De 40 empresas inspeccionadas, 25 tenían demarcaciones de distancia. Trabajo municipal se realizó en las principales calles del centro de la capital regional.
Con éxito partió la ordenanza municipal impuesta por el municipio penquista, el cual busca que se respete el distanciamiento físico de al menos 1.5 metros en recintos donde sea necesario hacer fila, tanto públicos como privados.
La iniciativa que partió sin marcha blanca, como ocurrió con ordenanzas de otras comunas, establece multas que podrían llegar a los $250 mil para quienes no la respeten.
“Hemos tenido una muy buena recepción por parte de los ciudadanos, puesto que son días complejos de pandemia, medida que busca que toda la ciudadanía cumpla, ya que tendremos que enfrentar la Covid-19 por varios meses más. Se han visitado 40 locales y de ellos 25 tienen demarcada su vereda, las otras se comprometieron a hacerlo durante la tarde (ayer)”, explicó el alcalde Álvaro Ortiz.
En cuanto a cómo ha sido el trabajo de fiscalización (que resultó sin multas en su primer día de implementación) la jefa de Seguridad Pública del municipio penquista, Daisy Cárdenas, comentó que “estos partieron a las 08 horas, por las principales calles de Concepción, sobre todo en los ejes que tienen más servicios e instituciones, es decir, Barros Arana, O’Higgins y Maipú, donde nuestros inspectores realizaron su trabajo apoyados por parejas de carabineros”.
La acción que fue valorada por el gobernador provincial, Robert Contreras, quien argumentó que debido al gran número de personas en el centro de Concepción las últimas semanas, “este tipo de iniciativas que buscan el distanciamiento social, son muy necesarias. En la mañana (ayer) vimos que las personas han tenido auto regulación, pero de igual forma hacemos un llamado a la responsabilidad, debemos aceptar estas condiciones que estarán presentes por un tiempo prolongado”.