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50% del personal del Regional tiene problemas de mal nutrición por exceso

Centro hospitalario está desarrollando un programa para mejorar su estado de salud, realizar ejercicio físico y contribuir a mejorar la salud mental de los funcionarios luego del exceso de trabajo realizado en pandemia.

Por: Ximena Valenzuela 14 de Mayo 2023
Fotografía: Carolina Echagüe

La obesidad y el sobrepeso tienen como denominador común la acumulación anormal o excesiva de grasa, situación que con el tiempo puede ser perjudicial para la salud.

Según datos de la última Encuesta Nacional de Salud (2016 -2017) el 39% de la población chilena tiene sobrepeso y el 34% vive con obesidad, pero cifras actualizadas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde) son aún más reveladoras, pues indican que el 67% de la población chilena mayor de 15 años sufre sobrepeso y obesidad. Esto dejaría a Chile en tercer lugar después de México (74%) y Estados Unidos (73%).

Lamentablemente el sobrepeso y la obesidad no son ajenas a ningún grupo social, etario o profesional. De hecho, según los últimos análisis realizados a los funcionarios del Hospital Guillermo Grant Benavente revelan que el 50% de sus colaboradores las padecen, principalmente, por malnutrición por exceso y falta de ejercicio físico.

“Estoy muy gorda, al igual que muchos colegas. Me duele la espalda y me canso rápido. Tenemos muchos turnos, poco tiempo para descansar y eso, quizás, hace que no nos alimentemos como debemos. Reconozco que, sobre todo, en los turnos de noche comemos muchas cosas que no son sanas, pero que nos dan energía”, dijo Angélica, funcionaria del centro hospitalario, que prefirió mantener en reserva su identidad por temor a críticas.

María José Sánchez, enfermera jefe de la Unidad de Medicina del Personal del Regional, detalló que recientemente tomaron una muestra de 856 funcionarios de los más de 6 mil que tienen que reveló que 600 tenían obesidad o sobrepeso.

De ahí la importancia de un programa de trabajo que está llevando adelante el nosocomio local, buscando mejorar el estado de salud de sus colaboradores, que disminuyan el exceso de peso y, también evitar enfermedades crónicas asociadas como diabetes, hipertensión e, incluso, trastornos mentales.

Además el trabajo que están realizando les permite abordar, a través del ejercicio y pausas activas, patologías músculo esqueléticas derivadas de las funciones propias de su cargo. “Tenemos un alto ausentismo producto de patologías osteomusculares que afectan, principalmente, a los servicios que realizan trabajos repetitivos como de lavandería, alimentación y esterilización. También hay ausentismo por patologías de salud mental, derivadas del estrés al que se sometieron durante el estallido social y la pandemia. A esto sumamos que no tienen un nivel nutricional adecuado que generan todos los factores de riesgo para que causen enfermedades”.

Lo que buscan

Claudio Baeza, director del Hospital Regional, afirmó que buscan tener una mejor calidad de vida y para eso se están enfocando en la prevención, pues existe un gran ausentismo a causa de licencias médicas, que se está abordando no desde el punto de vista de las licencias que tienen, sino más bien con un plan para prevenir que el funcionario se enferme y tenga licencias.

“Estamos realizando una serie de iniciativas relacionadas con actividades de vida saludable, mejorar la actividad física con talleres y charlas en las que han participado más de cien personas, realizando pausas activas en todos los servicios, revisando los puestos de trabajo. Esto se ha hecho en conjunto con los jefes de servicio, comité paritario, agrupaciones gremiales y las jefaturas. Entendemos que debemos protegernos y cuidar a nuestros compañeros de trabajo”, dijo y agregó que cada ausencia de puesto trabajo implica menores atenciones para los usuarios por lo que les interesa tener un personal sano.

Como nutricionista, recalcó Baeza, que pondrán especial foco en la nutrición de los funcionarios, pues más del 50% de ellos tiene problemas de nutrición por exceso, sobrepeso y obesidad, que será reducido con actividades físicas, conciliación de la vida familiar y alimentación adecuada.

“Los hospitales, en general, son un reflejo de la población. Por eso la obesidad y el sobrepeso están tan presente. Vamos a tener una alimentación más balanceada, reducción de hidratos de carbono, de carga calórica y de azúcar”, dijo y recalcó que esperan que los funcionarios modificar sus estilos de vida.

Exposición a lesiones y falla cardiaca pueden reducirse, según el nutricionista, manteniendo una alimentación saludable, no saltarse las comidas, contar horarios de alimentación. Disminuir los hidratos de carbono que consumen, la carga de grasa, reemplazar el azúcar por endulzante y hacer ejercicio.

“La obesidad es un desequilibrio entre lo que uno consume y lo que gasta. Por lo tanto no sólo tiene que disminuir consumo de alimentos ricos en calorías, sino aumentar el gasto calórico, que se consigue con cosas tan simples como caminar 30 minutos diarios. Esto permite que el corazón, que es un músculo y que necesita ser fortalecido, funcione de forma correcta y prevenir enfermedades cerebro vasculares”.

Se espera, según dijo, mantener el programa para lograr ambientes saludables, crear espacios para disminuir los problemas de salud mental, bajar la carga de estrés y, que ellos repliquen lo aprendido en sus hogares y entorno, de tal manera, de ser un ejemplo para la ciudadanía.

Un problema que avanza

En 2019 Angélica Toro, nutricionista de la Unidad de Medicina del Personal, realizó una medición a más de 700 funcionarios pertenecientes a los servicios clínicos del hospital. El resultado fue lapidario, pues el 71% de ellos tenía una mal nutrición por exceso y, al medir la circunferencia de la cintura para evaluar riesgo de síndrome metabólico el 75% estaba en esa categoría.

A través de la evaluación clínica que realiza a los funcionarios aseguró que el problema de la nutrición por exceso ahora es mayor, pues se ve un alto número de funcionarios en esa categoría, pero además presentando problemas derivados de la obesidad y el sobrepeso como son la diabetes, hipertensión y hernias del núcleo pulposo, entre otras.

De ahí que su trabajo esté centrado en mejorar el estado de los funcionarios, entendiendo que no debe existir un prejuicio por la contextura física, sino más bien una preocupación por la composición y resultados que entreguen los perfiles bioquímicos. “Muchos creen que el verse de contextura gruesa ya significa tener obesidad por grasa y no es así. Tengo funcionarios que son físico culturistas que tienen sobrepeso u obesidad, pero por aumento de músculo, no de grasa, pero no es la generalidad”.

La profesional indicó que espera pronto contar en la unidad con un impedanciometro, aparato que ayuda a medir la composición corporal, para evaluar porcentaje de grasa, masa muscular para que entiendan su real estado y adopten hábitos saludables, idealmente, realizar ejercicio 3 veces por semana y tener horarios de alimentación, situación que ve complicada de cumplir para personas que realizan cuarto turno.

Talleres

Dentro de los enfoques de trabajo para mejorar la salud de los funcionarios está un taller de Animal Flow, que se realiza lunes, miércoles y viernes desde las 8.30 a 10.00 horas enfocado, principalmente, para quienes están salientes de su turno de noche.

“El entrenamiento está dirigido a fortalecer las articulaciones, movilidad, elasticidad y resistencia. Además de un alto componente emocional para disminuir la ansiedad. Hemos tenido muy buena acogida, el primer día de inscripciones se llenaron los cupos y, en junio comenzaremos con entrenamiento funcional que tendrá seguimiento nutricional y psicológico. Será un programa de seis meses que reclutará a funcionarios con muchos factores de riesgo”.

Al inicio del programa los funcionarios serán evaluados medicamente con exámenes de sangre, realización de electrocardiogramas, evaluación psicológica, nutricional, psicológica y kinesiológica.

“Durante el transcurso vamos a evaluar los parámetros nutricionales, ver si disminuyeron, si tienen colesterol alto y si aumentaron fuerza, resistencia y velocidad”, dijo Sánchez y agregó que la idea, con el tiempo, es incluir a más funcionarios en el programa. Los cupos iniciales serán para 15 personas.

María José Sánchez afirmó que se espera de aquí a 3 años tener un impacto positivo en la población de funcionarios del nosocomio y comentó que, además, están haciendo operativos oftalmológicos, ginecológicos e, incluso, de limpieza facial. En junio se iniciará un taller de piso pélvico y atención de podología, buscando fidelizar al equipo.

Conocer y cuidar el cuerpo


“Lamentablemente con el pasar del tiempo nos hemos dado cuenta que quienes menos cuidan su salud son, precisamente, los funcionarios de salud”, dijo el kinesiólogo Óscar Espinaza integrante de la Unidad Medicina del Personal del Regional.

Aseguró que esperan que se dediquen más al cuidado de su cuerpo, pues muchos trabajan en formato cuarto turno con un alto nivel de exigencia física y sin resguardos, lo que les hace desarrollar patologías músculo esqueléticas. Por ello, indicó, son necesarias las pausas activas para responder mejor al trabajo.
“Muchos me dicen llevan 8 meses con un dolor al hombro, sin ver médico y automedicándose. Lo mismo pasa con el peso y la mal nutrición por exceso y, un sinfín de cosas que aportan a un mal cuidado de la salud (…) Queremos abordarlo y atender una gran lista de espera, que aumentó tras la pandemia, en enfermedades músculo esqueléticas, obesidad y salud mental en las que el ejercicio es muy positivo. Tenemos que enseñarles a mover su cuerpo, cambiar su estilo de vida y bajar los efectos psicológicos que genera el trabajo”.

En esa línea, el kinesiólogo Óscar Espinaza desarrolla sesiones de ejercicios con una metodología de entrenamiento no convencional con la que buscan que las personas desarrollen mayor conciencia corporal. “Con el Animal Flow buscamos desarrollar la mayor potencialidad del animal humano. No realizamos movimiento imitando animales, sino que trabajamos mediante el peso corporal, por ejemplo, apoyando las manos en el piso, en que el trabajo cuádruple genera un estímulo sensorial que es percibido por el cuerpo y da mayor conciencia de cómo está posicionado el cuerpo en el espacio”.

Importancia de pausas activas

Para Leslie Pino, jefa del área de Esterilización, la implementación de pausas activas es muy beneficiosas, pues el personal que dirige reprocesa el instrumental quirúrgico que se usa en los pabellones, es decir, lo recepciona, lava, seca, prepara, esteriliza y empaca, actividades repetitivas que generan problemas músculo esqueléticos.

El personal debe tomar artículos pesados, realizar gran movimiento de las extremidades superiores, además, muñecas y dedos por lo que la orientación de un kinesiólogo es vital para evitar enfermedades.

“Nos permiten hacer las pausas activas cuando corresponde y aprender los ejercicios para poder repetirlos durante la jornada. Llevamos 2 actividades de 20 minutos cada una que han sido muy bien tomadas por el personal, con alta participación porque, generalmente, presentan problema de manguito rotador y túnel carpiano por lo que las pausas activas son muy beneficiosas”, dijo Pino y agregó que la actividad es un plus que idealmente deben mantenerse.

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