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Relojes se retrasan el sábado en una hora

Por: Ximena Valenzuela 02 de Abril 2021
Fotografía: Pexels

El horario de invierno comienza a regir mañana 3 de abril. A las 23.59 horas se deberán atrasar los relojes en una hora en Chile continental e insular, medida que sólo exceptúa a Magallanes y la Antártica.

Hasta el año 2018 y, según el Decreto Supremo 253 de 2016, se establecía que el horario de invierno tenía una duración de tres meses, entre el segundo sábado de mayo y segundo sábado de agosto, mientras que el resto del año era horario de verano (cinco meses de invierno y siete de verano).

Sin embargo, un decreto de 2018 modificó la ley en la materia fijando nuevas fechas para la modificación de relojes en el territorio nacional.

La Ley 8.777 estableció en 2018 que el cambio horario de invierno empezará en Chile Continental a contar del primer sábado de abril y que se extendienda hasta las 00:00 horas del primer sábado de septiembre.

En este caso, el sábado habrá que retrasar los relojes en una hora. A las 00.00 horas, habrá que volver a poner los relojes a las 23 horas de aquel día.

Efectos en menores

Con el cambio de horario, según Alicia Varela, psicóloga y jefa del departamento de Promoción y Fonoinfancia, es probable que los menores presenten algunas alteraciones en su estado emocional.  “Todas esperables debido a los ajustes que deberán hacerse en la cotidianidad, como por ejemplo, interferencias en las rutinas de sueño o alimentación. Incluso, en ciertos casos, podría presentarse mayor irritabilidad en el desarrollo de sus actividades cotidianas”, aseveró.

Y es que las rutinas permiten a los niños tener estabilidad por lo que al cambiar el horario deben comprender los cambios y adaptarse a ellos, sobre todo, cuando dicho cambio se da en un contexto de confinamiento en la mayoría de las comunas del Gran Concepción.

“En este sentido, los efectos psicológicos que puedan presentar niños y niñas pueden variar dependiendo del momento del desarrollo en el que se encuentren (podrían comunicarse con el mundo adulto para evidenciar lo que les afecta) y de los cambios de rutinas a los que ya estén enfrentándose (por confinamiento o retorno a escuelas y jardines), aseguró Varela.

Para la psicóloga experta en infancia, los adultos/as en este contexto deben poner especial atención al observar algo poco usual en los niños/as, como en el estado de ánimo, conductas, apetito, en la conciliación del sueño, control de esfínter, entre otras.

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