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Universidades locales se cuadran por los derechos de la mujer

Cuentan con protocolos de actuación ante hechos de violencia. Educación con perspectiva de género desde la primera infancia es necesaria para evitar que sigan existiendo carreras pensadas para hombres y otras para las féminas.

Por: Ximena Valenzuela 08 de Marzo 2023
Fotografía: Raphael Sierra

Sin lugar a dudas, la mujer en los últimos años ha ido ganando espacios que, tradicionalmente, eran considerados sólo para hombres.
De hecho, según el último informe de brechas de género, realizado por el Servicio de Información de Educación Superior (Sies), las mujeres suman el 46,3% de ingreso a la educación superior, mientras que los hombres sólo alcanzan el 38,2%.

Lo mismo sucede en la aprobación de ramos, en que las féminas alcanzan un 88,4% de aprobación y los hombres 80,8% y la retención durante el primer año también es mayor en las mujeres alcanzando un 78,1%, mientras que la de los hombres es de 72,3%.

Las mujeres también destacan en titulación llegando, según cifras 2021, al 58,1% de titulaciones en 9,7 semestres en promedio. Los varones suman el 41,9% y les toma 10,6 semestres en promedio.

A pesar de la disminución de brechas que revela el informe, aún hay un espacio que las mujeres deben conquistar, por ejemplo, en las carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (llamadas Stem por sus siglas en inglés) en que hay una diferencia de -61 puntos porcentuales, situación que se acentúa en las instituciones Técnico Profesionales.

Las mujeres siguen predominando en las áreas de salud (53 pp), educación (51,5 pp) y ciencias sociales (40,7 pp), pero la gran brecha está en la Tecnología con -65,5 puntos porcentuales y Ciencias Básicas con -7,3 puntos porcentuales.

Lucía Saldaña, directora de la Dirección de Equidad de Género y Diversidad de la Universidad de Concepción (Udec), aseveró que cada año hay fluctuaciones en la composición por género de la matrícula de primer año.

En las últimas décadas, la presencia de mujeres en la población estudiantil de pregrado ha aumentado de manera sostenida y gradual. “En nuestra universidad, en términos globales, existe paridad en la población estudiantil de pregrado. No obstante, si observamos más allá de la proporción de hombres y mujeres, es posible advertir que existen condiciones de desigualdad que dificultan el acceso, permanencia y movilidad de las mujeres.

A la hora de determinar dónde están las brechas, es muy importante considerar la segregación horizontal, entendida como la mayor concentración de hombres o de mujeres en determinadas áreas de conocimientos, dada por los estereotipos de género que tradicionalmente se les asocian.

Según Saldaña en la UdeC existe conciencia de la necesidad de fomentar la paridad en la población estudiantil para lo que existen acciones concretas como el trabajo de la “Dirección de Género de la Facultad de Ingeniería, que va justamente en esa línea, y que sustenta iniciativas, por ejemplo, Technovation, programa que promueve el acercamiento de niñas y jóvenes a las áreas de Stem. Al mismo tiempo, en facultades donde predomina la presencia de hombres, como la mencionada, o la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, se han efectuado diversos talleres con el propósito de fomentar las relaciones de género respetuosas y favorecer un espacio libre de violencia de género”.

Las brechas más evidentes, comentó, están en las áreas Stem en que hay una presencia significativamente mayor de hombres. “En nuestra Universidad, destaca la mayor presencia de hombres en ingeniería y ciencias físicas. De mismo modo, hay áreas en que la presencia de mujeres es considerablemente mayor, como es el caso de educación, salud y farmacia”.

La directora de la Dirección de Equidad de Género y Diversidad de la UdeC destacó que el proceso de certificación institucional en el Sello de Igualdad de Género Pnud para universidades que iniciaron en diciembre pasado. “Se está trabajando en transversalizar la perspectiva de género en todas las áreas de gestión institucional. Esto implica una serie de transformaciones en los procesos internos, que consideran acciones afirmativas, con el propósito de generar las condiciones para la igualdad de género al interior de la Universidad y promoverla externamente”.

Lo anterior, sostuvo, impactará de manera positiva en ambientes laborales y educativos en que se respeten los derechos de todas las personas que integran la comunidad universitaria y se favorece la igualdad de oportunidades de desarrollo.

Implica, además, enfatizar el compromiso de la Universidad con la igualdad de género en la comunicación interna y externa, invitando de esta forma a más mujeres a integrarse a la UdeC, con la certeza de que serán respetadas como personas y reconocidas por sus logros académicos, en un contexto social en que las mujeres aún enfrentamos diversas barreras en el desarrollo académico y profesional.

Carreras Stem

Irene Ortega, directora general de Planificación y Desarrollo de la Universidad Técnico Federico Santa María (USM), que tiene a cargo la unidad de Género e Inclusión, afirmó que al impartir carreras Stem ven el tema de las brechas de género de cerca, situación que, a su juicio, se debe abordar desde la educación escolar, trabajando con perspectiva de género para evitar que se reproduzcan los roles que, tradicionalmente, presentes en la sociedad chilena, que otorgan valor a algunas actividades desarrolladas por hombres y miran con desmedro las efectuadas por mujeres.

Ortega aseguró que como universidad han avanzado en el esperado equilibrio. Hace 15 años sólo contaban con un 10% de mujeres entre sus estudiantes, cifra que ahora alcanza el 24%, pero que podría ser aún mayor si la perspectiva de género estuviera integrada desde la infancia. “La mujer puede dudar de estudiar una ingeniería, pero no de enfermería, porque tradicionalmente ha sido vista para ellas”.

Como universidad, dijo, tienen como misión mostrar a todas las mujeres de enseñanza media y básica que las carreras de Stem pueden ser desarrolladas por ellas. “Lo que trabajamos mucho con Explora Conicyt”, acotó.

En ese sentido, agregó, el año pasado trabajaron con universidades españolas y latinoamericanas para impulsar el desarrollo científico de niñas en educación escolar, fortaleciendo la mirada que no hay carreras sólo para hombres y que ellas pueden cumplir un rol satisfactorio en cualquier ámbito laboral.

De hecho desde 2012 incluyen el distintivo femenino en los títulos, desde 2017 cuentan con un sistema de admisión dirigido a mujeres líderes de enseñanza media y desde este año cuentan con cupos de género para ir fortaleciendo el balance entre hombres y mujeres en las distintas carreras.

Entre los desafíos de la USM está lograr que las empresas entreguen a las ingenieras un espacio para desarrollarse, que sean vistas como un par y que estén integradas a todos los estamentos. Tarea que, además, debe ser apoyada por políticas públicas, que incentive a las mujeres a seguir trabajando.

La conciliación laboral, a juicio de Ortega, es otra brecha a reducir, pues la mujer, en general, además de sus actividades laborales debe hacerse cargo de los niños, por lo que termina cediendo espacios al hombre. “La mamá al cuidado de los niños y el papá haciendo un postgrado”.

Capacitación transversal

La directora de Género y Equidad de la Universidad del Bío Bío (UBB), Alicia Hermosilla, aseveró que el informe entregado por el Sies es muy congruente con la realidad local, pues ingresan más mujeres, tienen mejor promedio de notas de enseñanza media, son buenas estudiantes, se titulan dentro del período correspondiente y “son muchas más las mujeres que estudian pedagogías o carreras de la salud y, efectivamente, tenemos una baja tasa de ingreso en ingenierías”.

Para disminuir las brechas la UBB cuenta con becas especiales para motivar el ingreso, hay un grupo de estudiantes dedicado a apoyar y potenciar a las alumnas para que terminen la carrera y no cambien a otras en las que quizás se sientan más cómodas.

“Hay carreras muy masculinizadas en que las docentes mujeres son mucho menos que los hombres. Por lo que todas nuestras direcciones de escuelas y departamentos pueden asistir a nuestras capacitaciones y estamos trabajando localizadamente con cada una para advertir, cada cierto tiempo, la importancia del respeto, el lenguaje no sexista y los temas que creemos que pueden prevenir actos de violencia”.

La violencia, discriminación de género, acoso sexual y abuso, según Hermosilla, también son prioritarios de evitar, situación en la que han colaborado las capacitaciones y charlas que se realizan desde que ingresan a la universidad. “Las alumnas están denunciando si un profesor está en su clase y hace un comentario discriminatorio”, dijo.

Hermosilla agregó que la universidad está constantemente revisando los procedimientos, que cuentan con una investigadora especializada, una fiscal, especializada en temas de género que ve los casos en exclusiva. “Un abogado si no tiene la perspectiva de género, muchas veces la sentencia o la sanción que pueda dar al docente, estudiante o cualquier involucrado es diferente”.

Este año, adelantó, esperan certificar a todas las direcciones de escuelas y docentes para que todos, en la práctica, sepan cómo actuar y acoger a un estudiante que lo necesite. “Esta universidad está trabajando, se está preocupando de forma más bien anticipada que reactiva”.

Política integral

Desde 2018 la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) ha dado pasos para disminuir las brechas de género. Trabajo que partió con la creación de un protocolo de actuación frente a denuncias de acoso sexual, violencia de género y discriminación arbitraria y, al que en 2022 se sumó la creación de la Dirección de Género buscando un ambiente educacional libre de violencia y discriminación de género.

Asimismo desde el 15 de septiembre de ese año cuando entró en vigencia la Ley 21.369, que regula el Acoso Sexual, la Violencia y la Discriminación de Género en el Ámbito de la Educación Superior, la Ucsc implementó en todos sus campus una política integral en el área, difundiendo y aplicando la Ley, manteniendo herramientas que favorezcan la prevención.

En cuanto a los resultados de las estrategias implementadas, Lorena Ruiz, secretaria general de la Ucsc, dijo que las investigaciones por denuncias recibidas son llevadas a cabo con la máxima diligencia, respetando plazos, en favor de ambas partes, así como la privacidad, confidencialidad y principios de no revictimización y, sobre todo, la dignidad de la persona que, según recalcó, va más allá de su genero y merece ser valorada.

“Ello da confianza en que los hechos son investigados por profesionales capacitados en la materia y recibiendo, desde el día de la denuncia, medidas que puedan ayudar a superar el daño causado con ocasión del acoso, la violencia o la discriminación de género, esto es, ayuda psicológica, académica, etcétera”, comentó Ruiz.

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