El proyecto que será analizado por el Senado genera variadas reacciones. Mientras, sus impulsores lo defienden, el Colegio Médico dice que se debe poner énfasis en cuidados paliativos y la Iglesia Católica habla de una idea “difícil de comprender”.
Tras siete años de discusión, la Cámara de Diputados despachó al Senado el proyecto de ley que impulsó el Partido Liberal (PL), sobre muerte digna y cuidados paliativos, iniciativa que, entre otras disposiciones, incluye la asistencia médica, en casos de personas que padezcan enfermedades graves, irreversibles y progresivas.
Para el vocero regional del PL, Esteban Guzmán, el proyecto, que no contempla a menores de edad y a quienes sufran de dolencias psíquicas, viene a consolidar un derecho humano.
“Es un derecho civil que ha sido prohibido por la clase política conservadora de nuestro país y sólo busca suprimir el sufrimiento de muchos que están pasando por enfermedades irreversibles y que también les causa dolor a sus familias. Es un avance y una reivindicación a las libertades individuales”, explicó Guzmán.
Sobre lo que viene en el Senado, el vocero del PL precisó que “vemos con esperanza que esto se convierta en ley, hay muchos senadores a favor, sobre todo, porque se está poniendo la dignidad de las personas primero. Esperamos que de salir adelante el Presidente Piñera, respete lo que diga el Senado y no lo lleve al Tribunal Constitucional (TC)”.
El presidente regional del Colegio Médico, doctor Germán Acuña, señaló que hay que poner énfasis en los cuidados paliativos o las personas de menos recursos serán los primeros en optar por morir, para así evitar sufrir.
“Si no mejoramos el aspecto social y económico vamos a tener muchas personas que no van a tener acceso a morfina y cuidados paliativos integrales, optando por la eutanasia. Por otro lado, los que tienen recursos podrán pagar los opioides y especialistas, lo que va a dar al poco andar, una diferencia social brutal entre ricos y pobres, lo que me parece dramático”, argumentó el doctor Acuña.
El presidente de Colmed Biobío precisó que “el legislador tiene que pensar que la condición de cuidados paliativos es absoluta y si no son bien financiados, sólo va a llevar a que los pobres opten por esta solución”.
Agregó que “se debe analizar en la forma en que se va a dejar morir, porque no es un proceso fácil, es doloroso y en algunos casos de inhumanidad brutal, hay un tema técnico que se debe analizar antes que este proyecto se convierta en ley”.
Desde la iglesia Católica, el monseñor Fernando Chomali, destacó que, si bien hay situaciones al final de la vida de una persona que son dolorosas, dramáticas y de mucho sufrimiento, nada justifica causarle la muerte a una persona.
“Las personas enfermas requieren cuidados médicos, atención humana, sicológica y espiritual. El talante de una sociedad se mide en la capacidad que tiene de hacerse cargo de los más débiles. La ley que permite la eutanasia es una solución práctica en el contexto de una sociedad utilitarista que deja solos a los más débiles. Con esta ley la cultura del hacer y del tener prevalece por sobre la cultura del ser y nos pone en guardia respecto de nuestro propio futuro en los momentos que más necesitamos afecto, compañía y cuidados paliativos”, sostuvo.
En su opinión, si la iniciativa se termina por aprobar, iría en contra del actuar médico. “Mientras los equipos de salud han llegado al heroísmo para salvar vidas a raíz de la pandemia, arriesgando su vida y las de sus familias, algunos legisladores promueven este proyecto de ley. Algo muy difícil de comprender”, enfatizó Chomali.