cambiar constructoras o acelerar los procesos. Nos hemos encontrado también con casos en los que hemos logrado cambiar de constructoras y obtener compromisos de que las viviendas se puedan construir en tres meses. Por lo tanto, si esto se cumple, podríamos llegar a mejores condiciones para el próximo invierno”, concluyó el jefe comunal de Santa Juana.
Es que las complicaciones de las futuras lluvias, recordando lo duro que fue para cientos de familias del Biobío sobrellevar, además de las afectaciones de los siniestros, los desastrosos temporales de junio de 2024, se suma a la preocupación.
Desde el Minvu del Biobío, Claudia Toledo Alarcón, seremi de Vivienda y Urbanismo, afirmó que “nuestra meta es tener el 90% o 100% de las viviendas en ejecución de aquí a fin de año. Sabemos de las problemáticas que, en general, existen y tienen que ver con la lejanía, pues estamos hablando de zonas rurales, o las condiciones del tiempo”.
La autoridad de la entidad, afirmó que “en invierno, por ejemplo, se nos hace más difícil trabajar, pues muchas veces los caminos no están en condiciones. No son caminos pavimentados y es habitual tener que contar con el apoyo de Obras Públicas. Por ello, hablar del término de la reconstrucción en un 100% es complicado, pero vamos a hacer el máximo esfuerzo y en ello seguimos trabajando”.
Crédito: Minvu Biobío
Esperando la reconstrucción de las viviendas, a dos años de los incendios forestales, en algunos casos los propios afectados han tenido que llevar a cabo malabares económicos para sustentar sus familias e incluso comenzar ellos mismos a construir sus viviendas.
Pamela Concha, presidenta de la junta de vecinos del Sector 4, El Santo; quien expone las dificultades que enfrentan vecinos del sector.
A pesar de los 169 subsidios asignados en la comuna, la dirigenta aseguró que “el proceso ha sido lento, con muchas familias aún viviendo en mediaguas, en condiciones precarias y expuestas al frío del invierno”.
En ese sentido, Concha denuncia una burocracia excesiva en la asignación y ejecución de los subsidios, destacando su propio caso. Cansada de esperar, comenzó a levantar su casa con recursos propios, apoyo de familiares y donaciones, mientras que el Servicio de Vivienda y Urbanismo, (Serviu) “continúa justificando demoras por falta de fondos para construir un muro de contención”, afirmó.
“Empecé a construir mi propia casa sola, con mis propios medios, con la ayuda que recibí de familiares, con la ayuda de mi jefe que tiene un aserradero, quien me regaló toda la madera para poder levantarme nuevamente. Entonces yo tuve que pagar toda mi certificación, tuve que sacar todo mi papel en regla en el municipio”, expresó.
Concha también critica la falta de flexibilidad en la entrega de recursos y la ineficiencia en la comunicación entre las entidades gubernamentales y las familias afectadas. Consideró que “el Estado debería priorizar a quienes realmente lo necesitan y agilizar el proceso, ya que muchas familias siguen esperando una solución definitiva a dos años del desastre”, manifestó.
Finalmente, consultada respecto de si proyecta si las construcciones van a estar listas para el siguiente invierno, Concha, se muestra escéptica “dado el ritmo actual de construcción y los constantes obstáculos administrativos a los que no solo yo, sino, varias de las familias del sector nos hemos tenido que ver sometidos”.