Con la suspensión de clases presenciales, el telestudio se instauró en las comunidades educativas y los menores pasan más horas de lo habitual frente a un monitor, lo que podría generar problemas en la salud ocular.
Daniela Avaria, docente de la carrera de Tecnología Médica con mención en Oftalmología de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, aseguró que numerosos estudios aseguran que el uso excesivo de pantallas a corta distancia, ya sean tablets, teléfonos celulares o computadoras generan miopía a largo plazo.
Los niños, al pasar la mayor parte del tiempo frente a estas pantallas, según explicó la profesional, trabajan sólo la visión cercana, por lo que al mirar de lejos pierden la capacidad de enfoque a distancia generando una pseudo miopía o miopía propiamente tal. Cuyo principal defecto refractivo genera síntomas de mala visión de lejos y buena de cerca. “Por esto que los niños con este defecto refractivo tienden a acercarse mucho a las cosas, ya que a esta distancia enfocan mejor.”
Además, en los menores se puede observar son fatiga ocular y postural y problemas de ciclos del sueño. Por lo que se deben considerar el tiempo de exposición a las pantallas, la frecuencia e intermitencia de uso, la posición física que se adapte frente a ellas, además del horario del día en que se utilizan.
Guillermo Concha, tecnólogo médico de Oftalmología de la Ucsc, explicó que es necesario tomar pausas mientras se usa el computador durante el día, alternando el uso de pantalla de cerca con actividades que requieran enfocar la visión a larga distancia generando un relajo de los músculos oculares.
“Se recomienda la triada internacional 20-20-20, que significa que el usuario debe cada 20 minutos de uso de computador, descansar la visión durante 20 segundos, mirando a 20 pies de distancia (seis metros). También, utilizar una postura correcta, esto es cómodamente sentado, con la espalda derecha y los ojos a una altura no mayor de 20° de altura sobre el centro de la pantalla”, aseveró Concha.
El especialista aseguró que se debe generar conciencia en el menor de la importancia de pestañar continuamente frente a la pantalla para no generar resequedad, pues el ojo disminuye a la mitad la frecuencia de pestañeo frente a un dispositivo digital en relación a un estado normal.
Recomendó usar pantallas durante el día, evitando el uso en niños a lo menos tres horas antes de dormir y aconsejó que mientras menor sea la edad del niño, menos tiempo deben pasar expuestos a ellas.
Avaria indicó que en los primeros tres años de vida del niño se debe pesquisar o descartar alteraciones visuales. Si no hay problemas, lo ideal es control cada dos años. En caso contrario se debe atender cada seis meses.