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Macarena Cepeda, presidenta pesqueros industriales del Biobío: “La pesca es una industria con rostro y manos de mujer”

Aseguró que aún hay inequidades, pero que cada vez son más las organizaciones que se hacen cargo de ello. Destacó que en Biobío hay un total de 6 mil 500 trabajadores en el área: el 50% son mujeres.

Por: Ximena Valenzuela 08 de Marzo 2024
Fotografía: Cedida

Históricamente el mundo de la pesca industrial fue liderado por hombres, relegando a la mujer a un segundo plano, a pesar de sus capacidades, situación que la Asociación de Industriales Pesqueros del Biobío cambió radicalmente en el momento en que la ingeniera civil químico, Macarena Cepeda fue elegida como presidenta de la entidad, abriendo así un espacio para el desarrollo de la mirada femenina, fomentando la igualdad y la equidad de género.

– ¿Cuál es el trayecto que recorrió para llegar al cargo? ¿Cuáles fueron las mayores dificultades que tuvo que sortear?

En septiembre 2012 ingresé al gremio como jefa de Sustentabilidad, donde lideré los temas medioambientales del sector pesquero industrial, procesos normativos y voluntarios en materia de olores, transporte de pesca e inversiones sectoriales, entre otros.

Fui nombrada presidenta en diciembre de 2016, siendo la primera mujer en ser elegida en este cargo en las más de seis décadas de historia de la asociación, y también a nivel de gremios pesqueros nacionales.

El foco de mi trabajo a la cabeza de esta industria de alimentos ha estado puesto en la sustentabilidad, la protección de los recursos, la transparencia, la innovación, y el fomento del consumo de productos del mar capturados y procesados por la pesca industrial. Además, en visibilizar el aporte de este sector productivo del Biobío, tanto a nivel regional como nacional, generando vínculos público-privados para fomentar el desarrollo pesquero.

– ¿Cuáles fueron las mayores dificultades que tuvo que sortear?

No recuerdo ninguna dificultad en particular, pero como fui una de las primeras mujeres en asumir un cargo de liderazgo en un sector productivo, había una responsabilidad adicional por cumplir con el desafío de acuerdo con las expectativas. En función de eso, hay menos espacio para el error, porque al ser una de las que “abre camino”, hay que procurar hacer las cosas más que bien para que quienes vienen detrás también puedan seguir, de alguna manera, ocupando nuevos espacios donde las mujeres antes no estaban.

-¿Qué diferencias observa en su liderazgo femenino, si considera que existe algún matiz distinto? ¿Cómo logra validarse en el área?

Creo en el trabajo bien hecho, en cumplir profesionalmente con las tareas que se deben enfrentar, y en el caso de las mujeres, hacer notar nuestras características y atributos particulares, que nos permiten enfrentar problemas con una mirada distinta. En mi caso, creo que mi sello es ser bastante cercana a las personas, y saber escuchar y generar acuerdos entre los distintos actores, pero siempre con una actitud franca, transparente y diciendo las cosas como son, usando mucho el argumento técnico para validar las posiciones.

– ¿Sigue existiendo inequidad laboral y en el entorno? ¿Cuáles siguen siendo los desafíos a futuro en la equidad laboral y en el área que trabaja?

Sigue habiendo inequidades, pero cada vez más las organizaciones se están haciendo cargo de ello. En el caso de la pesca industrial del Biobío, el 50% de los 6.500 trabajadores somos mujeres; somos una industria con rostro y manos de mujer.

Por ello, el gremio y sus empresas socias Blumar, Camanchaca, FoodCorp, Landes y PacificBlu, trabajan para fortalecer la igualdad y equidad de género, a través de mejoras sustantivas en las condiciones laborales y de inclusión. Estas iniciativas responden, a su vez, a lineamientos internacionales en materia de género, especialmente con el Objetivo 5 de Desarrollo Sostenible: igualdad de género.

Múltiples y diversos son los ecosistemas laborales en el rubro pesquero. Sin embargo, el hecho de que gran parte de las mujeres trabajadoras del sector sean jefas de hogar, nos invita a construir espacios laborales en que las personas puedan aportar con su trabajo y conciliar adecuadamente con sus requerimientos familiares y personales.

Estamos avanzando hacia un cambio cultural en la industria de alimentos del mar a través de la conciliación, la corresponsabilidad e igualdad de oportunidades para miles de personas del sector. El cómo queremos ser, cómo queremos inspirarnos y cómo queremos ser reconocidos pasa necesariamente por valorar el aporte de hombres y mujeres al desarrollo de la Región.

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