Ciudad

Mientras estudios reconocen importancia de la cultura para sobrellevar pandemia, artistas acusan falta de apoyo

Un reciente estudio de la UdeC sobre la salud mental en adultos mayores puso de relieve el rol de la cultura, pues las personas con acceso tienden a ser menos propensas a la depresión en confinamiento, sumándose así a la abundante literatura científica al respecto. Los beneficios que brinda el arte a la población, sin embargo, chocan con el reclamo del rubro que acusa falta de políticas claras al respecto. Hubo una oportunidad perdida, señalan.

Por: Diario Concepción 30 de Mayo 2021
Fotografía: Cedida

Sebastián Henríquez
contacto@diarioconcepcion.cl

En el espacio que hay entre el Teatro Regional del Biobío y el puente Juan Pablo II hay un parque. La infraestructura es parte de un proyecto de largo aliento en la ciudad, denominado Costanera Norte y tiene esculturas, juegos infantiles, una cancha de básquet y mobiliario.

Es un espacio muy ciudadano. Previo a la pandemia, congregaba artistas, personas haciendo deporte, transeúntes, niños en juego y adultos mayores de paseo.

Tras el inicio de la pandemia, el mismo lugar puede contar qué pasó con cada uno de estos grupos.

El Teatro Regional está cerrado, como toda la infraestructura para las artes en el país. No hay deportistas, salvo en el horario respectivo y los adultos mayores no tienen permiso para abandonar sus hogares hasta que termine la emergencia sanitaria, así que no se ven.

Esto es desde marzo de 2020.

Es, por lejos, el grupo que ha tenido el confinamiento más largo del país y, por lo mismo, objeto de preocupación.

La Organización Panamericana de la Salud, afirma que en Latinoamérica la covid ha agravado los problemas de los mayores. “La pandemia de la Covid-19 ha enfatizado las necesidades y vulnerabilidades que tienen las personas mayores en lo que respecta a su derecho a la salud”, dijo en diciembre la directora de esta organización, Carissa Etienne.

Conocer en detalle cómo afectó la pandemia a cada una de estas necesidades y vulnerabilidades tomará tiempo, y un buen punto de partida es un estudio que se desarrolla en la UdeC al respecto, y cuyo resumen se dio a conocer en el VII Congreso de la Sociedad Científica de Psicología, que tuvo lugar hace apenas dos semanas.

Allí, la doctora Nieves Shade, junto a un equipo compuesto por los doctores Mabel Urrutia, Gabriela Nazar y Raúl Ramíres, presentaro n un análisis denominado “Estudio exploratorio de un protocolo de cribado online para detectar tempranamente deterioro cognitivo leve en adultos mayores en pandemia”.

El estudio es novedoso. Es uno de los primeros análisis sobre el efecto del confinamiento en adultos mayores.

“Hay un tema. El encierro no produce deterioro físico en los mayores, pero sí depresión”, cuenta Schade.

“El 70% estaba deprimido por estar encerrado”, añade.

“Hay varios motivos, porque es un tema complejo. Está la dificultad para conectarse con otros, no tener otro espacio para estar más que la casa, ver televisión por varias horas”, cuenta.

Schade dice que esto lo llevó a ver qué tenían en común los mayores con buena salud mental y que dieron con una receta conocida.

“Nos fijamos en las personas que tienen actividad física regular, que leen, que se conectan con otros grupos, que tienen adecuado sueño, no tienen este problema”, asegura.

La doctora en psicología por la Universidad de Salamanca, cuenta que se arribaron a esta conclusión:

“Si cortas la cultura, el encuentro con el otro desde lo cultural o social, si no tienes acceso a todo lo que significa a la cultura en distintos medios, eso impacta”.

“Y ahí es importante que el Estado tome un rol”, finaliza.

Cultura y cura

Del estudio se desprende que el acceso a la cultura es un elemento que contribuye a sobrellevar la pandemia con mejor salud mental.

En realidad, no es el único, la relación positiva entre acceso al arte y la cultura, y salud mental, es un tema que se estudia hace décadas y, de hecho, apenas conocido el alcance de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud hizo un llamado a los gobiernos a “aplicar políticas que mejoren la colaboración entre los sectores sanitario y artístico”, según un informe publicado en 2020.

A pesar de lo anterior, lo que ocurrió en el escenario cultural fue bien diferente a lo que se recomienda.

En Biobío las agrupaciones de artistas y profesionales ligados a la cultura han acusado en reiteradas ocasiones abandono de parte de la autoridad, dificultades mayores que otros gremios para ejercer el oficio y falta de iniciativas para enfrentar esta cesantía.

Hubo, incluso, manifestaciones al respecto.

“Ha sido difícil”, resume Valentina Durán, vocera del Sindicato de Actores y Actrices en el Biobío.

“Paralizaron todas las fuentes laborales, los escenarios cerraron, otros lugares como restaurantes o bares, y tomando en cuenta esto, lo primero que hicimos fue solicitar asignaciones directas, pero no se pudo”, añade.

“Desde las empresas no hemos tenido aportes, salvo una cruzada solidaria que hicimos y que se llamó La Misma Obra, con la que conseguimos algunos recursos”, cuenta.

“El Ministerio, en lugar de aumentar el presupuesto, optó por reasignar recursos, pero con más alcance… es decir, pagando por debajo del estándar que había antes”, señala.

Gisel Sparza, artistaeducadora y dramaturga, relata que “en pandemia la cultura nos alivia, absolutamente, es una cosa básica; te hace desconectarte de la realidad del momento, pero, también, poder comprender lo que estás viviendo”.

Eso contrasta con las dificultades que, dice, se han encontrado para ejercer. Un estándar muy diferente al de centros comerciales o parques de diversiones, alegan desde Sidarte.

“No sé cómo plantearlo… quizás uno se pone a pensar de forma conspirativa, mirando la relación de la cultura y el poder, que no siempre es afectuosa. En ese sentido, el arte, la cultura, ponen el dedo en la llaga, buscan eso, y de pronto cortar el acceso puede ser una forma de impedir que la gente se encuentre”, dice Sparza.

“Se han solicitado varias cosas, la mayor parte para poder trabajar, por ejemplo, poder usar las salas de teatro para hacer streaming, y no se pudo”, agrega Sparza.

Adaptarse

Municipios y el Gobieno sí hicieron esfuerzos.

Desde la Municipalidad de Concepción informan que el Fondo de Apoyo a Iniciativas Culturales Comunales, FAICC, duplicó sus fondos, para llegar a $60.000.000.

El director de cultura, Mauricio Castro, cuenta que hubo un plan de reactivación, con tres ejes.

“Primero, tuvimos que hacer un catastro social, luego vino el tema económico, con inyección de recursos, entre $80 y $100 millones, y también la reconstrucción emocional, es decir, poner en valor la cultura en este proceso y el post Covid”.

El Ministerio de Educación mantuvo las líneas de trabajo con educación artística, a diferencia de otras regiones y el Ministerio de las Culturas desarrolló un plan de apoyo.

Sin embargo, para Durán “las instituciones tienen harto aprendizaje que sacar de los y las artistas y temas que hemos planteado y problemas que hemos detectado no solo como Sidarte sino las distintas organizaciones del sector. Esperamos que esta pandemia traiga mayor consciencia a la hora de gestionar la ciudad y el país. Hay una red de artistas que cumplen labores fundamentales para el reconocimiento humano de sí mismo y la comprensión social”.

“Las artes reflexionan y dicen algo del entorno y territorio. La contratación de Cachureos por la Municipalidad de Concepción para presentarlo a un público infantil y familiar nos pareció que dejó al descubierto una falta de entendimiento de la relevancia que tienen las artes en el proceso participativo de la construcción social”, finaliza.

Educación artística en la misma condición

La problemática se vivió también en el área educacional, con problemas de acceso para estudiantes y profesores. Según Isaura Vega, profesora de artes en un establecimiento local, “nos dimos cuenta de algo clave: el porcentaje de estudiantes que tiene acceso a internet necesario para llevar a cabo clases online y resolver asuntos académicos es mínimo, más aún, en mi establecimiento educacional: solo el 17 % de los estudiantes tiene un computador en su casa, no uno personal, solo que existe uno en su hogar”.
“Además, como medida de contención emocional, el establecimiento educacional nos pide a los docentes de áreas artísticas que resolvamos el ramo a modo de arte terapia, donde los chiquillos encuentren un espacio de introspección, de relajo y de expansión de su conciencia, de modo que el estrés de la vida diaria merme y se logre sacar lo mejor del estudiante a través de un lápiz de mina duro y una hoja de cuaderno cuadriculado”.

Los espacios tradicionales para el arte y la cultura vivieron cierres y tuvieron que suspender actividades y adaptarse. Como el Teatro Regional del Biobío, que continúa con actividades a través de la web.

Etiquetas