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Dr. Carlos von Plessing: “Siempre voy a estar pendiente de lo que ocurre en la Universidad”

ExVicerrector realiza un balance de lo que fue la gestión en la Casa de Estudios, señalando que lo fundamental fue la “institucionalización” de acciones, la materialización del Centro de Simulación en Salud y la regularización de los procesos de ascenso y promoción.

Por: Diario Concepción 15 de Mayo 2022
Fotografía: Comunicaciones UdeC

“Hay que ir lento, pero seguro y a paso firme”, dice el Dr. Carlos von Plessing, como balance y proyección del trabajo que debe realizar una institución como la Universidad de Concepción.

A pocos días de dejar su cargo como Vicerrector UdeC, Von Plessing se ve tranquilo y asegura estar satisfecho con la labor realizada, en un periodo de cuatro años marcado por el denominado estallido social y la crisis sanitaria generada por la pandemia, hechos inesperados que obligaron a una readecuación del trabajo universitario.

“Siempre voy a estar pendiente de lo que ocurre en la Universidad”, dice el Dr. en Ciencias Naturales de la Universidad de Karl Franz, Austria y Profesor Titular de la Facultad de Farmacia.

¿Cuál es el balance de su gestión durante los últimos cuatro años en la Universidad de Concepción?

Estoy feliz, muy contento de lo que realicé. Evidentemente, uno esperaría haber podido realizar otras iniciativas, pero nos tocaron tiempos muy complejos. A partir de octubre de 2019, se quebró la planificación, porque debimos enfrentar primero el estallido y después la pandemia, por lo que resultaba difícil llevar a cabo la planificación. Aparecieron muchas emergencias, tuvimos que trasladar todos los procesos a la virtualidad y eso demandó mucho tiempo, por lo que quedaron muchas ideas por ejecutar en el camino. Espero que la próxima autoridad, si así lo estima pertinente, les dé continuidad, porque son en beneficio de la institución.

¿Qué sería lo fundamental de lo institucional?

-Lo fundamental fue la institucionalización de ciertas acciones. Recuerdo que, en los debates de las últimas elecciones de rectoría, se habló mucho del cuidado de las personas. En este sentido, nos preocupamos de colocar un piso de ingreso a la planta académica en grado A10 y exigir en paralelo el grado de Doctor. Podemos discutir si el grado A10 para un doctor UdeC es lo más adecuado, pero es la realidad que se puede permitir en este momento la institución. Quien ingrese a la institución, más allá de hacer la docencia que le corresponde, tiene que hacer investigación y, por tanto, generar nuevo conocimiento.

¿Otros aspectos a destacar?

Otra instancia en la cual participamos tiene que ver con la regularización de los procesos de ascenso y promoción. Aquí, en un Consejo Académico, me hicieron cierta crítica, entonces hice una presentación en la que se detallaban las jerarquías y los grados que corresponden a cada jerarquía y cuántos académicos figuraban en cada grado. Llamó la atención a los Decanos donde estaban los Profesores Asistentes, los que si bien llegan hasta el grado A11, se mostraba a algunos con grado A17, tope en la escala. Lo que se decidió en relación con esto consistió en que todo académico que esté en el tope de su jerarquía y sea evaluado Sobresaliente y merezca un ascenso, previamente debe ser promovido para tener derecho a otro grado. La otra práctica que existía era que, para no exigir esa promoción, se entregaban asignaciones de grado y complementos. Esa práctica se eliminó completamente. Estas medidas tienen que ver con el cuidado a las personas, pues con ello se estimula la carrera académica.

¿Con qué sensación queda respecto de la construcción de Centro de Simulación del área Salud, que impulsó?

Al hacer un análisis de la situación a nivel nacional, de todas las universidades que dictan carreras del área biomédica, éramos la única institución que no contaba con un centro de simulación. Sí debo hacer mención que en 2015 la Facultad de Medicina levantó un proyecto, lo tuve en mis manos, pero estaba más orientado a la capacitación, no era lo que corresponde hoy a un centro de simulación. Así nació el trabajo, invitando a los decanos de las respectivas facultades para levantar una propuesta y cuando hubo algún tipo de consenso, afinamos con Servicios Generales la propuesta arquitectónica e ingenieril, y en enero de este año presentamos la propuesta al Directorio. Primero, a la Comisión de Finanzas Corporativas y después al Directorio. En ambas sesiones, fue aprobado unánimemente. Y así fue como, durante los primeros días de marzo, se inició la obra con la demolición del antiguo edificio que estaba en Barros Arana donde se ubicará el Centro. Estoy conforme, porque uno actúa como vicerrector para servir a la institución y si el proyecto le servirá a futuro a nuestros estudiantes, más feliz todavía.

¿Cómo cree que los cuatro años que pasaron sentaron las bases para lo que se viene?

-El Rector estableció un 3+3+2: los primeros tres años un ordenamiento del aspecto financiero y administrativo; ello se logró. Hubo una renovación del bono y alivianó la carga que traía la institución. Paralelamente, veníamos trabajando algunos estándares para mejorar las rentas de nuestros académicos, también estuvimos trabajando en la regularización de los colaboradores académicos. Algunos esperan algo más, pero el gobierno de una vicerrectoría debe preocuparse de la institución y no puede sobrepasar ciertos límites, porque si no correría riesgo la sostenibilidad institucional. Por eso hay que ir lento, pero seguro y a paso firme.

Deja al cargo, pero vuelve a sus labores académicas ¿Cómo se proyecta ese camino?

Cuando asumí dejé algunas investigaciones, dejé algunos puntos no cerrados. En este último tiempo, he reactivado mis contactos y ya tengo reuniones pronto para ir levantando nuevamente los proyectos. Siempre voy a estar preocupado de lo que ocurre en la Universidad, pero también confiando en que lo que hacen las nuevas autoridades, porque estoy seguro de que ellos velan por el bienestar de la institución, como fue mi norte por los cuatro años de Vicerrector. Estoy satisfecho. Algunas cosas incumplidas por los tiempos tal como le dije al Rector citando a otro exrector: “Ojalá ningún otra autoridad viva tiempos tan difíciles como los que le tocó a uno”, y le señalé que ese exrector se había equivocado, porque los tiempos del Rector Saavedra han sido los más difíciles.

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