Entendiendo la difícil situación por la que atraviesan los chilenos, debido a la propagación de la Covid-19 para diversas instituciones, colegios y centros de salud pública del país, se ha vuelto una necesidad más urgente que nunca.
Por ello, en la Región la empresa de telecomunicaciones Mundo acudió al llamado de la Fundación Niño y Cáncer, para contribuir a que pequeños pacientes permanecieran conectados con sus familias, puesto que sus tratamientos no pueden pausarse o esperar en medio de la crisis sanitaria.
“Tenemos el compromiso de conectar a Chile, ya que las telecomunicaciones son claves para el desarrollo de las personas, las comunidades y las empresas. Queremos estar donde la gente nos necesita, ya que la inclusión digital permite brindar oportunidades. En nuestro país existe una gran brecha digital y hoy, causas como ésta y de otras organizaciones, traspasan la necesidad tecnológica y se vuelve más humana que nunca”, explicó Jaime Weinborn, jefe de Asuntos Públicos de Mundo.
La fundación, que comenzó su trabajo en 1992 y que desde el 2009 a la fecha han acogido a más de 100 niños junto a sus familias, recibió internet, televisión digital y telefonía lo que para el médico Juan Quintana, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Oncología Pediátrica y presidente de la Fundación Niño y Cáncer, permite “a los niños poder comunicarse con sus padres, hermanos, familiares y amigos, lo que es fundamental en su tratamiento, sobre todo en un momentos como el que estamos atravesando. Si bien el tratamiento clínico es importantísimo, para poder enfrentar un cáncer es vital la estabilidad sicológica del paciente, y en este sentido la comunicación y contención de los seres queridos es clave, ya que aumenta la probabilidades de recuperación”, explicó.
Paola Almendras, abuela de Lía, niña de tres años que vive en uno de los departamentos de la fundación, explica cómo la conectividad ha sido clave en su tratamiento durante los últimos meses. “Contar con Internet nos ha permitido estar constantemente comunicados. Por ejemplo, ahora Lía está hospitalizada y a través de videollamadas hemos podido verla y conversar con ella, para que no sufra tanto la ausencia cuando no podemos estar juntos. Nos ha servido para poder contenerla emocionalmente, el cambio ha sido importante y eso se agradece muchísimo. Antes sólo podíamos hablar vía telefónica y no se acordaba bien de nosotros, lo que nos tenía muy angustiados como familia”, confiesa.
En tanto, Gladys Contreras, madre de Matías, niño de cuatro años que también reside en los departamentos de acogida de Fundación Niño y Cáncer, explica que “para nosotros ha sido sumamente importante, ya que antes no contábamos con Internet. Gracias a esta ayuda hemos podido comunicarnos mucho más con nuestra familia y eso es bueno tanto para los niños como para los padres”, dijo y agregó que también la televisión le entrega algo de entretencíón al menor.